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LA NUEVA ESCRITURA

 

 

·           Nuevos soportes de Lectura y Escritura

·           Nuevos instrumentos de Escritura

·           Nuevos Formatos

·           La Escritura Hipermedia

·           ¿Cómo escribir para la Web?

·           ¿Por qué enseñar escritura digital?

 

La escritura ha sido siempre secuencial. Desde la piedra y las tablillas de arcilla, pasando por los rollos de papiro ("volumen" en latín) y los códices de pergamino, hasta desembocar en el papel, todos los soportes documentales permitían únicamente la escritura secuencial. Los rollos de papiro eran muy voluminosos y nada manejables. En el siglo IX comenzaron a plegarse los manuscritos en forma de acordeón. Sin duda, se produjo un gran salto con la utilización de hojas de pergamino cosidas al estilo de los "codex" romanos. Había nacido el libro. El pergamino también permitía escribir por las dos caras y no embebía la tinta, por lo que la escritura se podía ilustrar y los códices manuscritos se convirtieron en verdaderas obras de arte gracias a calígrafos, iluminadores y  miniaturistas.

En los inicios de la escritura, el pictograma dejó de representar el objeto que designaba y empezó a tomar su sentido del contexto. En 1000 a.C. se produce una verdadera conmoción, la invención del alfabeto. El alfabeto fenicio dio origen al griego y a su alfabeto moderno con vocales. Al dispersarse los arameos hacia el este, fueron los precursores de las escritura hebrea y árabe.

Los reyes de la Edad Media firmaban las leyes con una cruz, no sabían escribir. Durante más de mil años, la escritura fue patrimonio de los monjes. A lo largo de los siglos XII y XIII empieza a haber una demanda creciente de libros debido al nacimiento de las universidades europeas, los copistas no daban abasto. El papel se empieza a utilizar de forma masiva en estos años.

A mediados del siglo XV, Gutenberg  mecanizó la impresión y "democratizó" el acceso a la cultura. En sus primeros años, la imprenta intentó competir con los códices medievales, se imitaba la letra manuscrita y se dejaban en blanco grandes espacios para que fueran ilustrados por un iluminador. Los libros fueron durante muchos años de gran formato, hasta que se empezaron a hacer en serie y en formato de bolsillo. Ya no se escribía en latín, sino en las lenguas nacionales.

La imprenta no sólo trajo consigo la posibilidad de reproducir textos de forma mecánica, sino también las imágenes a gran escala. La Biblia de Gutenberg de 42 líneas (1454-1455) imita la escritura y la decoración de las Biblias manuscritas de la época, con caracteres góticos y lujosamente iluminada. Seis años después de su impresión ya hay constancia de incunables con imágenes xilográficas (grabadas en madera). Esta técnica se usó ampliamente para la edición de la "Biblia Pauperum" o Biblia de los Pobres, cuya misión era adoctrinar a las personas analfabetas, la mayor parte de la población.

A finales del siglo XV ya se utilizan grabados con planchas de metal. Aunque Gutenberg fue el primero en mecanizar la impresión, lo cierto es que en China, desde el siglo XI, ya se conocían los caracteres móviles y que la prensa de rosca se utilizaba de forma cotidiana para prensar la uva y estampar los tejidos, pero se estampaba frotando el dorso del papel o la tela sobre la madera. El primer libro impreso con bloques de madera del que se tiene constancia, data del año 1000 dC. Se trata de The Diamond Sutra, encontrado en el noroeste de China y contiene tanto texto con caracteres chinos, como dibujos grabados.

A lo largo de varias centurias, la imprenta fue mejorándose técnicamente. De la imprenta (plano contra plano) se llegó a la rotativa (cilindro contra cilindro) que permitía mayores tiradas. Así, en 1846 nace en Filadelfia la primera prensa moderna. En 1796 aparece la linotipia, que tendría fuertes repercusiones sobre el libro y la prensa, pero sobre todo sobre el cartelismo que cobra gran auge a partir de 1860. En 1904, el desarrollo de la impresión en offset, usada en la actualidad, supone un nuevo impulso para el medio impreso.

Libros, periódicos, revistas, boletines, carteles y folletos de todo tipo han conformado durante muchos años el reino exclusivo y privilegiado del soporte papel y de un muy útil dispositivo de escritura: la imprenta. La llegada del ordenador ha revolucionado el mundo de la impresión facilitando aún más sus usos y funcionalidades. La impresión digital sobre papel permite componer texto e imágenes de manera más efectiva y rápida. Pero el ordenador también permite ahora huir de los condicionamientos de la página impresa. La imprenta mejoró el lapso de tiempo entre la producción de los códices y su reproducción por medio de copistas y escribanos e incluso permitió una distribución a mucho mayor escala. La impresión digital perfecciona estas funciones, pero sigue siendo lenta en comparación con la velocidad de los flujos electrónicos. Las funcionalidades del hipertexto escapan de la página en papel para encaramarse y mostrarse en la pantalla. La edición, el almacenamiento en nuevos soportes tanto de tipo magnético (disquetes, discos duros, discos zip, tarjetas de memoria, etc.) como óptico (CD-ROM, CD-Audio, DVD), y el acceso directo y en línea son, si no un fuerte competidor excluyente, sí una nueva alternativa que emerge con fuerza y dinamismo.

David R. Olson afirma en Cultura escrita y oralidad que el hipertexto y la hipermedia han supuesto un cambio de soporte para el conocimiento y la comunicación tan radical como el cambio que supuso el papel sobre el medio oral.

 

 

 

LOS CAMBIOS EN LOS SOPORTES DE LECTURA Y ESCRITURA

 

María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen, en www.hipertexto.info.

 

La aparición del hipertexto y otros medios de producción, edición y publicación de documentos en forma electrónica y digital ha venido acompañada de una serie de cambios tecnológicos tanto en los soportes y dispositivos de escritura como en los de lectura. Para Roger Chartier, la revolución del texto electrónico es, al mismo tiempo, una revolución de la técnica de producción y de reproducción de textos, una revolución del soporte de lo escrito y una revolución de las prácticas de lectura.

 

 La escritura y la lectura se han producido y transmitido siempre de forma secuencial porque así lo exigían las distintas tecnologías que les servían de soporte. Con la aparición de la tecnología hipertextual, la pantalla se ha convertido en el principal soporte de visualización ya que permite la multisecuencialidad característica del hipertexto, haciendo de la pantalla un soporte que entra en franca competencia con el papel -que deja de ser el soporte privilegiado- y, por extensión, con el formato que se ha considerado hegemónico como vía y soporte del conocimiento: el libro. Esta circunstancia ha llegado a desencadenar los temores y fobias de  muchos agoreros que pregonan no sólo la muerte del libro, sino también la del pensamiento "racional". La frase de El Jorobado de Notre Dame de Víctor Hugo: "Ceci tuera cela" (¿Esto matará a esto otro?) refiriéndose a que el libro matará la catedral o el alfabeto matará a las imágenes, se ha convertido en una letanía repetida hasta la saciedad.

Sin embargo, el hipertexto no elimina la escritura y la lectura, el hipertexto no elimina el libro, sino que expande los modos de lectura y escritura, crea nuevos soportes, nuevos formatos de almacenamiento y procesamiento de textos y  nuevas funcionalidades, y aporta nuevos modos de expresión, acceso a la información y vías para adquirir y compartir conocimiento. Por otro lado, el hipertexto favorece nuevos modos de edición y publicación y hoy cualquier persona, con unas herramientas mucho más sencillas, fácilmente accesibles y menos costosas que en épocas anteriores, se puede convertir en editor, "impresor" y distribuidor de sus propias obras. El mundo de la edición se ha modificado notablemente gracias a los ordenadores a los que Nelson llamó "máquinas literarias". La nueva impresión digital en papel o en otros medios o formatos de texto electrónico como los e-books o los archivos .pdf y, sobre todo, la publicación y difusión de hipertextos en la Web, han revolucionado no sólo el mundo del libro y de la edición, sino también todo el universo relacionado con las ciencias de la información y la documentación: las bibliotecas, las técnicas documentales, el periodismo, la formación, educación e investigación, y todas las formas de acceso a la información, el conocimiento y la cultura. Javier Echeverría al referirse a la propiedad de expresar en forma digital cualquier modalidad de expresión humana (habla, sonidos, música, imágenes, expresiones corporales, etc.), afirma: "Nunca un impresor contó con unas planchas alfabéticas y sígnicas tan polivalentes y tan multiculturales como la codificación digital que está a la base del nuevo formalismo". El paso de los medios lineales (analógicos) a los medios no lineales (digitales), cambia la producción y el acceso al contenido informacional, pero también la forma de expresión de los contenidos.

Cierto es que se pueden producir nuevas formas de analfabetismo no por la incapacidad de leer y escribir, sino por la incapacidad de manejar los nuevos medios tecnológicos o por la imposibilidad de acceder a las nuevas formas de transmisión de lo escrito (la brecha digital puede deberse a la falta de infraestructuras que impidan tener acceso a la red o a un teléfono -el 63% de la población nunca ha hecho una llamada telefónica-, no tener acceso al dinero, etc.). No basta la alfabetización, hay que dominar las interfaces y tener acceso a ellas, saber navegar y buscar información en Internet, elaborar páginas web, aprender a leer y escribir imágenes y sonidos o conocer las técnicas para elaborar y escribir nuestras propias películas, etc. pero una vez alfabetizados en el nuevo entorno electrónico y digital, la aparición de las nuevas tecnologías facilita ciertas tareas, mejora muchos procesos y ofrece nuevas oportunidades para el acceso universal a la información y la participación en la elaboración y construcción de conocimiento. En el campo de la documentación, la aparición del hipertexto supone, sin la menor duda, una mejora evidente y empírica y la Web, en potencia, se ha convertido en una especie de biblioteca universal en donde cualquier persona, desde cualquier parte del mundo y en tiempo casi real, puede acceder y contribuir a esa enorme memoria humana colectiva que se abre como base de información y conocimiento universales. Las desigualdades de producción y acceso no vienen impuestas por la tecnología, sino por la existencia de un sistema económico y social terriblemente injusto y desigual.

La pantalla

En el mundo hipertextual, todos los textos se dan en el mismo soporte de lectura y escritura: la pantalla. Hace apenas una década, el papel era el dispositivo principal de escritura y lectura. El cinematógrafo, y más tarde la televisión, habían convertido la pantalla en un dispositivo de uso corriente, pero no ha sido hasta época reciente en que la explosión de la informática ha conducido a ver y construir el mundo a través de las pantallas conectadas al ordenador o en consolas independientes. La pantalla era el soporte por excelencia para ver imágenes y más concretamente, para visionar imágenes en movimiento acompañadas de audio. La pantalla era el reino del audiovisual. Hoy la pantalla está presente en muchas de las actividades humanas y en una serie interminable de objetos de uso cotidiano: los teléfonos móviles y algunos fijos, lavadoras, frigoríficos, hornos, automóviles, reproductores de música o vídeo, cámaras fotográficas, etc. Lo digital se manifiesta a través de una pantalla, tanto para que demos las órdenes o programemos al aparato, como para acceder y ver los contenidos. La pantalla es el reino del multimedia informático, de la misma forma que las ventanas en la pantalla, son el dominio del hipertexto/hipermedia.

Muy recientemente se ha pasado de los monitores de tubo de los ordenadores de sobremesa a la pantalla plana de cristal líquido. Incluso los televisores abandonan el grosor de los tubos de rayos catódicos y se pasan a la tecnología LCD (Liquid Cristal Display).  

Las pantallas planas con tecnología TFT (Thin Film Transistor)-LCD (Liquid Cristal Display), de gran contraste y resolución de imagen, han supuesto una revolución para el diseño puesto que son sumamente delgadas- ocupan unos pocos milímetros-y gastan muy poca energía. Incluso los televisores fabricados con esta tecnología han logrado una imagen de gran resolución, calidad en el brillo y contraste y un mayor realismo, y suelen ser compatibles con otras aplicaciones digitales como vídeo, DVD, etc.

En 1939 apareció este comentario en el diario The New York Times: "El problema con la televisión es que la gente debe sentarse y mantener sus ojos pegados a la pantalla; la familia común americana no tiene tiempo para ello. Por lo tanto, la gente del espectáculo está convencida por esto mismo, de que la televisión nunca llegará a ser un serio competidor de la radio". ¿Qué es lo que ha sucedido en estos 50 años? . Manuel Castells afirma que a mediados de la década de los 90 había más de mil millones de aparatos de televisión en el mundo. Según el Dentsu Institute for Human Studies, en Japón, la familia media ve la televisión 8 horas y 17 minutos diarios, y según Nielsen, en Estados Unidos los monitores de televisión están encendidos unas 7 horas de media y los adultos la ven una media de 4 horas al día. Todos estos ejemplos son citados por Jeremy Rifkin en La era del acceso, quien además afirma: "Pensemos que hace sólo cien años broadcast (transmitir) era aún un término agrícola que se refería a la siembra de semillas."  Así pues, es el triunfo imparable de los media con ventaja hegemónica para la televisión, y la presencia constante de un monitor de televisión en nuestras vidas. Pero ¿qué está sucediendo ahora?

salón con pantalla grande         pantalla como telón

Las pantallas se han convertido en las verdaderas protagonistas del mundo digital. Ahora combinan el mundo informático y el de la información y comunicación, convergiendo en ellas todas las tecnologías y todos los medios de información y comunicación. Gracias a las pantallas no sólo nos movemos por la Web y recorremos los espacios de Internet, sino que podemos ver la tele y consultar el teletexto, oír la radio, escuchar nuestro CD favorito y también conectar cualquier aparato digital: cámaras o videocámaras digitales, DVDs, vídeos, consolas de vídeo-juegos, etc. Para mayor sensación de realismo, muchas pantallas llevan incorporados circuitos de sonido y potentes amplificadores que crean un campo de sonido envolvente de 360º. En suma, disponemos del cine, la radio, la televisión, acceso a todos los periódicos digitales, a nuestros vídeos y fotografías, a escuchar música, a visitar museos o acceder a mundos virtuales y a disponer de toda la gran biblioteca universal que es la World Wide Web, gracias al hipertexto, en el salón de nuestra propia casa.

Nuestra iconosfera ya no será predominantemente de imágenes estáticas, sino audiovisual e interactiva. Los monitores se han aplanado hasta convertirse en unos paneles de finísimo grosor, pero de muchas pulgadas de longitud. La pantalla ahora es una lámina delgada que puede empapelar la pared de una habitación u ocupar todo el techo del salón. Ahora sí que podemos sumergirnos y vivir en las pantallas, como dice Sherry Turkle en su libro "Life on the Sreeen: Identity in the Age of the Internet" donde nos habla de la adopción de nuevas identidades en los mundos virtuales de la pantalla.

El problema de este nuevo mundo en las pantallas radica en que el grado de interactividad se puede limitar a hacer zapping, a participar en los concursos de la televisión votando a través del teléfono móvil, el cable o Internet, a ser un avatar en un juego de realidad virtual sin ninguna incidencia sobre el mundo real o a convertirse únicamente en consumidor dentro del gran hipermercado global en que se está transformando el ciberespacio. En una sociedad donde todo se ha convertido en mercancía, el peligro de que las experiencias culturales e informacionales se conviertan en mercancías, es un hecho anunciado.

Rifkin afirma que "Mediante el control de la información y las nuevas tecnologías de comunicación, los vendedores acaban desempeñando el papel que antes solían tener las escuelas, las iglesias, hermandades e instituciones cívicas y vecinales, en la creación, interpretación y reproducción de la expresión cultural, y en la conservación de las categorías culturales". Y anuncia del peligro del control de los accesos por parte de las grandes compañías de los medios de comunicación, algo que ya está sucediendo con el control de los grandes portales o puertas de acceso a la red.

De igual forma, la mercantilización está entrando en actividades relacionadas con la búsqueda y acceso de la información contenida en la Web. Francis Pisani en su artículo Los motores de búsqueda, el saber y la publicidad, informa de que numerosas compañías pagan a los buscadores para que sus sitios web aparezcan bien ubicados cuando un internauta hace una consulta relacionada, de lejos o de cerca, con su área de actividad. Es decir, las empresas compran sus puestos para aparecer en las primeras posiciones de las listas de los buscadores o bien para recibir un trato "especial" en los indexadores. Pisani concluye: "En la era del conocimiento, las técnicas de indexación y de visión están adquiriendo cada vez más un papel de utilidad pública. Ninguna alteración en su funcionamiento debe ser inocente".

Sin embargo, aunque el ciberespacio sea un inmenso centro comercial de escala planetaria, todavía quedan algunas islas de sumo interés y se pueden construir muchos más territorios, e incluso configurar enormes archipiélagos de participación, colaboración en la producción de información y en la defensa y puesta en práctica para que ésta esté accesible de forma universal. De igual manera, también se pueden crear nuevos espacios para la acción social tanto dentro, como fuera de las redes y estos espacios se pueden fortalecer mutuamente, y la llamada Web 2.0 es una clara prueba de ello.

Al igual que el cine se ha convertido en una maquinaria industrial para el consumo de masas y la televisión en una fábrica de televidentes pasivos que consumen desaforadamente marcas publicitarias y programas basura, los usos de Internet se están encaminando hacia el ocio, el consumo y el entretenimiento masivos. Nada nuevo bajo el sol. Pero siempre quedan resquicios para el buen cine, la literatura de calidad en soporte papel o en la red, y la ventana abierta a la biblioteca universal o archivo de conocimiento compartido que es la Web, y al amplio espacio de comunicación e interacción que abre Internet.

La realidad real y la realidad virtual se mezclan y confunden ahora en la misma pantalla, y la ambigüedad será incrementada por el sonido envolvente y por la mejora alcanzada en la elaboración de imágenes por ordenador y mundos en 3 dimensiones. Rheingold en su obra Realidad Virtual, nos advierte de que "la realidad está desapareciendo tras una pantalla" y que "la propia realidad se puede convertir en una mercancía fabricada y cuantificada".

No es sólo la presencia constante de la pantalla de la tele o del ordenador, también otras pantallas nos rodean. Las máquinas y herramientas mecánicas han sido sustituidas por las máquinas digitales y para manejar éstas es necesaria la presencia de una pantalla, una interfaz que haga las funciones de mando de control. Ya no hay que dar vueltas a una manivela, girar una tuerca para mover las manecillas del reloj o dar vueltas al anillo de diafragmas de la cámara fotográfica, ahora hay que pulsar botones y programar un chip. Gran parte de los aparatos domésticos son digitales. Y estos aparatos electrónicos son multimedia, todos dotados de una pantallita que nos permite controlar el tiempo que tardará en asarse un pollo en el microondas, y de una serie de bits en forma de horrendos pitidos que nos avisan de que el ave ya está en su punto (aunque en este caso la tecnología microondas no ha superado al fuego, puesto que sigue estando mucho más sabroso con la tecnología que hace varios milenios, robó a los dioses y nos trajo a los humanos, Prometeo). Las pantallas nos permiten sacar dinero de los cajeros automáticos (si hay fondos, claro); los lectores ópticos controlan nuestras compras en el supermercado; y las cámaras nos vigilan en el banco, el metro, los comercios, etc. proyectando nuestras actividades en todo tipo de pantallas y monitores e incluso grabando todos y cada uno de nuestros movimientos reales y virtuales.

Vemos la vida a través de las pantallas y vivimos a través de las pantallas. Ahora las guerras se nos presentan como una representación incruenta donde no hay sangre ni cadáveres, sino fuegos de artificio tecnológicos y bombas asépticas asistidas por ordenador. Y también vivimos la vida a través de las pantallas creando mundos virtuales, simulados y realidades paralelas. Incluso para tomar fotografías -antaño el arte de la objetividad y el realismo-, ya no miramos a través del objetivo, sino que encuadramos la imagen dentro de una pantalla.

Pero las pantallas no sirven únicamente para la vigilancia y el control social, o para manipular la realidad o salirse de ella, las pantallas también hacen posible la expresión artística, la información, la comunicación y la colaboración en el conocimiento a distancia. Y las pantallas hacen posible el hipertexto. No es extraño que, igual que toda luz, las pantallas también produzcan sombras.

 

Ventanas en la pantalla: las páginas del hipertexto

La proliferación de pantallas, y más concretamente, lo que se denominan ventanas dentro de la pantalla del ordenador, fraguan el hipertexto. Las ventanas superpuestas en una pantalla hacen posible la multisecuencialidad del hipertexto. Las páginas del hipertexto no son un rosario encadenado de hojas de papel, sino una sucesión y una superposición de ventanas que se manifiestan por medio de las interfaces gráficas de los programas vistos a través de los navegadores. De igual manera, ventanas superpuestaslos programas se abren y se cierran y podemos tener abiertas varias aplicaciones a la vez y realizar diferentes tareas. Con sólo un clic de ratón pasamos de una pantalla a otra. También podemos desplegar dos o más ventanas a la vez y colocarlas a nuestro gusto enfrentándolas en posición horizontal, vertical o en forma de mosaico.

Igual que la lectura del hipertexto se puede fragmentar en múltiples ventanas, es corriente ahora fragmentar la pantalla del televisor en varias ventanas para ofrecer varias imágenes a la vez o para mostrar una acción o un hecho visto desde diferentes perspectivas, algo muy utilizado en los acontecimientos deportivos.

El marco en la pintura era también una ventana, un recuadro que servía para separar la realidad de su representación. La ventana sirve tanto para tomar imágenes (encuadre de la cámara fotográfica, de vídeo o cinematográfica), como para mostrarlas o proyectarlas. Una pintura o una fotografía siempre tienen un marco espacial, un recuadro que delimita sus contornos. Pero el texto también ha tenido su marco, los contornos de la página impresa. Siempre hay un reborde, unos límites. En el hipertexto la pantalla se expande por medio de las barras de desplazamiento horizontal y vertical. Leer en desplazamiento horizontal es mucho más incómodo, por lo que lo común es utilizar una barra de desplazamiento vertical. Dispositivos como el ratón (que auxilian a la lectura y escritura) han incorporado un mecanismo con forma de rueda deslizante que sirve para desplazar la página en sentido vertical hacia arriba y hacia abajo, sin mucho esfuerzo.

En las bibliotecas y centros de documentación era muy importante el tipo de soporte utilizado, ya que éste condicionaba la forma y lugar del almacenamiento físico del documento y también la forma y lugar precisos para su posterior recuperación. Sin embargo, este rol preponderante del soporte, ha ido cediendo paso al contenido y más concretamente al acceso al contenido. El contenido se convierte en el verdadero protagonista de la información, el papel ha dejado de ser su soporte privilegiado y ahora cobra importancia la pantalla, y las posibles y múltiples ventanas que se abren y cierran dentro de ella y que permiten una multisecuencialidad en la lectura.

El documento digital siempre tiene un emplazamiento de inscripción material, aunque éste permanezca oculto y remoto y se actualice en nuestra pantalla de ordenador viajando a través de las redes. El documento se ubica en la memoria del ordenador que hace las veces de servidor, en tanto que nuestro ordenador hace la función de cliente para poder acceder al servidor. Cuando desaparece ese emplazamiento, el documento desaparece. El soporte físico puede estar a miles de kilómetros de nuestra pantalla, pero los electrones viajan a través de las redes.

Ya se habla hoy de texto impreso en pantalla electrónica, incluso es corriente mencionar la tinta electrónica. Los futuros libros, ya presentes, como los libros electrónicos y los e-books tienen el aspecto de una pantalla. Una pantalla que imita al libro o un libro que imita a la pantalla.

Se habla de la existencia de una histórica dialéctica entre imagen y texto cuyo triunfo es de la imagen sobre el texto y de la existencia de una nueva racionalidad. Si antes era la tinta sobre el papel, ahora son los píxeles en la pantalla los que representan la información. El texto parece haberse reconvertido en una imagen al utilizar la pantalla como nuevo soporte.

 

 

 

NUEVOS DISPOSITIVOS DE ESCRITURA

María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen, en www.hipertexto.info

No sólo el ordenador, sino también la imprenta, el pincel, el punzón, la caña, la pluma, la tiza, el lápiz, el bolígrafo, la máquina de escribir manual o electrónica y el teletipo son todos ellos máquinas y artefactos de escritura. Sólo se escribe desde hace seis mil años, aunque el ser humano puebla la Tierra desde hace más de un millón. Como dice Ong, “El hecho de que comúnmente sintamos la influencia de la escritura sobre nuestros pensamientos muestra que interiorizamos la tecnología de la escritura tan profundamente que sin un tremendo esfuerzo no podríamos separarla de nosotros mismos o incluso reconocer su presencia e influencia”.

Y continúa Ong, “Platón pensó la escritura como algo externo, como una tecnología ajena, como mucha gente piensa hoy del ordenador. Porque actualmente tenemos la escritura tan profundamente interiorizada, la hace así una parte de nosotros, como en la época de Platón que no tenían todavía ésta plenamente como una parte de sí, nosotros encontramos dificultades para considerar la escritura una tecnología como comúnmente se asume que son la imprenta y el ordenador". “En contraposición a lo natural del discurso oral, la escritura es completamente artificial. No hay una forma de escribir “naturalmente”. Las tecnologías son artificiales, pero –otra vez la paradoja- la artificiosidad es natural al ser humano".

caligrafía china        caligrafía

Figuras: Caligrafía china y dispositivos de escritura.

Hoy el teclado del ordenador se ha convertido en la principal herramienta de escritura, pero también contamos con el ratón, los punzones y los lápices ópticos para escribir imágenes; la cámara fotográfica digital para escribir fotos; la webcam y el vídeo digitales para escribir películas; los teclados midi para escribir música, el escáner para digitalizar todo tipo de textos e imágenes y el micrófono no sólo para escribir sonidos de cualquier clase y condición, sino también para escribir textos al dictado. Y la tinta electrónica aun explora nuevos soportes al margen de los tradicionales PCs.

Así, podemos concluir, que los actuales dispositivos de entrada de los ordenadores (esto es, los encargados de introducir los datos y programas del exterior a la memoria central del ordenador), son las nuevas herramientas de escritura, de un nuevo tipo de escritura, la escritura digital.

Entre los principales dispositivos de escritura destacan:

Teclado: Es una colección de interruptores en forma de teclas distribuidas en 5 grupos:

- Alfanuméricas: son las teclas que se parecen a una máquina de escribir. A esta serie de teclas se les llama distribución QWERTY.

- Numéricas: se localizan a la derecha y simulan una máquina con los 10 dígitos y los operadores (+, -, /, * ).

- Teclas de función: en la parte superior del teclado de F1 a F12.

 - Teclas del movimiento del cursor: teclas en forma de flecha  que permiten mover el cursor abajo, arriba, izquierda o derecha. El cursor puede aparecer como una caja, línea, flecha o en forma de viga.

- Otras teclas de control: Insert, Inicio, Supr, Av Pág, Bloq Mayús, etc.

Existen diferentes teclados dependiendo del idioma empleado. En los teclados modernos suelen incluirse otro tipo de teclas para acceso directo a e-mail, Página principal de acceso a la WWW, Buscar en la WWW, Favoritos, etc. e, incluso, incluyen las teclas para el control de los reproductores multimedia (audio y vídeo) con lo que se puede subir el volumen, avanzar, parar, interrumpir el sonido, etc. operando desde el teclado.

 

  El ratón: inventado por Doublas Engelbart, es un dispositivo tanto de entrada de datos como de control. Sirve para señalar un punto determinado de la pantalla, lo que nos permite mover el cursor al desplazarlo en una superficie plana. Cuenta con uno o varios botones: izquierdo, derecho, con los cuales se puede operar: un clic sirve para seleccionar el elemento al que apunta, doble clic activa el icono apuntado, un clic sin soltar y desplazar el ratón sirve para mover el elemento (aunque todas estas funciones se pueden modificar). Existen varios tipos diferentes de ratón:
 

ratón mecánico: cuenta con una bola de goma por medio de la cual se transmite el movimiento a dos ejes con ruedas dentadas que obturan alternativamente el enlace óptico entre dos células fotoeléctricas (emisora y receptora). La obturación produce la cadena de impulsos eléctricos que, tratados electrónicamente, puede interpretar el software del ordenador y traducirlo en movimientos del puntero sobre la pantalla.

 ratón óptico: carece de bola de goma y se basa en la tecnología que es capaz de generar y dirigir un haz de luz, pero sus funciones son similares al anterior.

ratón inalámbrico: puede ser de bola u óptico, su característica es que carece de cable que le una al ordenador, pero necesita pilas o baterías para funcionar.

 touch pad: se utiliza en los ordenadores portátiles y consiste en una membrana rectangular pequeña y sensible al tacto que está situada en el teclado por debajo de la barra espaciadora. Al mover los dedos por la membrana provocaremos el movimiento del cursor en la pantalla.

track ball: lo que proporciona el movimiento al puntero es la bola y por eso el ratón presenta su bola al alcance del dedo pulgar, único dedo que es preciso mover para lograr el desplazamiento del puntero. Es el modelo más utilizado cuando se dedica a un uso público.
 

Escáner: Es un lector láser que permite convertir originales en formato papel a formato digital (texto o imágenes fijas) para que puedan ser grabadas en cualquier soporte de almacenamiento. Se emplea también para digitalizar texto mediante las llamadas técnicas de OCR (Optical Character Recognition), esto es, reconocimiento óptico de caracteres, que sirven para convertir las imágenes de texto en texto con el fin de poder posteriormente manipularlo.
 

Tableta gráfica: Con este dispositivo podemos dibujar como si fuera sobre papel o una pizarra y transferir estos datos digitalmente. Las imágenes resultantes se transfieren al ordenador para poder almacenarlas en cualquier dispositivo de almacenamiento digital con un formato gráfico de mapas de bits.  
 

Lápiz óptico: Se trata de un dispositivo similar a un lápiz con una cabeza lectora, con la que puede escribirse o dibujarse en la pantalla del ordenador, si ésta es sensible a estos dispositivos, o para escribir en una tableta gráfica. En algunos casos puede funcionar sustituyendo al ratón, aunque su principal función está asociada a programas de dibujo, ilustración, o CAD.
 

Cámara fotográfica digital: las  fotografías realizadas con la cámara digital se guardan en la memoria de la propia cámara o en una tarjeta de memoria en formato de imagen o bien se pueden transferir directamente el ordenador a través de una conexión.
 

midi

WebCam y Cámara de Vídeo digital: a través de estos dos dispositivos, podemos capturar imágenes en movimiento y guardarlas en formato de vídeo digital.
 

Teclado midi: consiste en un teclado o sintetizador que nos permite escribir audio en el ordenador. Simplemente se toca el instrumento y, mediante las conexiones adecuadas, la tarjeta de sonido y determinados programas, se escriben los archivos de audio.
 

Micrófono: igual que el anterior, permite grabar archivos de audio, pero también, con los programas adecuados para el reconocimiento de voz, nos permite escribir texto al dictado sobre la pantalla.

 

 

 

FORMATOS DE ESCRITURA. LA ESCRITURA DIGITAL.

María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen, en www.hipertexto.info

 

El hipertexto y la hipermedia expanden la escritura ofreciendo una nueva dimensión cognoscitiva y estética. La hiperescritura adopta una morfología, la digital, que integra y amalgama todas las morfologías de texto, imagen, audio, animaciones, pintura, dibujo, fotografía, cine, etc. Todas las formas y medios de expresión artística caben en el nuevo texto. La digitalidad ha transformado el texto. Leibniz soñaba con un sistema de escritura que fuese capaz de "pintar los pensamientos", la hipermedia se acerca.

Los simples procesadores de texto permiten una nueva dimensión artística y estética pudiendo integrar texto, imagen y sonido en un mismo documento. La Web hipermedia va más allá al ofrecer una nueva y totalizadora dimensión expresiva: texto, imagen, sonido, vídeo, imágenes en movimiento, gráficos en 3D, etc. se combinan en un único soporte de escritura. La Web no es sólo la biblioteca universal, sino el museo universal en línea en el que cualquier autor puede exponer sus obras. Pero además, con el hipertexto nace un nuevo tipo de logografías formadas por iconos y signos topográficos que llenan el espacio de las pantallas y que pueblan los hipertextos y las páginas web con una lluvia constante de señales que se dispersan a lo largo de todo el texto. Son las herramientas para la navegación, los instrumentos de la interfaz gráfica que permiten al usuario moverse e interactuar con los contenidos. La metáfora del viaje o, cuanto menos, de los itinerarios posibles debe estar presente en el diseño de cualquier hipertexto. Así encontramos botones de avance y retroceso, flechas en todas direcciones, signos de interrogación, lupas para las búsquedas, etc. Los iconos pueblan los documentos hipertextuales a modo de pecas sobre una nueva piel muy diferente al papel.

La escritura, desde sus orígenes ha sido siempre multimedia. El papel también permitía la multimedialidad: texto e imágenes, pero excluía el sonido. En el texto se podían dibujar las imágenes o utilizar otros medios mecánicos, manuales o pseudomanuales como recortar y pegar fotografías, etc. La máquina de escribir no permitía líneas verticales, ni bordes, ni tablas, ni gráficos de ningún tipo. El procesador de textos del ordenador permite hacer de forma rápida y sencilla lo que antes constituía un verdadero ejercicio de laboriosidad. Y hoy, los editores de páginas web, facilitan mucho la labor del diseñador de páginas web.

Una vez digitalizados, todas las morfologías de escritura se transforman en bits, pero cada elemento (texto, imagen o sonido) va codificado en un determinado formato.  El conjunto de los distintos bloques de información textual y no textual que van a formar parte de un mismo documento se almacena en un único archivo. Aparecen así los formatos de documento, todos ellos fruto de un proceso de estandarización puesto que era necesario establecer una serie de normas y acuerdos para que dichos archivos puedan ser leídos e interpretados por los distintos softwares o programas informáticos concretos. Un documento lleva un nombre y una extensión que indica si se trata de un formato de texto o un formato gráfico y en qué programa se puede leer y descodificar. Y si este archivo informático es específico para la lectura, escritura, impresión de los datos, etc. Pero también los formatos se pueden modificar ya que los archivos de una morfología determinada se pueden transformar en otra. Por ejemplo, un texto se puede convertir en una imagen, y una imagen puede transformarse en datos textuales.

El formato de texto más sencillo y también el más antiguo y general, ya que puede ser leído por cualquier software es el formato ASCII o "American Standard for Codification and Interchange of Information". Se trata de un alfabeto que consta de 128 caracteres o símbolos. Pero existen formatos más complejos que pueden incluir información relevante no sólo sobre el tipo, tamaño y forma de las letras (se denomina fuente a un tipo determinado de alfabeto), ordenación, estilos de escritura, reglas de composición, márgenes, paginación, si el documento contiene tablas o ilustraciones, etc; sino que también los formatos pueden incluir información sobre la estructuración de esos datos, como cuestiones referentes al contenido (metadatos) o marcas que incluyen información sobre los enlaces, vinculaciones con otros contenidos o programas, etc.

La edición de textos en formato hipertextual, se realiza a través de formatos de escritura por medio de los llamados lenguajes de marcas o lenguajes de marcado: HTML (HyperText Markup Language), SGML (Standard Generalized Markup Language), XML (eXtensible Markup Language), etc.

También existen formatos específicos para la impresión de textos, como los formatos PostScrip, en los cuales no es posible que el documento se modifique a la hora de imprimirlo ya que definen el el contenido de las páginas (texto e imagen) con independencia del dispositivo de salida utilizado. O los formatos PDF (Portable Document Format), que guardan una exacta disposición tipográfica de todo el documento y que recientemente han incorporado prestaciones hipertextuales. Entre estos se ha impuesto el formato PDF creado por Adobe Acrobat, pero también existen otros como el LaTex, muy empleado por los matemáticos ya que permite incluir fórmulas matemáticas complejas.

El formato PDF de Acrobat es utilizado por muchos editores y autores ya que conserva la forma exacta de los documentos para su visualización e impresión. Incluye imágenes y la posibilidad de navegar por medio de marcas de hipertexto, enlaces, etc. http://www.adobe.es/products/acrobat/adobepdf.html Para su lectura únicamente es preciso disponer de un programa de lectura (Adobe Reader) que se puede descargar de forma gratuita desde Internet, en la siguiente dirección: http://www.adobe.com/products/acrobat/readstep2.html

Adobe Reader             PDF

 

El software gratuito Adobe® Reader® permite ver e imprimir archivos de formato de documento portátil de Adobe (PDF) en las principales plataformas de hardware y sistemas operativos. Adobe Reader 7.0 es la versión más reciente del conocido software Adobe Acrobat® Reader. También sustituye a Adobe eBook Reader, software para visualizar libros electrónicos con gran definición tanto en ordenador portátil como en el PC de escritorio.

Además de Adobe, existen otros programas gratuitos y libres con los que editar y visualizar archivos .pdf ya que en realidad, .pdf es un formato no propietario. Es el caso del editor Ghostscript (http://www.ghostscript.com/) y del visualizador Ghostum: (http://www.ghostgum.com.au/).

Mobipocket   Open eBook Fundation   ebrary

 

Los e-books más utilizados son, sin duda, Adobe Reader y Microsoft Reader. Ambos sistemas permiten la lectura, navegación y visualización, pero otros programas añadidos hacen posible la escritura.

Adobe ReaderAdobe Reader http://www.adobe.com/products/acrobat/readermain.html

Microsoft ReaderMicrosoft Reader  http://www.microsoft.com/reader/es/downloads/pc.asp

El e-book de Microsoft dispone del llamado Read in Microsoft Reader add-in que añade un icono a la barra de herramientas estándar de Word y que permite, con solo hacer clic sobre él, convertir cualquier documento Word a formato .lit de Microsoft Reader. El programa se puede descargar de forma gratuita desde: http://www.microsoft.com/reader/downloads/rmr.asp Además de para PCs y portátiles, también existen versiones de este lector para PDAs u ordenadores de bolsillo y para Tablet PC. http://www.microsoft.com/reader/downloads/

También se pueden crear documentos de este tipo convirtiendo archivos HTML marcados de acuerdo con los estándares definidos por la Open eBook Fundation. E, incluso, podemos usar el Servicio Web gratuito eBook Express que admite prácticamente convertir cualquier tipo de texto y devuelve rápidamente un eBook Microsoft Reader. Este servicio gratuito acepta textos en formato .doc, .rtf, .htm/.html, xml, .txt, .wps, .wpd, .wri y archivos planos ASCII como archivos fuente. También permite incluir la portada del eBook. http://www.eBookexpress.com

MobiPocket Reader es otro editor que permite crear e-books importando archivos pdf o de Word y que sirve tanto para PCs, como para PDAs u ordenadores de bolsillo. http://www.mobipocket.com/

eBrary: es un editor pdf que ofrece numerosas funcionalidades y herramientas de edición para crear documentos. Permite convertir el formato PDF en el llamado formato EDF (Exchange Data Format de ebrary) que ofrece otras muchas funciones de búsqueda, visualización, navegación y exploración. http://www.ebrary.com/

Pero la escritura digital no se limita a la edición de textos, sino que también podemos escribir las imágenes y los sonidos e incluso podemos integrarlos en el propio texto, convirtiendo la tecnología digital en multimedial y el hipertexto en hipermedia. Entre los formatos gráficos más comunes se encuentran TIFF, BMP, JPEG, GIF para imágenes fijas; MPEG, MOV y SWF para vídeo e imágenes animadas y los documentos sonoros suelen ir en formatos de audio tales como WAV, MIDI, RAM, WMF, AU, MP3, etc.

El estudio How Much Information? 2003 confirma  el alto porcentaje de uso de los archivos pdf. (9,23%).

 

 

 

LA ESCRITURA HIPERMEDIA

Juan Antonio Pastor Y Tomás Saorín  en Cuadernos de Documentación Multimedia


 

La progresiva constatación de la aparición de una sociedad documental, en la que se generan, comunican y buscan documentos en entornos digitales, es motivo de reflexión sobre las posibilidades de una escritura hipermedia, que potencie las funcionalidades presentes y dispersas entre aplicaciones ofimáticas diversas y entornos de trabajo. Se plantea un entorno de escritura integrador, conforme a la línea de análisis presentada en el trabajo.

1. Introducción

Estamos asistiendo al nacimiento de una Sociedad Documental. El concepto de documento como soporte de información es algo que está penetrando en el pensamiento de las personas. Profesionales, estudiantes, investigadores y una larga lista de individuos con actividades muy dispares están creando, intercambiando y consultando elementos documentales. Sin embargo, esta situación no se produce con la aparición del concepto documento, es decir, no surge con cualquier soporte, sino que lo hace de forma muy explícita con el soporte electrónico. El cambio de paradigma surge con la era digital.

Es ahora cuando los usuarios de los ordenadores personales, mantienen archivos personales de documentos, cuando se comunican a través de Internet y pueden acceder a grandes cantidades de información, cuando la interacción entre bases de datos, correo electrónico, archivos ofimáticos, páginas web, redes locales, crea, por agregación e integración, un elemento nuevo.

Sin embargo, existen algunas dificultades en la unión de los conceptos de trabajo en grupo (o corporativo), trabajo individual, creación documental y búsqueda de información. Actualmente los sistemas de creación o edición documental suelen ser muy restrictivos respecto a este punto, aunque poco a poco algunas herramientas ofimáticas y paquetes integrados de officework están incorporando ciertas características muy interesantes.

Es una realidad que no se trabaja con elementos documentales muy extensos, sino que se tiende a la fragmentación de otros más pequeños o sencillos por diversos motivos: flexibilidad en los cambios, comunicación distribuida en redes, facilidad de lectura, rapidez de acceso, estructuración en grupos de trabajo, etcetera. En definitiva se utilizan técnicas de hipertexto (aunque sea de forma implícita) para la elaboración documental.

Por otro lado, esos elementos documentales son heterogéneos en cuanto a contenidos y tipología del medio informativo utilizado (textos, imágenes, sonidos, gráficos). Nos referimos evidentemente a la "multimedia", término que se ha introducido en todos los ámbitos de nuestra sociedad, llegando a constituir un reclamo para el consumo de masas. La expresión "sociedad multimedia" como un entorno donde los elementos audiovisuales constituyen una herramienta muy poderosa, no solamente para el ocio y el consumo, sino dentro del trabajo y la educación. Los documentos multimedia combinan diversos tipos de información en un orden determinado en el tiempo y en el espacio, sincronizándose con una serie de acciones.

El término "hipermedia" surge de la fusión entre ambos conceptos: el hipertexto y la multimedia. Los sistemas de hipermedios podemos entenderlos como "Organización de información textual, visual gráfica y sonora a través de vínculos que crean asociaciones entre información relacionada dentro del sistema." [Caridad y Moscoso, 1991, p. 48]. Actualmente estos términos se confunden e identifican entre sí, de tal forma que al nombrar uno de los conceptos anteriores (hipermedia, hipertexto o multimedia) de forma instintiva y casi automática se piensa en los otros dos. Fruto de esta interrelación de ideas y apoyadas por nuevas necesidades de trabajo aparecen una serie de herramientas ofimáticas orientadas ya no como procesadores de textos, sino como procesadores hipermedia. Estas aplicaciones combinan ciertas características del hipertexto dentro de documentos con elementos informativos muy diversos.

Pero lejos de alcanzar una integración documental total, estas herramientas plantean soluciones parciales que limitan los procesos de elaboración documental y roban tiempo al usuario, el cual debe realizar tareas muy engorrosas (índices, redes conceptuales, análisis estructural, resúmenes), que podrían realizar este tipo de sistemas. Además, la consulta y la elaboración de documentos es algo que se podría considerar como una tarea única y no como algo claramente diferenciado. Hay que tener en cuenta que el crecimiento aislado de la aplicación puede conducir a un callejón sin salida.

El presente trabajo pretende abordar esta problemática presentando primero, desde un punto de vista integrador, los componentes que ofrecen los sistemas y modelos de escritura de documentos hipermedia y ofimáticos. Sobre este esquema de análisis de la escritura digital, se planteará un esbozo ideal de un entorno de trabajo que se adapta a patrones que potencien la elaboración de documentos.

El presente trabajo se centra en el concepto de aplicación, y realizaremos una abstracción del resto de niveles de un sistema hipermedia (físico, conceptual y presentación) [Díaz y Aedo, 1996]. A pesar de esto haremos referencia a algunos modelos que se consideran más próximos al nivel físico que influyen de forma determinante en la filosofía del resto de niveles.

2. Aspectos de Análisis de un Entorno de Escritura Hipermedia

El estudio de la realidad existente nos ofrece en gran medida unas pautas de análisis y actuación consecuentes. Los modelos hipermedia aportan una base teórica y formal que nos permitirá identificar claramente los elementos, atríbutos y operaciones de los sistemas hipermedia. Las aplicaciones informáticas constituyen una realidad pragmática, que en ocasiones no se basa de un modo ortodoxo en un único modelo teórico, sino que a veces los adapta o combina según ciertas necesidades o limitaciones del sistema.

Establecemos cuatro puntos de análisis que se corresponden con los módulos, que a nuestro parecer, son necesarios para la especificación del nivel de aplicación:

·        Elaboración Documental

·        Navegación

·        Búsqueda de Información

·        Aspectos Corporativos

Estas cuatro perspectivas de estudio son aportadas por algunos autores [Díaz, Catenazzi y Aedo, 1997, p. 136]. Nosotros utilizaremos este esquema para una visión previa de la realidad actual de las aplicaciones hipermedia.

En nuestro entorno incluimos la figura del Agente especializado en diversas operaciones de Elaboración, Navegación y Búsqueda documentales, que consisten en pequeños programas encargados de realizar una determinada tarea, y que tienen cierta capacidad de autonomía para tomar decisiones.

2.1. Elaboración Documental

La Elaboración Documental constituye el núcleo creativo de un sistema hipermedia. Este aspecto constituye un 25% del éxito del entorno. Además de la funcionalidad, una aplicación de este tipo debe ofrecer una serie de características que faciliten la tarea de escritura. Tareas tales como asignar un nombre de archivo a los documentos, elaborar sumarios e índices o establecer jerarquías, deben ser realizadas por el propio sistema con la intervención mínima (aunque posible) del usuario.

La elaboración y la navegación de documentos hipermedia son procesos separados en la mayoría de los sistemas informáticos de creación de documentos hipermedia. Algunos sistemas establecen varios niveles de consulta del contenido, ya sea para su edición (authoring) o para su lectura (reading). Otras herramientas permiten la lectura durante el proceso de escritura. Este tipo de sistemas constituyen un entorno más flexible que los primeros. La creación de enlaces, inclusión de elementos multimedia y la aplicación de formato se realizan durante la navegación o consulta.

Estamos hablando de documentos y nodos estructurados utilizando cualquier modelo de los actualmente existentes (SGML, ODA, HyTime, XML). Desde nuestro punto de vista XML (un subconjunto de SGML) para la estructuración son ideales para la elaboración de documentos hipermedia. Esta especificación permite diseñar Descripciones de Documentos (DTD) que estructuran el documento o nodo. El usuario no tendría que preocuparse por el tipo de letra que aplicar al título, a una cita, a un enlace, color del texto, o gráficos de fondo, por poner un ejemplo. Construir un documento sería algo así como rellenar un formulario con campos tales como título del documento, o apartados que lo componen (con lo que se especifica la estructura jerárquica del mismo). Posteriormente el usuario puede personalizar el estilo de lectura/escritura de documentos a través de Hojas de Estilo en Cascada.

2.1.1. Nodos y Documentos

El nodo es la unidad atómica de los sistemas de hipermedia. Cada nodo trata algún tema determinado en mayor o menor profundidad, y su consulta está delimitada en el espacio (visualización gráfica) y/o en el tiempo (duración determinada). La tipología de la información contenida en los enlaces varía enormemente, de forma que podemos hablar de nodos textuales, gráficos, de bases de datos, correo electrónico, archivadores o carpetas, de sonido, etc. Los nodos pueden integrarse en nodos compuestos lo cual permite integrar distintos tipos de información.

Cada uno de los nodos no puede ser considerado como un documento por sí mismo. Pero constituye una parte del documento.  El documento hipermedia estaría compuesto de los nodos que abarcan su contenido y de los enlaces que unen y estructuran dichos nodos.

El Documento es un concepto más genérico que el de nodo. Aunque pueden existir nodos aislados, notas, borradores, apuntes  (orientados a procesos de creatividad), generalmente éstos forman parte de una estructura mayor: El documento. La noción de documento en un sistema de escritura hipermedia se puede considerar como el elemento integrador entre contenido y estructura.

Pero además el documento engloba estructuras complementarias al contenido y la estructura. Nos referimos a contenidos implícitos en el conjunto de nodos que conforman el propio documento y que (al menos en teoría) el sistema debería realizar de forma automática. Estos meta-contenidos se ejemplifican en los sumarios sistemáticos y en los índices. Mientras que los sumarios nos permiten visualizar la estructuración lógica del contenido documental, los índices se centran en este último para su elaboración.

Más adelante veremos cómo algunos conceptos, y el de documento entre ellos, se amplian al orientarse hacia la elaboración documental en colaboración

2.1.2. Enlaces

Los enlaces constituyen el núcleo fundamental de los sistemas de hipermedia. La capacidad de crear estructuras jerárquicas o asociativas permite al usuario una estructuración lógica y en ocasiones conceptual del contenido de los documentos.

Al igual que la fuerza de la gravedad es la que mantiene nuestro sistema solar unido, son los enlaces los que mantienen unidos los distintos nodos para conformar el documento.

Respecto a la tipología de enlaces lógicos ya hicimos una descripción anterior [Pastor y Saorín, 1994]: Señalar los enlaces Puntero, Puente, Expansión-Contracción, Nota, Sustitución, Todo/Parte, Incluye/incluido y Comandos.

En los sistemas de hipermedia la estructura de enlaces la aporta de forma explícita el usuario; los enlaces implícitos al contenido de los nodos (relacionando expresiones similares) son en ocasiones inexactas y poco claras, recuperando nodos fuera de su contexto. Los enlaces implícitos son mecanismos de recuperación de información y no estructuras lógicas.

No trataremos aquí la orientación en la dirección de los enlaces (unidireccionales, bidireccionales, multidireccionales). Sin embargo uno de los aspectos a destacar se refiere a la estructuracion jerárquica en el momento de la edición. Generalmente las estructuras jerárquicas son emuladas por enlaces de referencia (puntero o puente) y de un modo manual: el usuario crea primero el nodo y posteriormente lo enlaza. Opinamos por contra que la forma más natural de crear un esquema jerárquico es durante la escritura o con una definición previa a través de un esquema de definición documental que podría ser totalmente dinámico y adaptable, diferenciando claramente entre la estructuración lógica del contenido y las referencias explícitas entre contenidos.

Más adelante hablaremos de los enlaces definidos como herramientas de Navegación y de los enlaces etiquetados orientados a la edición en colaboración.

2.1.3. Gestión de Recursos Multimedia

El tercer aspecto a estudiar dentro de la elaboración documental es el modo utilizado por sistemas y modelos de hipermedia en la gestión de recursos.

Algunos Sistemas orientan la integración de Recursos Multimedia hacia el enlace: Cada imagen, sonido, texto o vídeo son considerados como nodos individuales, que posteriormente se enlazan entre sí en un único nodo "maestro" (nodos compuestos). El método anterior tiene la ventaja de que cualquier cambio en uno de los nodos repercute en los nodos compuestos. El WEB utiliza esta filosofía ya que para que en una página aparezca una imagen se debe especificar el fichero de la misma, así pues los ficheros de un servidor pueden ser considerados como nodos.

Otros sistemas trabajan con la filosofía de incrustación: un recurso se integra físicamente en el nodo sin que exista ningún enlace para ello; la ventaja de la incrustación reside en la simplificación en la consulta y mantenimiento de recursos. El Entorno de Ayuda de WINDOWS, WINHELP, trabaja con esta filosofía: los libros de ayuda se "compilan" con todos los recursos empaquetados.

La diferencia de estos métodos tiene origen en la diferencia del modelo de consulta estática por incrustación (donde los documentos no pueden ser modificados) o dinámica por enlace (donde la consulta y edición son dos procesos complementarios). El modelo estático se utiliza para contruir esquemas de libros electrónicos de contenidos y estructuras fijas, mientras que el dinámico se orienta a la edición abierta y al trabajo cooperativo. Posteriormente en nuestro Entorno de Escritura Hipermedia (apartado 3) adoptaremos este modelo, aclarando las ventajas que nos ofrece.

Pese a todo esto, un problema muy común es la gestión de recursos a través del esquema de directorio/nombre de fichero. Muchos sistemas obligan al usuario a conocer su nombre y la situación exacta de un determinado fichero en la estructura de directorios para poder ser utilizado. Esto provoca en el usuario situaciones de "extravío" de recursos que curiosamente se encuentran al alcance de la mano pero no de la memoria. Para solventar esta dificultad algunos sistemas aportan bibliotecas de recursos agrupados por tipos de recursos (documentos, gráficos, sonidos, imágenes).

Un punto importante es la integración entre Edición Hipermedia y Gestión de Bases de Datos. Se plantea aquí la posibilidad de tratar a la base de datos como si de un nodo más se tratara. Para relacionar el nodo "base de datos" con otros nodos deben existir tres enlaces específicos:

Gestión de Base de Datos: Permitiría la creación de bases de datos, tablas, vistas e índices

Mantenimiento de Datos: Posibilitaría la introducción, borrado y edición de registros de la base de datos a partir de una serie de permisos de usuario.

Consulta de Base de Datos: Establecería los criterios de recuperación de información dentro de la propia base de datos. Esto implica la existencia de documentos dinámicos.

Estos enlaces podrían basarse en una adaptación de SQL embebido en el propio sistema hipermedia. En el gráfico siguiente se muestra un esquema de enlaces (y los atributos de los mismos) y nodos que acceden a una base de datos. 

 

Por último es obligatorio señalar que cada uno de los recursos (según la tipología del nodo en la que se encuadre) estaría asociado a su correspondiente herramienta de creación y edición (editores gráficos, grabadoras de sonido, gestores de bases de datos, clientes de correo electrónico) tal y como sucede en algunos entornos operativos del tipo menú-icono-ventana-ratón (Windows, MAC-OS, X-Windows).

2.1.4. Agentes de Elaboración Documental

Algunos componentes de los documentos tradicionales, son subproductos del contenido y la estructuración lógica del mismo: Índices, Sumarios de Contenido, y Resúmenes. En una aplicación de escritura hipermedia estos subproductos deben de ser elaborados, gestionados y mantenidos directamente por el sistema, sin que sea necesaria la intervención del usuario.

Los agentes de elaboración documental realizarían este tipo de tareas. También podrían realizar funciones de corrección ortográfica y de estilo, sugerencia de documentos que podrían tratar las mismas ideas que el documento en elaboración o traducción a otros idiomas de ciertos elementos del mismo.

Se pueden idear tantos agentes de elaboración documental como aspectos existentes en la escritura. En definitiva se trata de facilitar la tarea de creación de documentos al usuario, no de sustituirlo.

2.2. Navegación Asistida.

Las funciones de navegación a través de los diversos nodos del sistema es la característica más importante en un entorno de escritura hipermedia. El usuario pasa de un nodo a otro activando una serie de enlaces contenidos en el documentos. Nos referimos a un esquema de navegación directa, sin utilizar ningún asistente de navegación que oriente al usuario respecto al conjunto de enlaces a activar o que posibilite el acceso directo a un nodo o conjunto de nodos. Algunos autores [Seyer, 1991, p. 93-119] plantean ciertas herramientas de navegación, abordándolas desde el punto de vista del autor, es decir, sería el usuario el que tendría que elaborar de forma manual dichas herramientas. Por contra opinamos que el sistema debe crear estas herramientas de un modo relativamente automático, tal y como hacen algunos procesadores de texto (Word o WordPerfect) o ciertas sistemas de hipertexto (Notecards). Sería el propio entorno el que crearía de un modo automático una serie de asistentes (Mapas Conceptuales, Índices de Contenido, Esquemas de Browsing, Histórico de Navegación, Agentes de Navegación). Otras herramientas son elaboradas por el propio usuario durante el proceso de escritura o navegación y son muy conocidas en el ámbito del sistemas tales como el World Wide Web:

Libros de Marcas: Lista de nodos o documentos que el usuario considera interesante para un acceso rápido posterior.

Histórico de Navegación: Camino recorrido por el usuario durante la navegación.

Enlaces definidos: Indicación del sistema que indica qué nodo se va a recuperar cuando se active un determinado enlace.

Nos centraremos en aquellas herramientas "autosuficientes", donde la intervención del usuario no es necesaria.

2.2.1. Esquemas de Browsing e Índices de Contenido

Un entorno de escritura hipermedia suele presentar los nodos en forma de ventanas, mientras que los enlaces suelen estar resaltados de algún modo en el texto de modo que sea sencillo identificarlos durante la lectura. La navegación directa a través de la activación de los enlaces suele abrir una nueva ventana o cambiar el contenido de la ventana consultada.

En el primer caso se produce un desbordamiento visual, la saturación de ventanas dispuestas en niveles a lo largo y ancho del escritorio constituye una dificultad añadida en la elaboración documental. En el caso de transiciones del contenido de una ventana para presentar nodos diferentes el usuario llega a sufrir lo que se conoce como desorientación.

Para solucionar ambos problemas (desbordamiento y desorientación) el entorno de escritura debe mostrar un mapa documental donde los nodos se estructuran gracias a los enlaces de diverso tipo (jerárquicos o asociativos), permitiendo una localización del lugar de lectura en donde se encuentra el usuario. Otra solución consiste en el acceso en cualquier momento de la navegación a un nodo especial y elaborado automáticamente por el sistema: el Índice de contenido del documento.

2.2.2. Hipertexto a dos niveles

El concepto de Hipertexto a dos niveles surge de la idea de que el conocimiento de la información documental posee dos niveles de representación: el contenido del documento y su abstracción en una red conceptual.

Esto se plasma en la creación de dos niveles de navegación. Por un lado tenemos una red semántica donde el contenido de un documento (o conjunto de documentos) está estructurado en conceptos o descriptores. Cada uno de los nodos conceptuales de esta red semántica representa un concepto determinado y está relacionado con el conjunto de documentos que abordan dicho concepto. El usuario puede pasar de la red semántica a un nodo determinado donde tiene la opción de continuar con un esquema de navegación directa.

La discusión versa sobre la construcción de la Red Semántica. Existen dos posturas al respecto:

Construcción de un lenguaje estructurado controlado a priori (como un Tesauro).

Creación y mantenimiento automáticos de la red semántica a partir del propio contenido de los nodos que conforman los distintos documentos.

Nosotros preferimos esta última opción, ya que el usuario se despreocupa del mantenimiento del Tesauro. Por otro lado el sistema aplicaría un criterio homogéneo para la asignación de conceptos a los diversos documentos o nodos. Estaríamos hablando de un indización automática, donde los descriptores de la indización son extraidos del contenido de los propios documentos. La red semántica se actualiza constantemente con la creación de nuevos nodos en la totalidad del sistema.

La principal ventaja que aportaría este método reside en que el usuario cuando navegara por la red semántica tendría un conocimiento bastante aproximado del contenido abstraido en ella.

Además existirían varias vistas de dicha red semántica según nos centráramos en un documento determinado, conjunto de documentos de un usuario, de un grupo de trabajo o de una organización, permitiendo una consulta desde los documentos realizados por el propio usuario hasta el que se produce en todo su entorno de  trabajo.

2.2.3. Agentes de Navegación.

No todos los usuarios navegan del mismo modo, ni tiene las mismas costumbres o gustos de lectura. Por todo ello aparece la figura del Agente de Navegación. El motor de navegación ya no es un elemento pasivo, sino que se adapta al usuario (Hipertexto Adaptable) a partir de un perfil de usuario, del contenido de los documentos que ha elaborado o que ha consultado.

Una función del agente de navegación consistiría en sugerir nuevas líneas de navegación presentando los nodos relacionados con aquel que se está consultado. El agente de navegación utilizaría la red semántica para localizar dichos nodos. Para ello se realizaría una búsqueda de todos los conceptos de los que trata el nodo consultado y a continuación se localizarían aquellos nodos que tratan dichos conceptos. Los nodos recuperados se podrían estructurar atendiendo a su nivel de generalidad para formar líneas de lectura.

Otra de las funciones del agente se encargaría de adaptar el contenido de los documentos o nodos al perfil del usuario. Esto se podría conseguir si el usuario que elabora los nodos les asignara total o parcialmente un determinado nivel de comprensión.

2.3. Búsqueda de Información

La noción de búsqueda de información dentro de los sistemas hipermedia es algo ambiguo. La búsqueda de información se trata de una operación implícita a los procesos de navegación ya que las acciones del usuario en cuanto a la activación de enlaces o consulta de redes semánticas se realizan para buscar información.

Con la expresión "Búsqueda de Información" nos referimos a un salto de navegación en el "hiperespacio". El usuario desea llegar a un lugar más rápido que a través de la navegación convencional. La navegación a través de enlaces y redes semánticas conlleva el seguimiento de una ruta dinámica.

Algunos autores han creado un Lenguaje de Consulta para Documentos Hipermedia Estructurados (QLSHD) [Lee, Lee y Berra, 1997]. Sin embargo estos métodos solamente se centran en estructuras textuales, formales y estructurales sin tener en cuenta las de contenido semántico.

A nuestro parecer, los procesos de recuperación de información se podrían realizar a partir de cuatro tipos de consultas realizadas sobre los conjuntos de nodos o documentos:

A. Atributos (fecha, autores, versiones, última fecha de actualización, etc): Este tipo de consultas se realizan sobre aspectos formales de los nodos o documentos. Se especifican valores en ciertos parámetros como fecha de edición o última revisión, creador del documento, longitud, existencia de elementos multimedia, etc. Este tipo de búsquedas son exactas, es decir, los atributos de los documentos recuperados se hacen coincidir con los valores expresados por el usuario.

B. Semántica de los Documentos (texto y datos multimedia): realizarían un proceso de aproximación entre la consulta del usuario (expresada en un lenguaje natural o a través de algún sistema de browsing gráfico) y la red semántica de conceptos. Hay que tener en cuenta que la red semántica está actualizada en todo momento con el contenido de los diversos documentos del sistema.

C. Herramientas de recuperación textual: La recuperación se llevaría a cabo con criterios estadísticos, partiendo de expresiones textuales introducidas por el usuario y posibilitando el uso de operadores de truncamiento.

D. Enlaces entre nodos: La estructura de enlaces entre los diversos nodos ofrecen un método para la recuperación de información. El sistema podría realizar el seguimiento desde un determinado nodo, documento o apartado recuperando todos aquellos con los que esté asociado. Por ejemplo, el usuario podría plantear cosultas del tipo: "Recuperar todos los documentos relacionados con el documento X" ó "Recuperar todos los nodos asociados al que estoy consultado y profundizar hasta tres niveles de alejamiento" (recuperación recursiva).

El usuario podría crear Agentes de Búsqueda. La función de estos agentes consistiría en procesar las necesidades de búsqueda de información por parte del usuario y combinar tipos de consultas anteriormente descritos. Antes de iniciar su tarea los agentes obtendrían la siguiente información:

Ámbito de la Búsqueda: Archivo Personal, del Grupo de Trabajo, de la Organización o de otras Organizaciones (Internet).

Delimitación de Aspectos Formales de los elementos a recuperar (longitud, fecha de creación, autor)

Identificación de conceptos.

Utilidad y grado de elaboración de los resultados: Elaboración de Informes, Revisión sobre un tema, Investigación.

Re-elaboración global de contenidos: El agente crearía un nuevo nodo donde el contenido de todos los elementos recuperados sería re-elaborado para ofrecer un resumen.

Re-elaboración parcial de contenidos: Los elementos recuperados serían resumidos uno a uno, ordenados por relevancia junto con un enlace al elemento resumido.

Relación de resultados: No se procedería a ningún tipo de elaboración. La presentación de los resultados consistiría en una lista de enlaces a los elementos recuperados, ordenados por relevancia.

Tiempo límite de búsqueda.

El agente evaluaría la consulta del usuario introducida en lenguaje natural o a través de algún interfaz gráfico. Una vez finalizada la búsqueda el agente enviaría un mensaje al usuario indicando la creación de los nuevos nodos con los resultados de la búsqueda. Los elementos recuperados (nodos, documentos e incluso secciones) se representarían en forma de nuevos nodos cuya elaboración dependería de los criterios señalados por el usuario, que incluiría enlaces a todos aquellos elementos utilizados para el proceso de re-elaboración global, parcial o relación de resultados. Desde aquí se puede continuar con una consulta basada en un esquema de navegación (recuperando uno de los nodos), realizar una nueva consulta o refinar la anterior.

2.4. Aspectos Corporativos de los Sistemas de Escritura Hipermedia.

Una organización se divide en distintas unidades o departamentos que cubren un determinado ámbito de trabajo. Los individuos se desenvuelven dentro de estas unidades. Un Sistema de Escritura Hipermedia contemplaría los diversos aspectos del trabajo en grupo, y por tanto los siguientes conjuntos de usuarios:

1. Administradores de la Organización: Crearían Grupos de Trabajo y les asignarían un jefe de grupo.

2. Jefes de Grupo de Trabajo: Crearían nuevos miembros en el entorno de su grupo de trabajo, gestionarían proyectos de trabajo y asignarían tareas a usuarios individuales

3. Usuario Individual: Elaboración Documental dentro de su contexto.

Tanto Administradores como Jefes de Grupo mantendrían las posibilidades de trabajo como si de un usuario individual más se tratara.

Desde el punto de vista del trabajo en colaboración la Elaboración Documental se realiza en tres fases complementarias [Díaz, Catenazzi y Aedo, 1997]: Comunicación, Contribución o Autoría y Comentarios.

De este modo los Jefes de Grupo abrirían proyectos y asignarían tareas. Un nodo especial de Estado de Proyecto informaría de la evolución de las diversas tareas asignadas mostrándose a través de un gráfico temporal. Por su parte los usuarios finales, elaborarían documentos que podrían estar relacionados con determinados proyectos y que tendrían asociados un nivel de difusión. Estos niveles de difusión indicarían qué usuarios podrían acceder a estos documentos:

Para cualquier usuario, pertenezca o no a la organización.

Todos los miembros de la organización.

Los miembros del grupo de trabajo al que pertenece el usuario que ha creado un documento.

Los usuarios asignados al proyecto o proyectos a los que está asociado el documento.

Según un perfil personalizado (una lista de usuarios, grupos de trabajo o proyectos).

El usuario individual. Estos documentos son de uso personal.

Cuando un usuario determine que un determinado documento está preparado para su difusión procedería al cierre de versión. Esto implica que el sistema debe llevar un control de versiones de documentos. A efectos de lectura el entorno mostrará por defecto la última versión existente de cualquier documento siendo posible acceder a un nodo de "versiones" de dicho documento, donde se muestra la evolución del mismo. Cuando se realiza el cierre de versión el documento nunca podrá ser modificado, aunque se podrá crear una nueva versión del mismo o un nuevo documento a partir de una versión anterior. De forma automática la existencia de un nuevo documento o versión es comunicada a los usuarios especificados en el nivel de difusión del documento a través de un mensaje de correo electrónico.

A partir de aquí entran en juego la creación de anotaciones y enlaces etiquetados. Las anotaciones son aclaraciones realizadas sobre determinados documentos, nodos o secciones. Los enlaces etiquetados son asociaciones que se establecen entre elementos de distintos documentos, indicando en la etiqueta del enlace la naturaleza de la relación; algunos ejemplos de etiquetas podrían ser: "se opone", "apoya", "generaliza", "explica con detalle", etc. En ningún momento el documento original es modificado, las anotaciones y enlaces etiquetados son externos a los documentos a los que están asignados.

Por último indicar que este entorno integraría una herramienta de intercomunicación personal del tipo de correo electrónico.

3. Propuesta de un Entorno de Escritura Hipermedia

3.1. Introducción

Pensemos en el ordenador como una máquina de escritura y comunicación. Haciendo abstracción de otros aspectos tecnológicos, el ordenador conectado a una red, sirve para producir información o para recibirla. Olvidemos todo lo que sabemos de ofimática y sistemas operativos: Olvidemos voluntariamente word, excel, powerpoint, oracle, netscape, el explorador, el administrador de archivos, autocad, photoshop, knosys, access, lotus organizer, … Hasta ahora comprábamos un ordenador, y teníamos una potente máquina que no hacía nada, porque estaba vacía de software. Volvamos a ese momento. El PC es la aplicación.

El trabajo se entiende dentro de un marco social, generalmente la organización. La acción del profesional se desarrolla en un entorno inmediato de trabajo, el grupo o departamento, dentro de un contexto organizativo total, con unas necesidades de comunicación establecidas: clientes, proveedores, compañeros o servicios. La triple perspectiva del individuo, el grupo y la organización nos acompañará a lo largo de todo este viaje imaginario.

Al arrancar el ordenador, luego de identificarnos, entramos a un entorno conceptualmente limpio, el tapete verde del escritorio, donde los elementos estarán dispuestos del mismo modo que cuando finalizamos la sesión de trabajo anterior.

·        Del escritorio al despacho: No se trabaja únicamente en una mesa. El entorno metafórico debe ser más amplio. Un despacho, con mesa, otros accesorios de archivo cercano, dentro de un departamento, con servicios y lugares comunes, dentro de una organización.

·        La visión de nuestro ordenador la tenemos a través de un Explorador Documental. Todos los documentos forman parte de un sistema documental organizado y consultable, a nivel individual y organizativo.

El ordenador-sistema se compone de cuatro aplicaciones, de las que derivarán el resto. En la parte inferior del escritorio-despacho encontraríamos siempre presentes:

1.     Edición

2.     Navegación

3.     Búsqueda

4.     Comunicación

A estos cuatro iconos básicos de la barra inferior de windows se añaden, conforme se va entrando en aplicaciones concretas, dos iconos básicos de manejo:

1.     Herramientas de Trabajo: Un icono desde el que se van desplegando las herramientas apropiadas para cada situación

2.     Personalización: Acceso rápido a todos los perfiles que tiene definidos el usuario en cada contexto de trabajo (Correo electrónico, foros de noticias, niveles de acceso a archivos, etc.) 

3.2. El Explorador Documental

Por fin desaparecen del nivel inmediato de manejo los archivos de sistema de las aplicaciones, las librerias DLL, los programas y demás quincallería informática. Se accede únicamente a los documentos y bases de datos existentes, almacenados en un nivel lógico superior, correspondiente a estructuras documentales.

El Explorador Documental visualiza los diversos contenidos y estructuras del sistema a partir de una doble visión:

1.     Usuario Personal: Desde aquí se tiene acceso a los documentos y nodos personales, a Internet y a los Dispositivos de Almacenamiento (CD-ROM, Unidad ZIP, Disco Flexible, etc.) configurados en el PC.

2.     Grupos-Organización: Esta visión nos muestra los grupos de trabajo de la organización. Seleccionando un grupo determinado aparecerían por un lado los usuarios del grupo de trabajo y por otro los proyectos que se llevan a cabo en el mismo.  También se podría revisar los proyectos en los que trabaja cada usuario y los documentos asociados a cada proyecto. El último nivel de la estructura sería el de los nodos asociados a cada documento.

 

 


Figura 2

 

 

El Explorador Documental sería un elemento activo, encargado de realizar algunas operaciones de difusión. Por ejemplo, al finalizar la elaboración de un Nodo de Correo Electrónico (un mensaje), podríamos arrastrar la ventana o icono a un elemento del explorador; si se arrastra sobre el elemento de Organización, todos los miembros de la misma recibirían el mensaje; si esta misma acción se realiza sobre un elemento de proyecto, todos los usuarios que trabajaran en él se convertirían en los destinatarios del mensaje.

Desaparecen los archivos: Toda información producida en el sistema forma parte automáticamente de una base de datos documental, indizada y organizada. Los niveles de organización combinan los sistemas personales con los de grupos, con los de la organización, aumentando el nivel de organización documental conforme se aleja del individuo y se acerca a la organización. Son sistemas que ganan en formalización conforme esta se hace necesaria. La gestión de los dispositivos para la creación de copias de seguridad y transporte se realiza de forma inteligente por el entorno, con la intervención mínima del usuario, el cual indica solamente los documentos que quiere copiar o recuperar desde uno u otro dispositivo. 

3.3. Los cuatro contextos de trabajo: Edición, Navegación, Búsqueda y Comunicación

Nuestra propuesta de Entorno de Escritura Hipermedia necesita un entorno de trabajo en la que el paso entre la edición, la navegación, la búsqueda y la comunicación sea los más interactivo posible, a través de un selector de estados, que permita cambiar a una u otra operación. La idea es la de una barra vertical de cuatro iconos en la parte inferior del escritorio. Cada icono representaría una de las operaciones anteriormente indicadas.

Al seleccionar uno de los iconos éste quedaría resaltado, con la finalidad de informar al usuario sobre la activFidad en la que está trabajando. Se podría plantear la posibilidad de tener activados uno o varios selectores; de este modo se dispondría de varias vistas del mismo escritorio de trabajo según la actividad seleccionada.

En cada contexto, la caja de herramientas de trabajo, ofrecería los menús apropiados, compuestos por grupos de iconos u opciones textuales. Las opciones ofrecidas por la caja de herramientas variarían según el selector activado:

Elaboración: Gestión de Nodos y Documentos, Selección Global de Estilo, Elaboración de Resúmenes, Índices y Sumarios, Edición Gráfica, Textual y de Bases de Datos, Establecimiento de Enlaces y Estructuras Jerárquicas

Navegación: vuelta atrás, desplegar mapa del documento, abrir red semántica, bascular entre red semántica y red de documentos, gestionar libro de marcas, consultar índices y sumarios, definir y utilizar agentes de navegación.

Búsqueda: Herramientas para la definición, control y mantenimiento de los agentes de búsqueda. Gestión de nodos de resultados obtenidos, actualización de los nodos de búsqueda

Comunicación: creación y control de nodos de comunicación (correo electrónico, videoconferencia), inclusión de anexos, gestión de archivadores de comunicaciones, libreta de direcciones y listas de distribución, filtros de recepción de mensajes, establecer enlaces entre nodos de comunicación y nodos de elaboración, asignación de tareas, creación de nuevos usuarios y grupos de trabajo (estas tres últimas opciones dependerían del tipo de usuario: administrador, jefe de grupo o usuario individual)

3.4. Dinámica de Trabajo

En el entorno que hemos presentado, el trabajo inmediato, el del individuo, está claramente situado en su entorno organizativo real: Cada uno de los niveles va perdiendo nivel de interactividad y aumentando el de consulta. En el nivel individual se trabaja totalmente con los documentos, se crea y destruye información en grandes cantidades. Sin embargo parte de esa información pasa a formar parte del acervo documental del grupo de trabajo o del departamento, y desde ese momento está sometida a reglas de tratamiento, circuitos, niveles de acceso, pero todavía con un alto nivel de interacción. A nivel corporativo el sistema de información es más una base de consulta de conocimientos y datos. El trabajo directo es más complicado, todo está más formalizado.

En este marco debe desaparecer la aplicación, ya que el propio sistema operativo ofrece todo lo básico para trabajar y elaborar documentos, aunque siguen existiendo aplicaciones de tratamiento especializadas: Diseño, Simulación o Cálculo. El futuro sistema operativo de Microsoft, Windows 98, está orientado hacia este aspecto, aunque el enfoque tecnológico aún es muy distinto. Existe una política de dispersión implícita de aplicaciones: Outlook, Office, FrontPage, Internet Explorer, Composer. Todas estas aplicaciones acaban integrándose mediante operaciones de importación/exportación de datos, u objetos OLE, pero no se llega a alcanzar posibilidades del tipo de enlazar una nota de Outlook desde un bloque de texto de un documento Word.

En nuestro Entorno de Escritura Hipermedia, la unidad base es el nodo, que se agrupa para configurar un documento. Según el tipo de nodo (textual, gráfico, correo electrónico, base de datos) con el que se trabaje en un momento dado se podrán realizar ciertas operaciones, pero lo fundamental es que todos los nodos se pueden relacionar entre sí a través de cualquier tipo de enlace hipertextual.

Otro de los aspectos en los que incidimos es que la escritura y la navegación son complementarias, de manera que durante la elaboración se pueden realizar procesos de navegación y desde estos editar documentos o nodos.

La dualidad usuario individual/usuario corporativo está presente en toda la dinámica de trabajo. La posibilidad de comunicación y la organización del archivo documental en grupos de trabajo y proyectos, supone una mejora ya que desde el principio el propio sistema operativo (y por tanto el entorno) se orienta como una herramienta de Trabajo en Grupo.

Para poder posibilitar todo esto la informática no puede funcionar sola, se tiene que apoyar en una creciente cultura informativa tecnológica, que aprovecha creativamente las posibilidades que ofrecen las herramientas de escritura y comunicación digitales. Por ello pueden existir agentes bibliotecarios en el sistema, que orienten, aconsejen, conduzcan al trabajador en la mejor manera de organizar su información, o que enseñen a conocer cómo funciona el sistema documental de una intranet. 

4. Conclusiones

Cuando se habla de cultura impresa no sólo se trata de la circulación de libros, sino de todas las técnicas y mañas asociadas al trabajo creativo de elaboración de conocimientos a través de documentos, individualmente y en grupo, en sistemas dinámicos y complejos.

La digitalización de la cultura tiene que superar el síndrome del ordenador como máquina en la que pasar a limpio los documentos, en la que las operaciones que en la vida real están interrelacionadas, informáticamente aparecen como actividades especializadas que luego se juntan.

El trabajo con papeles y bolígrafos y notas amarillas y rotuladores para resaltar, y grapas y clips, y fotocopias, y mesas y carpetas, y teléfonos, y un larguísimo etcétera, aporta una riqueza sobre todo a la hora de la elaboración continua de documentos, el trabajo básico de toda organización, que aún no son capaces de igualar y potenciar los sistemas informáticos basados en aplicaciones ofimáticas.

El impulso informático sistemático que ha tenido el campo de las bases de datos, o la explosión de aplicaciones internet, no ha sido parejo en el campo de la elaboración inmediata y en grupo de documentos cognitivos, multimedia e hipertextuales. Cuando vemos las tristes funciones añadidas que aportan los "editores de HTML", podemos apreciar que la concepción que se tiene de elaboración de documentos no es la de un proceso creativo, dinámico, grupal, sino la de formatear unos textos.

Tenemos que hacer avanzar la informática hacia aspectos culturales olvidados, tales como la creación de documentos, donde se combina la estructuración con la desestructuración, la individualidad con el grupo, el texto con las imágenes, las jerarquías con las asociaciones, y muchos de los armazones que han hecho avanzar la cultura humana.

5. Referencias Bibliográficas

Caridad, M. y Moscoso, P. (1991): Los sistemas de hipertexto e hipermedios. Madrid, Pirámide.

Díaz, P. y Aedo, I. (1996): A Model of Architecture for Integrated Open and Collaborative Hypermedia. Actas de ED-TELECOM 96. Junio 17-21, Boston (EE.UU.), p. 357.

Díaz, P., Catenazzi, N. y Aedo, I. (1997): De la Multimedia a la Hipermedia. Madrid, Rama.

Lee, K., Lee, Y.K. y Berra, P.B. (1997): Management of Multi-structured Hypermedia Documents: A Data Model, Query Language, and Indexing Scheme. Multimedia Tools and Applications 4, pp. 199-223.

Pastor, J. A. y Saorín, T. (1994): El hipertexto documental como solución a la crisis conceptual del hipertexto. El reto de los documentos cooperativos en redes. Cuadernos de Documentación Multimedia, 4, pp. 41-56.

Seyer, P. (1991): Understanding Hypertext. Concepts and Applications. Windcrest/McGraw-Hill.

 

Notas biográficas

Juan Antonio Pastor. Documentalista en el Servicio de Información de la Universidad de Murcia, experto en hipertextos y en servicios de información corporativa. Ha realizado trabajos sobre el desarrollo documental del hipertexto y sobre metodologías para el desarrollo de servicios informativos.
Tomás Saorín. Documentalista del Centro de Documentación de Servicios Sociales de la Comunidad de Murcia, ha realizado trabajos sobre la perspectiva documental en la ofimática y sobre la biblioteca en las manifestaciones culturales narrativas.

 

 

 

CÓMO ESCRIBIR PARA LA WEB

 De la web de la Red Internacional de Bosques Modelos, en www.idrc.ca/es

 


El texto es el elemento central de cualquier sitio Web. Los expertos en la materia han señalado que el usuario visita la Web principalmente para obtener información, pero la mayoría de nosotros tenemos poca experiencia en escribir eficazmente para este medio. Lo más importante es recordar que no es lo mismo escribir para la Web que para un escrito impreso. La Web no está estructurada como un informe o un libro que la gente puede leer de manera lineal. Es una colección de archivos electrónicos que el usuario leerá en el orden que le plazca.

Este documento sintetiza los factores claves a considerar al escribir buenos documentos para la Web.

a. A qué público se dirige

El factor clave en el desarrollo de cualquier sitio Web es saber cuál es el público destinatario. Usted debe preguntarse si el público al que desea llegar es interno, nacional o internacional. De la respuesta a esta pregunta básica surgen importantes consideraciones de diseño. Por ejemplo, idioma(s) y capacidades de navegadores de otros países.

Al escribir en el contexto de la RIBM usted debe asumir que la información que pone en el Web está destinada a un público nacional e internacional, que puede incluir (sin limitarse necesariamente a):

  • Público en general
  • Clientes, asociados y partes interesadas
  • Empleados de gobierno y personas encargadas de tomar decisiones
  • Académicos y comunidad científica
  • Donantes actuales y potenciales
  • Medios de comunicación
  • Organizaciones no gubernamentales (ONG)
  • Ecologistas, recreacionistas y conservacionistas

Si su sitio no ofrece una opción para idioma extranjero, asegúrese de usar un lenguaje sencillo para dar la posibilidad que lo entienda una persona de otro idioma.

Finalmente tenga cuidado al poner información sobre hora y fecha, ya que no todos los países siguen el mismo formato. Lo mismo se aplica a valores monetarios (cifras), unidades de medida o puntuación.

 

b. Mensajes clave

Lo que desea comunicar o sus mensajes principales deben ser evidentes desde la primera línea o párrafo de su documento. Precisión, claridad y concisión son principios fundamentales a tener en cuenta al preparar el contenido.

Hágase la siguiente pregunta: qué idea o ideas deseo transmitir a las personas que visiten mi sitio. Las respuestas son sus mensajes

c. Lenguaje claro, sencillo y directo

El lenguaje claro y sencillo —correcto ortográfica y gramaticalmente— es esencial para todas las comunicaciones con el público e incluso más importante al escribir para la Web.

Dado que el objetivo básico del usuario al visitar su sitio es obtener información, comunique su mensaje de manera directa, sencilla y precisa. Un lenguaje ambiguo puede frustrar al lector. Por ejemplo, siempre que corresponda, use:

  • “es” en lugar de “constituye”
  • “decidir” en lugar de “determinar”
  • “usar” en lugar de “emplear”
  • “ahora” en lugar de “en este momento”

Voz activa

Saque el máximo provecho de la potencia que le ofrece la voz activa. La voz pasiva puede parecer más profesional y objetiva pero le resta fuerza al sujeto de la frase. En la etapa de revisión de su texto identifique frases que haya escrito en voz pasiva y vea si puede cambiarlas invirtiendo el orden del sujeto y el agente:

La propuesta será presentada por el director el 18 de noviembre. 
El director presentará la propuesta el 18 de noviembre.

También se evita la voz pasiva usando infinitivos en lugar de sustantivos:

El objetivo del proyecto es desarrollar...en lugar de El objetivo del proyecto es el desarrollo de...

En los casos en que el sujeto no es relevante usted puede construir su frase con el pronombre reflexivo (“se”):

Se presentará una propuesta en la cual...

Jerga, siglas y clichés

Asuma que el lector que visitará su sitio no sabe nada del tema del que usted habla. Con esa idea en mente elimine la jerga del contenido. Al hablar de jerga en este contexto nos referimos a los términos y expresiones que el público en general no tiene por qué saber, dado que son específicos a una disciplina o a un grupo de expertos. Elimine también las siglas no conocidas y los clichés. Las siglas no tienen significado para aquellos que están fuera de la organización o grupo familiarizado con el tema y los clichés le restan originalidad a su texto.

Verbos expresivos

El uso de un verbo preciso comunica con mayor fuerza lo que usted desea expresar. También elimina redundancias y reduce la longitud del texto. Por ejemplo:

  • Tomar una decisión / decidir
  • Proporcionar apoyo / apoyar
  • Hacer uso de / usar
  • Sirve para explicar / explica
  • Efectuar un examen / examinar

 

d. Legibilidad y facilidad de lectura

Según los expertos, cuando se lee texto desde la pantalla en vez del papel, el ritmo de lectura disminuye en un 25 por ciento. Para mejorar la legibilidad de su texto:

  • Deje muchos espacios en blanco en la página —descansa la vista
  • Use colores que contrasten el texto con el fondo. Por ejemplo, letra negra sobre fondo blanco
  • Evite las gráficas de fondo; distraen al lector
  • Use fuentes grandes (de 10 a 14 puntos). Las fuentes pequeñas se deben dejar para el texto que poca gente lee. Por ejemplo, descargo de responsabilidad
  • No use texto movedizo o intermitente; dificulta la lectura

La tipografía, es decir, el tipo y la fuente que use, puede mejorar u obstaculizar la experiencia del usuario con su sitio. Use fuentes comunes en su documento y no muchas. No todos los usuarios tendrán las mismas fuentes que usted tiene en su computador.

Por lo general se recomienda usar una fuente sans serif como Arial o Verdana para texto en la pantalla porque tienen mejor resolución. Por otra parte, los titulares grandes por lo general usan una fuente serif, como Times New Roman, porque son menos voluminosas.

Las fuentes en negritas llaman la atención del lector siempre que no se usen en exceso. Vea lo difícil que es leer un párrafo que tiene demasiado texto en negritas. El cambio de negritas a normal puede retrasar la velocidad de lectura o puede acelerarla atrayendo la mirada hacia la próxima palabra en negritas. Mantenga consistencia en su texto —reserve la fuente en negritas para palabras y mensajes claves.

Es mejor evitar texto en letras cursivas y TODO EN MAYÚSCULAS cuando se desea dar énfasis. No estamos acostumbrados a leer la letra impresa de esa manera. También pueden restar mérito a otro texto de igual valor.

 

e.  Facilidad para explorar y estilo “pirámide invertida”

Oraciones cortas, listas con viñetas y subtítulos

La mayoría de la gente no lee las páginas Web de manera lineal. Más bien las exploran buscando áreas de interés y usando enlaces saltan de un sitio a otro. Esto le deja poco o ningún control a la persona que escribe sobre la manera en que el lector abordará su material. Por eso es importante que el documento sea fácilmente explorable.

Estilo “pirámide invertida”

Los artículos periodísticos por lo general están escritos en el estilo de pirámide invertida, de mayor a menor interés. La conclusión y los hechos básicos se presentan al comienzo del documento y los detalles o antecedentes vienen después, en orden descendente de importancia.

Este estilo ofrece un modo eficaz de organizar contenido para la Web, dado que no todos los usuarios leerán el documento completo. La idea es que cuando el lector salga de su sitio haya leído la información más importante.

Una manera fácil de seguir la estructura de pirámide invertida es incluir en su primer párrafo lo más posible de las cinco interrogantes básicas del periodismo:

  • Quién lo ha hecho (sujeto)
  • Qué ha sucedido (hecho)
  • Cuándo (tiempo)
  • Dónde (lugar)
  • Por qué (causa)
  • Cómo (modo)

Si el texto está escrito en frases cortas y en listas con viñetas, el usuario puede extraer los mensajes más importantes a partir de una gran cantidad de información. Las oraciones de cláusulas independientes o con excesiva puntuación suelen dificultar la lectura en la pantalla. Recomendamos usar frases con una longitud máxima de 20 palabras. Un usuario satisfecho volverá a visitar su sitio y eso ayuda a construir clientela.

También recomendamos usar una sola idea por párrafo. Cuando el usuario explora una página tiende a leer sólo la primera frase de cada párrafo. Es probable que no se detenga para absorber una segunda o tercera idea enterrada en un párrafo largo.

Los títulos también facilitan la exploración. En la sección h hablamos más sobre subtítulos.

 

f. Longitud de la página –separación en trozos o desplazamiento

No hay reglas fijas acerca de la longitud de un documento en línea. Las dos maneras más frecuentes de organizar la información son la separación en trozos y el desplazamiento. Guíese por el sentido común al decidir cuál de las dos usar. Considere las siguientes ventajas y desventajas de la amplitud de alcance y de la profundidad.

Separación en trozos

La separación de la información en trozos surgió como respuesta al deseo de organizar y presentar información sin que el usuario tenga que recorrer las páginas de arriba abajo. El término por lo general alude a la cantidad de información que usted puede hacer caber en una sola pantalla.

Al separar en trozos se mantiene el texto despejado, considerando la limitación de la pantalla donde en promedio caben unas 100 palabras. El lector absorbe en forma rápida toda la información de la página y entonces decide si desea continuar. Se puede considerar como un método relámpago.

Desplazamiento

A veces no tiene sentido separar arbitrariamente el texto en trozos. Hay ciertos informes u otras fuentes de información detalladas que tienen que leerse en una secuencia específica y que se pueden poner en línea como archivo en PDF. El usuario no tiene otra opción que recorrer el texto de arriba abajo para encontrar lo que busca, lo que puede ser cansador.

La investigación ha demostrado que cuando el usuario recorre un texto desplazándose de arriba abajo tiende a desorientarse porque no recuerda la información que ya ha salido de la pantalla. En estos casos la Web puede usarse como un acervo del cual bajar archivos para imprimirlos y leerlos en papel. Para documentos largos es mejor ofrecer al usuario las opciones en HTML y en PDF.

Sin embargo, puede haber ventajas en usar páginas largas en la Web. Es más simple mantenerlas. Usted puede ajustar el diseño del documento para facilitar la lectura, ofrecer enlaces internos y dividir bloques largos de texto gris con subtítulos apropiados. Tenga presente, sin embargo, que sólo cerca de un 10 por ciento de los usuarios leerán de arriba abajo un documento que tenga más de tres páginas (equivalente a unas 400 palabras).

 

g. Títulos significativos

El título de un documento aparece en una barra azul en la esquina superior izquierda de una página, no en la ventana del navegador. Aunque es fácil pasar por alto los títulos, son parte fundamental del escribir para la Web. No sólo ayudan al usuario a navegar por un sitio, sino que además sirven de marcadores para referencia futura. Por lo tanto, es importante que sean significativos.

Sugerencias para escribir títulos:

  • No use más de cuatro a seis palabras por título (entre 40 y 60 caracteres)
  • Use sólo palabras significativas. La primera palabra debe tener sentido aisladamente, ya que es la que toma el motor de búsqueda
  • Use mayúsculas y minúsculas
  • Asegúrese que cada nueva página tenga su propio título
  • Evite el uso de artículos (un, una, el, la y sus plurales)

 

h. Titulares o subtítulos

No es lo mismo escribir titulares para la Web que para textos impresos. La cantidad de información disponible en una pantalla es limitada, a diferencia del periódico que le permite ver al mismo tiempo el titular, fotografía, leyenda, bajada o deck (titular secundario explicativo) y el cuerpo del artículo. Así, de una sola ojeada el lector tiene una visión más completa para interpretar el mensaje del titular.

Cuando leemos en línea, con frecuencia sólo tenemos el titular para guiarnos. Aun en los casos en que el titular trae un breve resumen son pocos los que se detienen a leerlo. Por eso es tan importante que los titulares sean directos y exactos cuando se escribe para la Web.

Algunas sugerencias para escribir titulares para la Web:

  • Manténgalos breves
  • Use un lenguaje claro y sencillo: los titulares efectistas o ingeniosos pueden perder significado
  • No incluya artículos (un, una, el, la y sus plurales)
  • Ponga como primera palabra la que tenga mayor significado
  • Mantenga los títulos como texto regular. Evite gráficas porque pueden demorarse en bajar
  • Evite los ‘teasers’ —pueden funcionar en el texto impreso, pero como el usuario no sabe exactamente qué le ofrecen, lo más probable es que no espere a que baje la página

Los subtítulos son una herramienta eficaz para dividir texto. También facilitan la exploración. Los bloques demasiado grandes en texto gris pueden agobiar al lector. En la parte superior de su documento cree enlaces a subtítulos que le ofrezcan al usuario una selección rápida de opciones. Así podrá saltar directamente al tema que le interesa en lugar de vadear por todo el texto.

 

i. Navegación: enlaces, botones, barras y mapas

La navegación cumple tres propósitos generales. Le dice al usuario:

  • Dónde se encuentra
  • Dónde ha estado
  • Dónde puede ir

Lo más importante es recordar que el control lo tienen los usuarios. Si trata de dirigirlos impidiéndoles usar enlaces o desactivando el acceso a opciones, lo más probable es que sólo logre frustrarlos.

En lugar de tratar de controlar la conducta del usuario, es mejor ayudarle a desplazarse rápida y eficazmente por un documento o sitio. Nunca atrape al usuario en una página que no tiene salida. Las cuatro soluciones más comunes son:

  • Hiperenlaces
  • Barra de navegación en cada página
  • Barra de Menú en cada página
  • Mapa del sitio con enlace desde cada página

No se aparte de lo conocido. La Web como un todo funciona por convenciones establecidas, por ejemplo, el texto en azul indica un hiperenlace. El usuario espera utilizar estos patrones conocidos de navegación, no volver a aprender a navegar cada vez que visita otro sitio.

Finalmente, asegúrese que su texto sea independiente. Evite comenzar cualquier parte de su documento con “Como se mencionaba anteriormente...” o “Más adelante veremos...” Puede que el usuario no venga de la página anterior, sino que ha saltado desde otra parte. A usted le corresponde hacer que la página sea comprensible.

Hiperenlaces

Los enlaces ayudan al usuario a manejar gran cantidad de información. También proporcionan los medios más rápidos de desplazarse por un sitio o documento. Pero cuidado con exagerar. No use un enlace si puede entregar la información de manera consistente en la página que está viendo el lector. En breve, al escribir para la Web:

  • No use las palabras “haga clic aquí” o “siga este enlace”. En lugar de eso, use palabras clave o la dirección misma del enlace como hiperenlace
  • Use enlaces para dar información complementaria: visión general, definiciones, etc.
  • No use el color azul para otro texto que no sea el que indique un enlace
  • Liste los enlaces menos importantes al final del documento en lugar de incrustarlos en el texto
  • Sólo ofrezca enlaces útiles. Los enlaces caducos o equívocos pueden hacer perder tiempo al usuario

Tenga en cuenta que tanto el usuario que maneja tecnología más antigua como el que maneja la nueva puede enfrentar desafíos de navegación. Las gráficas complejas le pueden tomar demasiado tiempo a un computador antiguo. Las ventanas emergentes y otras funciones avanzadas de la Web pueden causar problemas de navegación en pantallas compactas como las de un teléfono celular o visor de mano, porque el usuario puede no estar consciente que ha abierto una nueva ventana.

Al escribir y diseñar el contenido de su sitio tenga presente que entre los miembros de la RIBM existe una diversa gama de sistemas y distintas amplitudes de banda.

 

j. Accesibilidad

La Web es un medio primordialmente visual. Como tal, los problemas más comunes de accesibilidad se relacionan con la vista. El usuario daltónico o con problemas visuales necesita letras grandes y contrastes fuertes de colores entre el primer plano y el fondo para poder leer el texto. Los navegadores auditivos pueden acompañar fotos, logotipos o gráficas para usuarios con soporte completo, por lo cual es importante poner los nombres correctos en las etiquetas alt.

Otras discapacidades a considerar en el diseño de su sitio Web son:

  • Auditivas: se pueden poner transcripciones de clips de audio a disposición del usuario
  • Motoras: no ponga mapas de imágenes o botones de navegación demasiado pequeños. Algunos usuarios pueden encontrar difícil poner el ratón sobre un blanco demasiado pequeño
  • Cognitivas: simplifique la navegación de su sitio

 

k. Edición y corrección de pruebas

Es de suma importancia revisar el contenido de su sitio. Es demasiado tarde descubrir que su sitio tiene errores después que lo han visto miles de usuarios, con el riesgo de menoscabar su credibilidad. Las siguientes directrices le ayudarán a identificar puntos débiles, problemas técnicos o descuidos antes de poner su texto en línea.

Revise por segunda vez

Es una buena práctica para todos los medios que contienen texto escrito, pero especialmente para la Web. Considerando que los lectores no puedes absorber la misma cantidad de información desde una pantalla que de un documento impreso, revise su trabajo y saque todas las palabras que no aporten significado. Por ejemplo:

Para poder entender la seriedad de este asunto...        
Para entender la seriedad de este asunto...

En la versión corregida se eliminó la palabra “poder”. Aunque en general tales frases mejoran el ritmo y la fluidez del texto impreso, en la Web sólo demoran la lectura y ocupan espacio improductivo, restándole fuerza al mensaje principal que usted trata de comunicar. Puede que la versión abreviada sea menos elocuente pero los lectores leerán y absorberán más en menos tiempo.

Corrección de pruebas de su documento

Siempre debe corregir su documento, pero más importante aún es que lo haga otra persona. Cuántas veces se nos han pasado errores graves en un documento después de haberlo leído y releído. Asegúrese que su material lo revise un editor profesional antes de ponerlo en la Web.

 

l. Lista de control para el contenido de la Web

  • Saber a qué público se dirige
  • Usar un lenguaje directo, sencillo y conciso
  • Limitar las frases a un máximo de 20 palabras
  • Limitar las oraciones a una idea por párrafo
  • Limitar el párrafo a un máximo de cinco líneas
  • Organizar el contenido según el estilo de pirámide invertida —de mayor a menor interés
  • Escribir en un lenguaje llano y sencillo —cercano a la lengua hablada
  • Usar la voz activa; evitar el uso de jerga y clichés (cuando haya que usar siglas, dar la versión completa); usar verbos expresivos
  • Dirigirse personalmente al lector, si corresponde, usando palabras como “usted” o “nosotros”
  • Abreviar el texto omitiendo palabras que no aportan significado, por ejemplo, “como lo habíamos dicho anteriormente”
  • Facilitar la lectura dejando abundantes espacios en blanco y evitando el uso de fuentes diferentes
  • Elegir titulares y subtítulos significativos para dividir el texto y facilitar la exploración
  • Evitar largos bloques de texto gris usando listas con viñetas
  • Revisar el texto para asegurarse que no tenga errores gramaticales ni ortográficos
  • Pedirle a un(a) profesional, a un(a) colega o a una persona amiga que revise la versión final de su texto antes de publicarlo

 

 

 

POR QUÉ ENSEÑAR ESCRITURA DIGITAL?

 

Articulo "Why teach digital writing?" de Writing in Digital Environments (WIDE) Research Center Collective de la revista on-line Kairos, traducido en gabinetedeinformatica.net

 

escritura

 

Los ordenadores no son sólo herramientas para escribir. Los ordenadores en red crean un nuevo tipo de espacio de escritura qua cambia el proceso de escritura y la dinámica de la retórica básica entre escritores y lectores. Las tecnologías informáticas han cambiado los procesos, productos y contextos para escribir en sensacionales formas. La teoría retórica, práctica de composición y enseñanza de la escritura, deben cambiar para adaptarse a la forma en que se está generando la escritura en espacios digitales.
La escritura cambió radicalmente como consecuencia de la tecnología informática para el trabajo en internet. Todo el mundo dice eso, e investigadores en el campo de la computación y de la escritura han estado estudiando las implicaciones de esta argumentación durante 20 años. Pero ¿estamos de verdad preparados para aceptar las implicaciones de tal argumento? Hay tres implicaciones que consideramos fundamentales:

  1. La teoría retórica convencional de escritura “con letras de molde” no es adecuada para la escritura basada en ordenador, lo que llamamos “escritura digital”.
    Sí: muchos términos retóricos, conceptos y estrategias deben ser importados y aplicados de forma útil a la escritura basada en ordenador. Pero por sí misma, sin interpretaciones y reformulaciones importantes, esa teoría será inadecuada, obsoleta e inútil. Se necesita que sea desarrollada una nueva teoría para la escritura digital o, mejor dicho, continuar con el desarrollo de investigación que están llevando a cabo investigadores en computación (aunque advertimos que hay muchas más demandas pendientes). En este texto realmente no proporcionamos una teoría retórica comprensiva de gran amplitud, sino que sólo exploramos el tema. ¿Por qué se necesita una nueva teoría retórica para la escritura digital? No es adecuado enseñar durante más tiempo a escribir con seriedad y eficacia en las clases tradicionales.
  2. La enseñanza de la escritura, en cierto sentido, DEBE estar basada en el ordenador para así encontrar las necesidades de los estudiantes en escritura.
    Esta es la implicación más preocupante de lo que el campo de los ordenadores y de la escritura ha tenido durante 20 años; ese campo ha sido asignado a status secundarios como un subcampo de la retórica y de la composición, un área especializada la cual, aunque importante, es secundaria al campo principal.¿Qué ocurre si, en efecto, los ordenadores y la escritura se convierten en el campo principal? ¿Qué ocurre si ése es el campo de la composición en el siglo XXI (Bill Hart-Davison y Steven Krause, 2004)? Este artículo explora las implicaciones de este punto y argumenta lo que ciertamente ocurrirá, o al menos debería.
  3. La enseñanza de la escritura en espacios mediados digitalmente requiere que cambiemos nuestros enfoques. El contexto en que enseñamos la materia, quizá más que nunca.
    La atención al contexto requiere la atención a los detalles, producciones y posibilidades infraestructurales, posibilidades ancladas dentro y a través de redes físicas. (ej.: aulas y comunidades) y espacios digitales (ej.: las actuales redes de ordenadores y servidores; De Voss, Cushman, Grabill, en prensa). Nuestra enseñanza debería involucrar a los estudiantes en el conocimiento inteligente y crítico de este contexto, y animarles a que participen activamente en la selección de la gran cantidad de herramientas multimedia para escribir y enviar/distribuir lo que hayan escrito a través de espacios digitales múltiples.

Cuando usamos el término “escritura digital” nos referimos al nuevo entorno de escritura. Esto es, la escritura generada desde un ordenador y distribuida vía Internet y WWW. No estamos hablando del ordenador como una máquina de escribir, aunque ese desarrollo tecnológico particular, ciertamente ha cambiado el proceso de escritura. El ordenador por él mismo, sólo como máquina de escribir, no tiene nada de revolucionario en el sentido que le damos. El impresionante cambio es la red de ordenadores conectados a Internet y al WWW. La conectividad permite que los escritores accedan y participen de modo más continuado e instantáneo en espacios web y que distribuyan el texto a lo largo y ancho de audiencias dispersas geográficamente.

Muchas tecnologías han perfilado el proceso de escribir (la máquina de escribir es un ejemplo) pero sólo unas pocas tecnologías de escritura han tenido un impacto social verdaderamente impresionante. La imprenta es una y los ordenadores en red es otra. Es el ordenador en red, los espacios a los que proporcionando acceso las redes de ordenadores y las formas públicas en la cual los individuos están escribiendo, y juntos cambiando el panorama cultural. Estos elementos, considerados juntos, son verdaderamente revolucionarios.

La enseñanza de la escritura debe dotar a los estudiantes con las herramientas, habilidades y estrategias no sólo para producir documentos apropiados al global y disperso mundo de la web. Esta visión requiere un cambio a gran escala en las situaciones retóricas sobre las que pedimos a los estudiantes que escriban, las audiencias para las que escriban, los productos que originan y los propósitos de su escritura. La revolución de la conectividad no es sólo una revolución de red o máquina. Es, básicamente, una revolución social y cultural.
La forma en que las personas usan Internet y el número total que escribe en y con la web está teniendo un significativo impacto social y cultural. Un estudio de Pew Internet y American Life llevado a cabo en febrero de 2004 dio cuenta de que “el 44% de los norteamericanos que usan Internet ha contribuido a cambiar la forma de pensar y sus ficheros en el mundo online” a través de artículos escritos y materiales visuales en los sitios web, contribuyendo a grupos de noticias, escritura en blogs, conversaciones en espacios de chat (tal como un servicio de mensajes instantáneos) y otros servicios digitales. Conexión inalámbrica, ancho de banda y tecnologías de satélite están expandiendo y acelerando más aún los medios de comunicación. (Por ejemplo, desde un teléfono móvil se puede enviar a la web, en unos pocos minutos, una foto y un mensaje de texto).

La enseñanza de la escritura debe equipar a los estudiantes con las herramientas, habilidades y estrategias no sólo para producir textos tradicionales usando la tecnología de ordenador, sino también para hacerlo con documentos apropiados al global y disperso mundo de la web. Esta transformación requiere un cambio a gran escala en la situación retórica sobre la que queremos que escriban, las audiencias a las que les pedimos que se dirijan, los productos que consiguen y los propósitos que tienen al escribir.

Resistencias a la enseñanza de la escritura digital.

tablet

Invertimos una gran cantidad de esfuerzo para justificar en la Universidad del Estado de Michigan (MSU) la enseñanza de la escritura digital, intentando implicar a colegas de facultad, la mayor parte (aunque no todos) de otros campos, que no consideran que la tecnología sea necesaria para la enseñanza de la escritura. Estas resistencias han aflorado cuando hemos intentado desarrollar nuevos cursos y currícula de escritura digital, cuando hemos pedido recursos para dar soporte a la enseñanza de la escritura basada en ordenador y cuando hemos intentado ampliar el alcance de aquella en el currículo obligatorio de escritura en el primer curso de la MSU.
La resistencia adopta varias formas. Más abajo hay todo un rango de comentarios que hemos oído a los que se oponen a la enseñanza de la escritura basada en ordenador.

Alcance, identidad y resistencia a la enseñanza de la escritura con ordenador

  1. ¿Deberíamos enseñar tecnología en una clase sobre escritura? No forma parte del arte de escribir. Antes, en las clases no enseñábamos a teclear ¿Por qué ahora enseñamos computación?
  2. “Tenemos ya demasiado que hacer en la clase de primer año de composición. No puedo hacer MÁS.”
  3. “Somos expertos en escritura, no en computación. Los especialistas en computación, no los profesores de escritura.”
  4. “Los estudiantes tienen problemas para escribir en entornos impresos. Si escriben deficientemente en letra impresa, no veo como llevándolos online es ayudarles en sus habilidades para escribir.”
  5. “Los estudiantes no aprenderán como escribir en contextos académicos o disciplinares si les enseñamos a escribir online.”

Resistencia humanística

  1. “Deberíamos enseñar a escribir como una empresa humanística, no como una habilidad técnica. La escritura debería enseñarse como parte de una educación liberal con el propósito de ampliar las capacidades intelectuales de los estudiantes.”
  2. “La enseñanza de la escritura con ordenador contribuye a la toma de la universidad por intereses empresariales cuyo propósito es producir trabajadores acríticos en lugar de ciudadanos críticos y creativos.”

Resistencia al coste

  1. “Las aulas de ordenadores son demasiado costosas. No nos lo podemos permitir.”

Resistencia pasiva

  1. [Silencio.]

Nota del traductor: en el texto original, a continuación de cada uno de los 9 puntos anteriores aparece un enlace a la respuesta que da el autor a cada uno de los comentarios escritos más atrás.

Nuevos contextos para escribir

Escribir con ordenadores en red cambia los contextos de escritura en distintas formas. Por ejemplo, los nuevos contextos para escribir a menudo han de ser entendidos en términos de potencial e identidad. Los compositores han prestado atención a los temas de entidad y subjetividad con interés hacia los medios digitales y espacios online; Stephen Knadler (2001), Heidi McKee (2003), Teresa Redd (2003), Elaine Richardson (1997), Todd Taylor (1997) y otros han hablado de temas de raza y diferencias en espacios digitales, tanto desde el punto de vista del profesor como de las perspectivas de los estudiantes. Una sólida serie de artículos sobre la erudición en la composición también ha explorado temas de género en el espacio digital, atendiendo al contexto de computación centrado en el hombre y a posibles intervenciones feministas en espacios electrónicos (p. ej.: Ann Brady Aschauer, 1999; Dene Grigar, 1999; Mary Hocks, 1999; Gian Pagnucci & Nicholas Mauriello, 1999; Laura Sullivan, 1999; Pamela Takayoshi, 1994, 2000; Takayoshi, Emily Huot, & Meghan Huot, 1999; Patricia Webb, 2003; Janice Wolfe, 1999).

Las nuevas tecnologías han suscitado dudas no sólo sobre manifestaciones de raza y género en el acorpóreo reino del ciberespacio, sino que también nuevas tecnologías han especulado sobre las prácticas de alfabetización emergentes y electrónicas (ver, por ejemplo, Jay David Bolter, 2001; Joanne Buckley, 1997; Nicholas Burbles, 1998; Gary Heba, 1997; Deborah Holdstein & Cynthia Selfe, 1990; Michael Joyce, 1998; Selfe, 1987, 1989, 1999; Myron Tuman, 1992).

Escritura digital

Un buen reparto de ayudas al estudio ha sido dedicado a explorar el impacto de la alfabetización de interfaz sobre las prácticas de escritura. Íntimamente relacionado están las ayudas al estudio que analizan como potencialmente, interfaces específicas configuran las prácticas y procesos. de escritura (por ejemplo, Marcia Curtis, 1998; Patricia Sullivan, 1991, 1998; Selfe & Richard Selfe, 1994; Paul LeBlanc, 1993; William Condon, 1992; Tim McGee & Patricia Ericsson, 2002; Alex Vernon, 2000; Anne Wysocki, 2001; Wysocki & Julia Jasken, 2004); ciertamente, los mensajes de texto, blogs y wikis están configurando las trayectorias de investigación relacionadas con interfaces de/para escribir.

De esa manera, necesitamos pensar en profundidad sobre el contexto, en términos de producción y distribución (Porter, 2005). Las tecnologías de ordenador permiten a los escritores con acceso a una red de ordenadores convertirse en editores y distribuidores de su producción., con la probabilidad de que reciban retroalimentación, a veces de modo inmediato. En consecuencia, las audiencias y los escritores están mutuamente relacionados interactivamente en tiempo y en espacio. Los escritores pueden integrar con facilidad el trabajo de otros en nuevo significados a través de nuevos medios y reescritura de medios antiguos, texto, imagen, sonido y vídeo, con un empuje y rapidez impensable antes de las tecnologías de ordenador. La profundidad y amplitud de este tipo de colaboración, ambos implícitos (”tomados en préstamo” de otros) y cómplices (comunidades de escritores), puede ser uno de los impactos más significativos de las tecnologías de ordenador en los contextos y prácticas de la escritura. Este contexto presiona en contra de muchas cuestiones de propiedad intelectual, plagio, acceso, credibilidad de las fuentes y diseminación de la información (Dànielle Nicole DeVoss, 2001; DeVoss & Annette Rosati, 2002).

Adicionalmente, tiene que ver con el desarrollo el hecho de componer con múltiples medios que se toman prestados, reformados y refundidos en composiciones. Se ha hecho un considerable trabajo y continúa desarrollándose en las áreas de la propiedad intelectual y del copyright. Enmarcando este trabajo están las inspecciones de dinámicas institucionales y políticas intentando averiguar como impactan las aulas de escritura vía, por ejemplo, políticas, directrices y leyes de propiedad intelectual (Laura Gurak & Johndan Johnson-Eilola, 1998; Tharon Howard, 1997; Johnson-Eilola, 1998a, 1998b; James Kalmbach, 1997; Susan Lang, Joyce Walker, & Keith Dorwick, 2000; James Porter, 1998; Porter, Sullivan, Stuart Blythe, Jeffrey Grabill, & Libby Miles, 2000; CCCC Guidelines on Promotion and Tenure Guidelines for Work with Technology). De hecho, se prueban continuamente políticas justas al componer con múltiples medios, dada la facilidad de acceso a ellos, de manipularlos y de redistribuir las composiciones.

Cuando juntamos todo ello, la capacidad para componer documentos con múltiples medios, de publicarlos rápidamente, de distribuirlos en audiencias masivas y permitir que las audiencias interactúen con estos escritos (y con los escritores) es un reto a muchos de los principios y prácticas tradicionales de composición, lo cual está basado (implícitamente) en una perspectiva impresa de letras de molde de la escritura. La naturaleza del cambio y contextos de composición impactan a cada vuelta en la construcción del significado.

Nuevos espacios para escribir

¿Para que vamos a prestar atención al espacio si nuestro foco está en la escritura digital y espacios online y virtuales para distribuir y repartir textos? En esencia, el espacio configura el trabajo que hacemos y las formas en las que queremos interactuar con los demás. Los espacios requieren de nosotros que participemos como activistas en nuestros campus. Por ejemplo, en la Universidad del estado de Michigan, uno de los Comités para la tecnología de la instrucción, hace poco que hizo una serie de recomendaciones directamente relacionadas con nuestro ámbito:

  1. El empeño por las aulas de tecnología debería continuar; la universidad de Michigan debería de continuar convirtiendo las aulas con tecnología limitada, o sin ninguna, en aulas de tecnología.
  2. Las aulas de tecnología deberian ser evaluadas regularmente, de cara a las necesidades de la facultad y uso instruccional, especialmente como aulas que soporten portátiles y wireless.
  3. A medida que se añadan nuevos equipos o se renueven los laboratorios existentes, deberían revisarse, sopesarse e implementarse los diseños, incluyendo una disposiciones “vaina y racimo”.
  4. Los rediseños de los laboratorios deben estar en función de los usos educativos del espacio.
  5. Los laboratorios deben acomodarse al uso de los portátiles por los estudiantes y el empuje creciente de los espacios wireless y acceso a wireless- http://www.msu.edu/~ictc/ictc_appr04.html

Sin sorpresa, no somos los únicos en la MSU que hablamos en formas muy robustas sobre espacios tecnológicos para la enseñanza. Así, si lo que está pasando en la MSU es un marco para nuestras creencias sobre el diseño de tecnología educativa, las conversaciones nacionales son otros marcos. Por ejemplo, uno de los principales temas del congreso de enero de 2004, National Learning Infraestructure Initiative (Iniciativa Nacional de Infraestructuras de Aprendizaje), NLII fue el “Diseño de Espacios de Aprendizaje”. El NLII animó a los participantes a considerar cómo podemos entender mejor ” las relaciones flexibles de cara al futuro que ocurren en el vínculo de la tecnología, pedagogía, aprendizaje y espacio físico (http://www.educause.edu/Browse/645&PARENT_ID=696) y como podemos diseñar espacios que facilitan la comunicación, colaboración y trabajo intesivo con ordenadores.

Aquí ofrecemos un modelo de un espacio instruccional rico en tecnología que facilita las tareas típicas de una clase de escritura. Este espacio da cabida para el trabajo de escribir a grandes y pequeños grupos. Permite el trabajo individual y trabajar sin parar desde los pcs. Permite también que los grupos de estudiantes presenten sus trabajos. Y permite que los estudiantes se impliquen en el aprendizaje a través de interfaces y sistemas operativos, ya que el aula tiene tantos PC’s como Mac’s. Otro modelo de espacio para la enseñanza de la escritura se puede encontrar en la Universidad de Stanford, con sus configuraciones flexibles y pantallas de presentaciones. Hay espacios con conexión inalámbrica y espacios con conexión por cable. Las mesas y sillas se pueden mover con facilidad y son muy flexibles. Los espacios tienen portátiles, en los que los estudiantes pueden trabajar en pequeños grupos y usar tarjetas ágiles y grandes pantallas para compartir y discutir su trabajo.

Para la mayor parte de la gente, la palabra “escritura” significa palabras en papel, prosa en frases y párrafos. Desde esta perspectiva, los ordenadores (o cualquier otra tecnología) son elementos accesorios para escribir, simplemente un medio de producir, pero, de hecho, no forman parte del arte de escribir. Pero para nosotros nos es así. No para las personas del campo de la retórica y composición y, especialmente, no para las personas del campo de la computación y escritura. Rechazamos la idea de que escribir corresponde con estilo, sintaxis, coherencia y organización, que denota el nivel de la frase o párrafo. También rechazamos la idea de que toda lo que se escribe es lo mismo, tanto si se escribe a mano, en máquina de escribir o un ordenador en red.

En lugar de eso, vemos la escritura como un proceso de descubrimiento de significados o conocimiento, no como una simple vía para presentarlos. La escritura no es un contenedor. Los artículos de profesores e investigadores, en general, sostienen una visión de conjunto de lo que es escribir, visión en las que los cambios tecnológicos en la producción y distribución tiene una gran importancia. Incluso el más “tradicional” de los profesores de escritura que están involucrados en el campo de la retórica y de la composición, adoptan lo que nosotros sugerimos que es un punto de vista retórico. Pero ¿qué significa esto?

Consideremos una aspecto clave para el papel de la tecnología en la escritura: la cuestión del alcance de “escribir”. ¿Qué lleva implícito cuando decimos “escribir”? Desde un punto de vista retórico, escribir no sólo concierne a las palabras en la página (el producto), sino también a los significados y mecanismos para la distribución o envío (por ejemplo, a través de los medios), invención, exploración, investigación, metodología y procedimientos de búsqueda, así como cuestiones de audiencia, persuasión e impacto.

Desde esta perspectiva, las tecnologías para escribir juegan un papel significativo para la elaboración del significado, especialmente en términos de producción (proceso) y distribución (envío). Recuerda las clásicas visiones de Aristóteles y Cicerón, de los reglas de la retórica, taquigrafía para el alcance del desempeño/rendimiento/interpretación retórico.

La retórica y la escritura, incluye cuestiones de contexto, invención (generación de ideas), argumento y distribución/envío, así como cuestiones de sintaxis, estilo y organización. Con esto sí estamos de acuerdo. Nuestro libros de texto indican que estamos de acuerdo, igual que nuestro curriculum. El tema que nos gustaría sacar a colación aquí, sin embargo, es un poquito más complicado. ¿Estamos dispuestos a asumir para nuestra concepción de escritura compartida, nuestro punto de vista sobre la retórica? El grado hasta el que estemos dispuestos a hacer puede determinar bien la mayor diferencia entre aquello que creemos enseñar escritura digital como algo central, en oposición a la práctica especializada. De manera contundente, manifestamos nuestra duda de que los especialistas en computación y en escritura, rutinariamente, vayan más allá de las normas clásicas: invención, disposición/ordenación, estilo, memoria y distribución, de lo que lo hace la corriente principal. También de manera rutinaria piden una práctica de la escritura más del mundo real en sus aulas vía tecnología a través de todas las categorías canónicas.

Prácticas de disposición
Un ejemplo de este cambio en el modo que la disposición (dispositio), derivado de la retórica de Aristóteles, ha hecho saber los géneros que aprenden los estudiantes. En la clase de escritura en la que se enseña con el modo retórico, la disposición ya se centra en la narración, exposición y argumento. Sin embargo en las áreas de la red, la disposición que los estudiantes necesitan para entender y ser capaces de producir necesita dar cuenta de manera fluida para las convenciones de la organización textual, forma y el contenido que sus particulares y múltiples audiencias aplicarán al leer y navegar. Esto es, no hay un conjunto de disposiciones que podemos enseñar a los estudiantes que los preparan para las exigencias que tienes en entornos digitales

Para enseñar algo sobre disposición en entornos mediados digitalmente, se debería introducir a los estudiantes en el considerable trabajo que la alfabetización de los escolares ha hecho buscando diferencias culturales con estos géneros de impacto de la escritura alfabética (Anis Bawarshi, 2003; Charles Cooper & Lee Odell, 1999; Amy Devitt, 2004; Ann Johns, 2002). La escolaridad en diseño también considera la disposición de los medios (Stephen Berhardt, 1993; Lester Faigley, 1999; Gunther Kress & Theo VanLeeuwen, 2001; Wysocki, 1998, 2001) de forma que fusionan forma, función y contenido en paisajes digitales, a través de pantallas y paisajes, no páginas. La disposición también incluye la comprensión de que a la información pueden acceder usuarios en distintas situaciones y para distintos propósitos. Grabill (1998, 2003a, 2003b) y Allison Regan y John Zuern (2000) han apuntado temas de acceso pra explorar el movimiento de composición mediada por ordenador, fuera de clase y en comunidades. Lester Faigley, Selfe (1999), Moran (1999), y Joseph Janangelo (1991) han estudiado temas de acceso y rastreado a través de tendencias culturales, sociales e históricas. Considerados juntos, la configuración de la enseñanza de la información en entornos digitales para las proliferación de audiencias y complejidad de los propósitos, exige mucho más que simplemente una introducción, práctica y composición en entornos digitales (DeVoss, Ellen Cushman, & Grabill, 2004; DeVoss & Porter, 2004).

¿Cree usted que es uno de los ilustrados? Intente nuestro “¿toma la retórica digital en serio?” ¡Broma! Cada uno de estos ejemplos está basado en una de las categorías canónicas e incluye uno o más principios de la retórica antigua. Cada uno refleja una práctica de escribir muy frecuente en el mundo real. Compruébelos y vea cuáles tendría en cuenta para su clase de escritura.

Las tecnologías también cambian las mismas formas que construyen el significado, la forma de los pensamientos que aparecen en la pantalla. Escribir, como tecnología funciona poniendo las letras una al lado de otra en un cierto orden dentro de una página. David Olson describió las formas en usar estas tecnologías afecta a la forma de pensar. “Escribir proporciona una serie de modelos para el léxico, la sintáxis y propiedades lógicas de lo que se dice y, consecuentemente, esos modelos se hacen conscientes (p. 259). Las herramientas para escribir (abecedario, palabra, frase, etc.) posibilita la “objetización del lenguaje porque” los escritos/la escritura proporcionan un modelo para el discurso” no la otra manera alrededor. En otras palabras, escribir hace posible el conocimiento meta-lingüístico, en otras palabras, y eso es enormemente importante para el aprendizaje y la enseñanza.

Si la escritura hace esto para el habla/discurso, imaginemos los tipos de conocimiento meta-semiótico desarrollados cuando se compone con múltiples medios. George Landow (1992) describió como “La hypermedia nos coge incluso más cerca del sin estar interrelacionado del sin-consciencia” de cada día; se extiende hasta el hipertexto, reintegrando nuestras facultades visuales y auditivas en una experiencia textual, enlazando imágenes gráficas, sonido y vídeo a signos verbales.
Hipermedia pretende aproximarse a la forma en que nuestras mentes despiertas siempre hacen una síntesis de la información recibida a través de todos los sentidos” (p. 212). El proceso de orquestación múltiple de los medios hace posible un conocimiento meta-semiótico de como varias tecnologías trabajan a la vez para producir significados. La forma en que el texto se relaciona con el sonido, imagen, color y movimiento para falsificar la realidad es un proceso de composición bastante diferente al proceso de escribir que demanda sólo que los escritos descontextualizan el habla desde el contexto de su producción (Cushman 2004a, 2004b; Diana George, 2002; Wysocki, 2002). A veces, el proceso de producción de significado con estas tecnologías, oscurece la noción de autor haciendo del lector un escritor y productor de significado.

Escribir no es sólo escribir letras. Escribir requiere un análisis minucioso y crítico y selección entre los múltiples elementos media. Coger unas cuantas piezas media-interactivas relacionadas con el escribir y se producirían haikus. Dos chicas veinteañeras, Sammie y Jennifer, han producido un documento que instruye en forma, ofrece un lugar para someter a consideración y después publica el trabajo. Cushman ha producido otro que pide a los lectores que organicen las líneas como si fueran imágenes y las coloquen con modelos e imágenes de segundo plano. Kohler desarrolló una obra que produce haikus aleatoriamente. Es un circo de haiku hecho posible ahora a través de las variaciones en la composición, producción y construcción de significado. Los escritores digitales se apoyan retóricamente en sofisticadas combinaciones de palabras, movimiento, interactividad y efectos visuales para construir el significado. El software permite que los usuarios, de manera sencilla, manipulen e incrusten la información visual en documentos. En el nivel más básico, incluso procesadores de texto vienen con clips de colecciones de arte bastante grandes y ofrecen a los escritores los medios para crear presentaciones de datos como cuadros, gráficos y diagramas. La mayor parte de los motores de búsqueda permite que los escritores busquen fotos, animaciones y videoclips y los descarguen y usen en documentos, páginas web o películas digitales. Estas opciones precisan escritores que piensen cuidadosamente sobre la elección de las producciones. Estas herramientas cambian las formas en la cual tiene lugar la composición: cambian las formas de investigación la forma de producir “textos” y la forma en que difundimos lo que escribimos.

La mayor parte de la enseñanza de la escritura en el nivel universitario aún tiene que ponerse al día, de acuerdo con los impresionantes cambios de los que estamos hablando aquí. La mayor parte de los cursos de composición se centrar en la perspectiva de la escritura “a mano”. Consideramos que se debe seguir enseñando esta perspectiva, pero que no es suficiente por ella misma. Pero ¿qué significa realmente enseñar desde una perspectiva digital?

Durante los pasados 10-20 años, gente de campos como la computación y la escritura han estado esgrimiendo argumentos para enseñar a escribir con ordenadores que se han convertido en lugar común del discurso institucional: ya que los estudiantes han de ser escritores con ordenador eficaces después de la universidad, porque usan ordenadores en cursos de formación para el trabajo a través de la universidad y porque el ordenador cambia los procesos de escritura y así sucesivamente.

Esos argumentos son todos ciertos. En efecto: creemos que en todas las clases de escritura deberíamos enseñar con tecnología informática para preparar a los estudiantes para su vida profesional futura y para su vida en sociedad, como miembros de un mudo crecientemente digital y global. Si embargo, esos argumentos son claramente insuficientes y en algunos aspectos no precisamente relevantes para las prácticas pedagógicas que nosotros creemos necesarias. Pensemos en estos dos comunes argumentos en contra:

  1. Bien, de acuerdo, los estudiantes escriben con ordenadores, pero eso no significa necesariamente que yo necesite enseñar eso, parece que lo hacen bien por ellos mismos.
  2. Escribir es escribir, tanto si se hace con bolígrafo como con ordenador. El ordenador se ha convertido en algo tan habitual que es imposible ver la escritura de otra manera, justamente a causa de la tecnología usada para hacerlo.

¿Y que significa realmente enseñar escritura digital? Dado que nuestro argumento es que la escritura digital es diferente porque la red y la profundidad y amplitud de los cambios en la escritura que las redes ofrecen y requieren (ej.: pensar en estándares), entonces comenzamos nuestro pensamiento pedagógico con la red. Considerar el escenario habitual de nuestras aulas.
Cuando pedimos a los estudiantes que escriban en un aula con ordenadores, bolígrafos, rotuladores, lápiz y papel que ellos llevan a clase, eligen distintas tecnologías para distintos propósitos. Algunos para garabatear, otros para dibujar, algunos para tomar apuntes en papel y otros encienden inmediatamente el ordenador. Estos últimos a veces escriben con una aplicación de correo-e, a veces con procesadores de texto, a veces con programas para gráficos, que les permite construir imágenes.
Hay un número de cuestiones incluidas en este ejemplo, pero la base pedagógica imperante es enseñar a escribir en el lugar que ofrezcan a los estudiantes las alternativas que necesitan. Ciertamente que las posibilidades conlleva el uso de ordenadores porque eventualmente necesitan escribir en algo asiduo. A medida que la autora progresa en su proyecto, el objeto que ella ha creado ha de ser transferido, compartido y revisado, todas las prácticas que necesitan. La práctica de usar redes cambia la escritura, ya que tiene algo de invención.
El punto no es enseñar a escribir con ordenadores, sino que es enseñar a escribir en espacios que también permitan a los estudiantes escribir con ordenadores. ¿Por qué? La respuesta es, fundamentalmente, de naturaleza pedagógica.

  1. Porque los estudiantes necesitan una amplia gama de posibilidades tecnológicas, incluyendo ordenadores y redes, para dar soporte a lo que escriben, comparten, socializan, representa y organiza sus vidas. Un importante número de sus actividades de construir significados son actividades en red, incluyendo lo que escriben para nosotros.
  2. Porque si los profesores de escritura esperan intervenir de forma útil para ayudar a los estudiantes con sus procesos de escritura, tienen que implicarse en lo que ellos producen, lo cual ahora está mediado y conectado por el ordenador.

En otras palabras, si queremos enseñar a escribir o ayudar a los estudiantes a aprender como se escribe más eficazmente, tenemos que estar con ellos en donde ellos escriban. Las redes son las aulas.
Imaginemos una pedagogía basada en estos principios:

  • Situada en contextos con abundantes facilidades para escribir. Los contextos en los que enseñamos y escribimos la materia. No necesitamos obligadamente enseñar en un aula de informática tal como entendíamos este tipo de aula en el pasado. Necesitamos enseñar en contextos que ofrezcan infraestructura básica y opciones semióticas para los estudiantes. Estos contextos empiezan en aulas particulares, pero se extienden a lo largo del campus y de la comunicada como un todo. Los estudiantes deberían estar capacitados para escribir en cualquier momento y en cualquier lugar con cualquiera. Los profesores de escritura deberían hacer algo más que ayudar a diseñar las aulas, necesitamos involucrarnos en el diseño de las infraestructuras para dar soporte a la escritura.
  • Arraigada en una retórica que es tecnológica, social y cultural. Deben enseñarse cuestiones de improvisación e investigación (exploración, búsqueda, metodología) así como cuestiones de audiencia, persuasión e impacto y sus diferencias. Tal como hemos sugerido en otros lugares, desde esta perspectiva, las tecnologías de la escritura juegan un significativo papel en la construcción de significado, especialmente en términos de producción (proceso) y distribución (reparto).
  • Vinculada a una conciencia crítica y juiciosa de la tecnología. Igual que muchos otros, estamos afectados porque la profundidad e intensidad de los medios que están por encima de nosotros es escribirnos más que estar escribiéndolo??? Hay una gran cantidad de trabajo que hacer para desarrollar pedagogías críticas que incluyan medios digitales, en particular aquellos que demanda la productividad de los estudiantes. Seleccionar cuidadosa y críticamente entre las herramientas para hacer tareas de escritura y preparar composiciones significa identificar y seleccionar entre muchas opciones.
  • Enmarcada en aprender a aprender. Las habilidades técnicas, meramente técnicas o enseñar aplicaciones de un software particular, no es lo que hacemos. (Selfe y DeVoss, 2002). Las tecnologías no enmarcan nuestra enseñanza, sino más bien escribir con el propósito de tener lectores junto con miríadas de componentes que requieren atención para hacerlo escribiendo bien (ej: atención a las audiencias, propósitos y contextos, seleccionando entre géneros, identificando el tono apropiado, seleccionando e integrando los recursos). El software de enseñanza es entrenamiento técnico que puede encontrar necesidades inmediatas, pero no amplía la capacidad intelectual de los estudiantes. De esa manera nuestra enseñanza se dirige hacia la composición con tecnologías como un proceso integrado y como un arte liberal, es decir, consideramos que nuestras tareas van dirigidas a ayudar a que los estudiantes adquieran las capacidades intelectuales y críticas que necesitan para ser críticos y elegir entre las opciones disponibles y adquirir nuevo conocimiento para ellos mismos a medida que las herramientas evolucionan y se desarrollan.
  • Anclada a múltiples enfoques para escribir. Escribir ya no es simplemente poner palabras en una página impresa. Hoy día, escribir significa seleccionar y escribir múltiples medios, incluyendo fotos, gráficos, vídeo, imágenes, audio, diagramas, hiperenlaces, etc. Los estudiantes necesitan entender como esos medios tienen sentido y como estratificarlos y yuxtaponerlos para crear elaborados mensajes.

Cómo debemos formar a profesores de escritura digital y apoyar su trabajo
Tal como hemos señalado, la escritura digital requiere atención al contexto, a la retórica, a las redes y a nuestro compromiso con convenios de escritura y teorías. Un factor que envuelve todas las consideraciones que hemos publicado hasta aquí es, sin embargo, la habilidad de desarrollo.
La escritura digital no puede existir sin la habilidad de desarrollo, y por esto no significa talleres aleatorios e irregulares sin pedagogía ni entramado teórico, sin continuidad. La habilidad de desarrollo significa cultivar realmente una ecología de escritura digital a través de un compromiso con sesiones de entrenamiento regular, enfoques tutoriales, ayuda con software , hardware y otros soportes y redes conceptuales serias.
Tal como hemos argumentado, la enseñanza en un laboratorio de computación no es necesariamente enseñanza de escritura digital. La habilidad de desarrollo, entonces, debería ser guiada por la filosofía de que la tecnología debería ser cuidadosa y reflexivamente integrada en las aulas de escritura de modo que complemente los principios pedagógicos y los objetivos curriculares. Los resultados del desarrollo de la facultad son la creación de espacios por su parte para las prácticas a mano, sobre tareas con una gran variedad de tecnologías de escritura (ej.: software específico, hardware, uso del espacio del servidor del campus y redes) y para fomentar y sustentar ideas para las actividades de aula y tareas o ejercicios de escritura digital.
Una ecología de escritura digital significa comenzar y mantener debates sobre los enfoques para integrar distintas tecnologías en las clases de escritura para distintas tareas y objetivos. Fomentando una ecología de escritura digital significa facultades con tecnología y herramientas que se necesitan para pensar o enseñar con su orden en una materia oportuna. Sostener una ecología de tecnología significa disponer en la facultad de medios humanos y materiales, máquinas adecuadas, recursos económicos, seguridad de tiempo, gratificación por el trabajo que hacemos, etc.
Además, deben hacerse esfuerzos en el desarrollo profesional para graduar ayudantes de profesores, que a menudo son un recurso inexplorado (o, de lo contrario, un sobreesfuerzo) en términos del uso de la tecnología y, a menudo, los pensadores tecnológico/digital más avanzados de un departamento o institución. Así, debemos fundamentar en profundidad teórica y técnicamente enfoques para la escritura digital en la preparación de nuestras clases, en nuestras clases de teoría tecnológica y en el entrenamiento de nuestros estudiantes y continuación con el desarrollo profesional (Barb Blakely Duffelmeyer, 2003; Jude Edminster & Joe Moxley, 2002; Holdstein, 1989; Takayoshi & Brian Huot, 2003; Taylor, 1998).

(Algunas) conclusiones: por qué tenemos que enseñar escritura digital
¿Por qué enseñamos escritura digital? La mayor parte, si no todos, los escritos, hoy día tienen lugar en espacios mediados por ordenador. Desde anteproyectos hasta presentaciones o publicaciones y otras formas de producción, la mayor parte de los documentos son creaciones digitales frecuentemente creadas y distribuidas digitalmente. Lo que esto significa, a gran escala, es que escribir, hoy día, sigue empujando sobre las instituciones en formas en que la escritura no ha sido empujada antes. Argumentábamos en este ensayo que los ordenadores no son meros instrumentos. Argumentábamos también que la escritura está cambiando radicalmente por la tecnología de ordenador trabajando en Internet. Hemos postulado que la teoría convencional teoría retórica anclada en lo impreso ofrece algunos mediosa para entender la escritura y la producción, pero que también necesitamos fomentar nuevas herramientas retóricas y teorías para poder negociar mejor nuestras tareas como profesores de escritura digital.
Hemos vinculado las prácticas de escritura digital a espacios físicos y ampliado nuestras opiniones acerca de cómo y por qué los espacios tradicionales dificultan nuestros método y formas de enseñar a escribir con medio de enseñar escritura digital. Esperamos haber añadido la atención prestada a las posibilidades de anclar a, entre y a través de las redes físicas, intelectuales y digitales.
Hemos vinculado las prácticas de escritura digital a la ampliación de modos y medios, y el hecho de que escribir, hoy, significa mucho más que trabajar meramente con textos alfabéticos o con páginas impresas, pero que las aplicaciones de ordenado y espacios de publicación digital nos permiten tejer y orquestar múltiples signos de tecnologías (ej.: imágenes, voz y otros sonidos, música, video, grabados, gráficos), acomodados juntos a través del espacio y del tiempo para producir artefactos que pueden ser interactivos, hiperenlazados y bastantes potentes.
Fomentar, apoyar e implicar las capacidades de los estudiantes para escribir en y a través de espacios digitales es complicado a través de una matriz de los medios, de retóricas, de tecnologías y de varios valores institucionales. Todas estas variables y valores crean el aspecto del contexto de la escritura digital. La escritura digital hace visible las necesidades que los cursos de escritura y currículos y programas que hemos articulado previamente o necesitamos articular. Estas necesidades complican y amplían las presiones que ya sentimos alrededor, y que ya ejercemos, peligros y posibilidades relacionados con la enseñanza y los espacios de trabajo, evaluación, tamaño de la clase, acceso a laboratorios de computación, acceso a espacios de enseñanza wireless, diseño de curriculas, proveer de personal y trabajo, y más. Mucho más.
Esperamos haber ofrecido aquí algunas herramientas para los profesores de escritura para considerar como negociamos el paisaje cambiante de la enseñanza de la escritura dentro y a través de espacios digitales y comunicaciones en red.

 

 

 

 

 

 

     

    Actualizado el 25/11/2009          Eres el visitante número                ¡En serio! Eres el número         

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