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LA ESCRITURA HUMANÍSTICA Apuntes resumidos por Manuel Romero Tallafigo, Catedrático de Ciencias y Técnicas Historiográficas.
Fue el liberalismo del siglo XIX el que afirmó que en el Renacimiento se descubrió la naturaleza del hombre, su ideal de libertad de jerarquía y de pensamiento en reacción contra las teorías románticas y contra la propaganda que se hacía de la Edad Media. Los hombres del Iluminismo del siglo XVIII mostraron una gran afinidad con los hombres del Renacimiento, a los que consideraron irreligiosos (más que esto fueron antiescolásticos. Pero el Renacimiento comenzó en la Edad Media cuando el pensamiento filosófico presentó a la naturaleza como una cosa en sí y no como un símbolo de una realidad superior. En el Renacimiento se culmina este proceso cuando los ejes del pensamiento se separa de Dios para anclarse en la naturaleza. La unidad que la Edad media había puesto en el Creador se transporta al creado. La armonía que hay en la Naturaleza toma su más fiel expresión en las matemáticas. Aparece una nueva estética basada en el pitagorismo. El número se convierte en el elemento prevalente en las artes y en la busca de las proporciones perfectas y en en el estudio de tres medias: la aritmética, la geométrica y la armónica. “Aquellos mismos números por los que un concierto de voces aparece agradabilísmo, son los mismos que llenan también los ojos y el ánimo de placer maravilloso” escribió el humanista Alberti. El arte gótico, según su extrema concepción del espacio, no dio orden ni forma. El Renacimiento devolvió orden numérico en el espacio, fijó relaciones que el gótico había abandonado y desarrolló la perspectiva (forma subjetiva y forma objetiva).
Tratamos de una escritura del Renacimiento que es casi pura imitación de la carolina de la Alta Edad Media. Se le da el nombre de humanística porque fue introducida y difundida por los humanistas del siglo XIV y XV y porque fue la forma de expresión gráfica del movimiento cultural humanista. Es también denominada “antiqua” o antigua por contraposición entre la antigua carolina y la “modernidad” que en esos siglos se atribuían precisamente a las góticas. El término antiqua es una consecuencia de la terminología gráfica de todos los que practicaban con normalidad el arte de la moderna escritura gótica por oficio y necesidad en los siglos XIII y XIV. También ha sido llamada romana e itálica. Fundamentalmente es un alfabeto minúsculo y es corriente por ello denominarla minúscula humanística. 1. El fenómeno desconcertante Hasta ahora el fenómeno normal en la Historia de la Escritura es que se pase de la escritura capital clásica a la nueva minúscula y de ésta, por ejemplo a la visigótica por tendencias gráficas, sin voluntariedad en sus inicios y por hechos culturales coetáneos. Las tendencias gráficas internas ( tajo de la pluma, ductus, ángulos, soportes) espontáneas, unas, artificiosas otras, conscientes y subconscientes, determinaban el desarrollo y evolución de las formas del alfabeto. Desde la introducción del alfabeto romano en el siglo VII antes de Cristo hasta el fenómeno de la escritura humanística en el ocaso del siglo XIV, no hemos visto ningún empeño voluntario de pocas personas por retornar a un sistema de alfabeto latino con formas de pasado. En la Historia de la Escritura Latina hemos conocido hechos culturales externos al proceso de evolución gráfica. Aquéllos sólo impulsaban y ambientaban las tendencias de la escritura: la aparición de la literatura latina en los siglos de la República romana y la consolidación en el Imperio de Augusto (Capital clásica romana), la expansión del Cristianismo en el siglo III (sistema nuevo romano con unciales y semiunciales), las invasiones de los bárbaros (el particularismo gráfico de las escrituras llamadas nacionales) la revisión textual de los textos sagrados en la época carolingia (escritura carolina), la aparición de nuevos modos de lectura en las ciudades y las universidades (las góticas). La escritura humanística tiene una aparición desconcertante en la Historia de la Escritura porque no son las tendencias gráficas sino los hechos culturales los que provocan el sistema escriturario. Se rompe la lógica de la evolución histórica de la escritura: -Se trata de un simple retorno voluntario a formas gráficas abandonadas y sustituidas (la escrituras de la clase carolina) al margen del grafismo del momento. Los humanistas hicieron viajes de estudio a bibliotecas de antiguos monasterios a buscar textos clásicos genuinos tal como los usaban los romanos y griegos. Entusiasmados los copiaron literal, figurada y formalmente. Pero estos códices no eran de los antiguos romanos, sino escritos por monjes y clérigos en minúscula carolina de los siglos IX a XII.
Minúscula carolina S. XI Escritura humanística redonda o romana del año 1471 ¯
-No fue una tendencia general en el mismo proceso gráfico de la escritura latina en sus formas góticas, usuales en libros y documentos. El retorno procede sólo de una elaboración reflexiva y voluntaria en Italia, en los siglos XIV y XV, por parte de dos personas, con nombres y apellidos, entusiasmadas por la escritura de los códices clásicos y antiguos: Poggio Bracciolini y Coluccio Salutati. Eran personas extrañas al núcleo de los que practicaban el arte de la escritura en chancillerías, monasterios y “stationes” universitarias sino personas de la cultura de las ciudades italianas. Epístola de Cicerón a Ático. Mnuscrito de Poggio Bracciolini. ¯
Escritura de Coluccio Salutati. Segunda mitad del S. XIV Es desconcertante también cómo esta escritura ha reconstituido en casi todo el mundo civilizado aquélla unidad gráfica romana de los siglos IV y V. Las formas humanísticas redondas ( e itálicas (éstas para resaltar o subrayar), desde el siglo XVI hasta hoy son las dominantes. Su penetración llega a culturas como la japonesa o la china. Con la máquina de escribir, en el siglo XX, y con los ordenadores informáticas (Times new roman, Garamond...), productos occidentales, el predominio de la escritura humanística es mayor e incontestable.
2. El fenómeno italiano. En el siglo XIV y en Italia la cancilleresca documental (gótica cursiva formata) pasó de los documentos a los códices o libros de lectura y estudio. Petrarca maldijo a esta gótica cursiva de libros como vaga, luxurians o lujuriosa, propia de pictores, de trazos artificiosos (artificiosis tractibus litteris) e inventada para cualquier cosa menos para leer (ad alium quam ad legendum inventa). El gran poeta de Italia anheló una letra cuidada y clara (castigata et clara), que fuera bien captada por los ojos (seque ultro occulis ingerens). Aplicó a la escritura antigua y más vetusta (Un códice de San Agustín en minúscula carolina, hoy en la Biblioteca Nacional de París) palabras tales como “majestad” (vetustioris litterae maiestas), sobriedad y decoro (omnis sobrius...ornatu). Desde Petrarca la influencia de la minúscula carolina fue cada día más determinante en el desenvolvimiento de las escrituras librarias del segundo Trecento italiano. Los humanistas declararon ostensiblemente su desprecio hacia las formas angulosas y difíciles de la gótica que notarios, cancilleres y burgueses leían y escribían. Ésta representaba para los refinados bibliófilos la expresión del bárbaro pensamiento medieval. Con la adopción del antiguo alfabeto, redondo y agraciado con la estela del mundo clásico, respondieron desde el libro manuscrito a las exigencias de un nuevo gusto estético que se daba ya en todas las demás Artes desde la Arquitectura a la Pintura. Con el entusiasmo italiano por los códices antiguos, con la exigencia de una lectura clara, y con la conciencia de crisis en la escritura gótica, en la que los valores decorativos, pictóricos y rítmicos se habían impuesto a los escriturarios, expresivos y comunicativos, estaban abiertas las puertas a los modelos “recuperados”, luego, por Coluccio Salutati y Poggio Bracciolini (1380-1450) en que se distinguían todas las letras y no se fatigaba el ojo para identificarlas. Estos dos italianos son los que primero “reproducen” pura y llanamente la escritura carolina. Tanto que primera vista, muchas veces no es fácil distinguir una escritura carolina de una humanística redonda. Imitan la escritura y también reviven artificiosa y empachosamente el aspecto, hechura, formato, renglones y ornamentación de los códices antiguos.
Poggio dio a la imitación pura y simple un estilo gráfico propio mediante el redondeo de las astas, el enriquecimiento de los remates triangulares y el redondeo de formas como la g. Poggio fue un renovador de las letras mayúsculas romanas. Estudió lápidas antiguas y creo un alfabeto estilizado que se imitó en las inscripciones de la época. Dos tipos de escritura humanística.
Llega a su perfección en la segunda mitad del siglo XV. La escritura humanística redonda reproduce el aspecto de la carolina de los siglos IX y X, aunque los humanistas introducen formas adquiridas en el sistema de las góticas: - La tilde sobre la i, que introdujeron las góticas, se aplica en la humanística. Igualmente la r en forma de 2 alterna con la r derecha. Igualmente la forma aguda de la U al principio de palabra. - La “a” es la uncial y la “d” lleva el asta recta y sin inclinación. - Los caídos o astas descendentes de la “p” y “q” rematan con tracillos o gracias oblicuos. Igualmente se añaden los tracillos a las astas verticales de f, m, n y s. - Los diptongos ae y oe abandonan las leyes de Meyer, que veíamos en la lección de las góticas , y se escriben con la normalidad de la escritura clásica romana.. Forman ligadura los nexos ct, et, y st. Las abreviaturas son raras . Las formas gráficas se atienen y responden a la idea geométrica que Cisarano, comentarista de Vitrubio, buscaba en el Duomo de Milán: · son llamadas a un orden riguroso, · se buscan relaciones con otras formas visibles, especialmente con la arquitectura, con la armonía del cuerpo (letras y rostro, letras y cuerpo). · Se insertan letras en figuras geométricas ideales (cuadrados, círculos...) · Todas se reconducen a los mismos principios racionales. · Fastidia el oropel, el arranque veleidoso e incontrolado que no sea necesario y funcional. · Renuncia a los enlaces y ligaduras. La carolina era un modelo ideal porque era: § Clara para diferenciar las letras § Sencilla de trazado § Legible § Más legible suprimiendo las abreviaturas. § Podía ser posada o cursiva · El Renacimiento humanista además renuncia al expediente acelerador de las abreviaturas. Tal sistema: § Había llegado a ser muy hostil para el lector § Estaba demasiado hecho para el latín y la lengua común era la romance. § El padrón de lengua de los humanistas fue Cicerón.
Humanística redonda del siglo XV
3. El error histórico de los humanistas italianos. Los humanistas rebuscaban e inquirían en las viejas bibliotecas monásticas y catedralicias de la Alta Edad Media los textos clásicos en versiones genuinas de la Antiguo Imperio romano. Creyeron ingenuamente que los habían hallado en los códices escritos en escritura carolina de los siglos IX a XII. A esta escritura la llamaron antigua (antiqua). Sus formas más caligráficas fueron revividas en las copias lujosas de códices en el siglo XV. Los paleógrafos han demostrado el craso y al mismo tiempo explicable error.
4. La identificación del hombre humanista a través de la escritura. Todo el que se consideraba humanista se presentaba en la sociedad culta como poseedor de libros diseñados con una óptima caligrafía en “littera antiqua”. Florencia fue el foco de proyección de la minúscula humanística. Desde Florencia la humanística se difundió por toda Italia, incluidos los Reinos de Nápoles y Aragón. Fue la escritura clara, bella y elegante en que se expresaron los mayores animadores del Humanismo en el Siglo XV y XVI. Sus formas y diseño gráfico estaban acordes con los gustos estéticos del Renacimiento: Poca decoración, mucha linealidad, mucha plasticidad y mucha medida. - Fue una escritura elitista de hombres doctos con instrucción superior y perfecto conocimiento del latín clásico. No era la escritura normal de libros y documentos de sus coetáneos teólogos, médicos, filósofos o juristas. Se asentaba en libros de lujo para bibliófilos exquisitos, costosos y cuidados hasta en sus elementos más mínimos. La difusión social fue limitada a muy pocos por la función particular dedicada sólo a los códices clásicos que no entendían la mayoría de los lectores por la falta de una enseñanza escolar de ella y a pesar de ser usada en toda Italia. La difusión social la alcanzaría mediante el cincelamiento de sus formas para las prensas de la imprenta, nacida en la segunda mitad del siglo XV.. Los códices litúrgicos seguirán en la gótica textual y los mercaderes, notarios y escribientes de chancillerías siguen usando la gótica cursiva más o menos formada.
5. La mal denominada humanística cursiva o escritura itálica. En el siglo XV, entre 1412-1440, aparece la mal denominada “humanística cursiva”, porque no es un tratamiento con ductus cursivo de la humanística redonda. Por eso, Giorgio Cencetti prefirió la denominación de escritura itálica (Esto es itálica). Es una escritura que procede de la elaboración y tratamiento de la gótica notarial y cancilleresca italiana. Sus características fundamentales son: -Elegancia -Sutileza y finura -Inclinación progresiva o hacia la derecha -Astiles y caídos largos. -ligaduras abundantes -nexo et=& -“a” redonda a -“e “ abierta en los dos trazos -“s” en un solo trazo -g abierta por abajo. |
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