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APLICACIONES DE LA GRAFOLOGÍA

 

En la actualidad la Grafología Científica tiene por objeto el estudio de la personalidad en todos sus aspectos a través del análisis de las formas y movimientos espaciales de la escritura manuscrita.
     Sus aplicaciones son numerosas debido a que es el Test Proyectivo del que más abundancia de datos se puede extraer.

# ORIENTACION PSICOLOGICA: El acercamiento a la personalidad, posibilita el trabajo del psicólogo, psicopedagogo o docente. Este último tiene la posibilidad de verificar diariamente las características de la escritura de sus alumnos, pudiendo encauzar o alentar características sobresalientes de la personalidad.

# SELECCION DE PERSONAL: Actualmente la mayoría de las consultoras cuentan con grafólogos que solicitan cartas manuscritas en el currículum a través de avisos clasificados, para determinar el perfil adecuado al puesto solicitado.

# ORIENTACION PROFESIONAL O VOCACIONAL: Para adolescentes que buscan orientar su futuro y elegir la carrera que más se adapte a su personalidad.

# APLICACIONES JUDICIALES Y DE CRIMINALISTICA

# PROPIO CONOCIMIENTO Y PERFECCIONAMIENTO: Alcanzar un conocimiento más profundo de nuestros defectos y virtudes.

# COMPATIBILIDAD DE GRUPOS Y PAREJAS: Conocer las similitudes y diferencias que hacen a la pareja o de sus integrantes.

# CIENCIAS MEDICAS: Es utilizada por homeópatas y psicólogos para el estudio y seguimiento de sus pacientes.

# GRAFOPATOLOGIA: A través de las distintas zonas de la escritura se pueden detectar problemas patológicos de diversa índole.

# GRAFOTERAPIA: Modificando metódicamente ciertos rasgos de la escritura, es posible revertir determinadas características de la personalidad.

# GRAFOLOGIA INFANTIL

 

 

Surge una especialidad: la Grafología Médica
© Derechos reservados - Dr. Carlos de la Cuesta

El chequeo grafológico

Actualmente, ya se pueden realizar diagnósticos médicos y psicológicos a partir del examen de la escritura del afectado. Pronto será posible el “chequeo médico-grafológico”. Será sencillo, práctico, económico. Sin molestias ni pinchazos. Su principal objetivo será el de distinguir rápidamente entre individuos sanos, normales, y los que no lo son. Hacer el diagnóstico de presunción que, luego será confirmado por el médico internista o por el médico psiquiatra, auxiliados por sus modernos recursos.
La ventaja de la grafología es que permite diagnósticos muy finos y precoces, cuando el afectado no presenta aún síntomas notables. Esto es particularmente valedero para el cáncer, que puede ser detectado por las modificaciones en la escritura, hasta cinco años antes de que se manifiesten los síntomas. Esto hace viable el tratamiento efectivo.

Un histórico curso

En la escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid ha tenido lugar el primer curso de especialización de grafología médica que se celebra en países de lengua castellana. Fue convocado por el Dr. Bonifacio Piga, pionero de la grafología médica, psiquiatra, legista, director de la escuela y vicedecano de la Facultad de Medicina de misma universidad, como parte de las actividades docentes de la cátedra de psicografología que funciona en su seno permanentemente, con objeto de preparar peritos grafólogos.
El catedrático huésped fue el Dr. Amado J. Ballandras, director del Instituto Superior de Grafología y del Instituto de Antropología Médica de Buenos Aires, Argentina, quien ha orientado sus investigaciones hacia el fecundo campo de la grafopatología y la grafoterapia, secundado por la introductora de la grafología en la universidad española, Angelina Ladrón de Guevara, por los profesores titulares Mauricio Xandró y Silvia Ras - sobrina y heredera intelectual de la llorada Matilde Ras, fundadora de la grafología española - y por otros conferenciantes grafólogos, invitados especiales.

Letra, garabato y dibujo

La grafología es el arte científico de deducir las peculiaridades de un sujeto - personalidad y salud - por el estudio de la escritura. Sus leyes, derivadas del estudio de nuestra escritura occidental, son aplicables a lo escrito en otros alfabetos, como el griego o el siriaco, a los grafismos chinos o japoneses que se trazan de arriba hacia abajo a las escrituras trazadas en sentido inverso (de derecha a izquierda), como la árabe o la hebrea.
Actualmente, su objeto debe ampliarse al estudio genérico de los trazos, aunque no se trate estrictamente de letras o cifras. Abarcaría por lo tanto el estudio de los garabatos, auténtica grafología de los analfabetos, y el estudio de los trazos pictóricos - excluyendo, como en la escritura, el contenido temático - verdadera grafología de los artistas.
También se puede pedir para estudio grafológico el delineamiento de los trazos geométricos de círculos, rombos, líneas perpendiculares, etc. que se utilizan en grafología médico - legal para descubrir variedades de temblores, atribuibles a intoxicación alcohólica, toxicomanías o envenenamientos crónicos profesionales como ya se hace en Dinamarca.
Al igual que otras disciplinas la grafología ha tenido precursores con genio para intuirla, pero sin la adecuada estructura de carácter para imponerla. Fue el caso del italiano Camilo Baldo, quien en 1628 publicó el primer libro sobre la materia.
El fundador y creador de la palabra grafología fue el abate francés Juan Hipólito Michón (1806-1881), quien en 1871 logró fundar la Sociedad de Grafología de París y su revista, que perduran hasta nuestros días.

Lupa, microscopio, ordenador

El sistematizador del método grafológico fue Julio Crepieux - Jazmin (1858-1940) quien consideró en cada escrito estos géneros a estudiar: velocidad, presión, forma, dimensión, continuidad y orden.
Empleaba la inspección simple, o la armada mediante el empleo de la lupa. Actualmente se hacen análisis grafológicos mediante el uso del microscopio, y hay quien intenta someter los grafismos al estudio de un ordenador electrónico.
El alemán Luis Klages (1872-1956), psicólogo, caracterólogo, correlacionó aún más la grafología con sus disciplinas y se le considera como el promotor de la psicografología.
La grafología puede ser considerada como una verdadera prueba psicológica, que ofrece sobre las demás las ventajas de ser practicable a personas ya desaparecidas, constituyéndose en auxiliar de las ciencias históricas. Y también a personas rebeldes a la exploración psíquica. Klopfer, de los EEUU utiliza la grafología como “prueba proyectiva”.
La escritura permite el conocimiento de la edad y el sexo del escribiente, con la salvedad de que hay jóvenes patológicamente envejecidos, hombres afeminados y mujeres varoniles. La grafología permite su diagnóstico.
La grafología infantil, que incluye más que ninguna otra el estudio de los trazos del dibujo y del garabato, fue fundada por el pediatra de la Universidad de Jena, Guillermo Thierry Preyer (1841-1897) y por Minna Becker, profesora de la Universidad de Hamburgo.
Max Pulver, psicólogo suizo fallecido en 1952 fundador de la escuela simbolista, fue el máximo revolucionario de la grafología, a la que correlacionó con el psicoanálisis. Su interpretación grafológica es paralela a la del conocido test del dibujo del árbol, que también se enseña en algunos institutos de grafología, a guisa de grafología para analfabetos o para interpretación complementaria.
Luego vendrían grafólogos que emplearon en su interpretación el lenguaje técnico de la psicología individual de Alfredo Adler, o de la psicología compleja de C. G. Jung.

Pruebas detectivescas

Kurt Honrot, de Argentina, muerto en 1966, es el continuador del austríaco Rafael Schermann. Ambos son autores de la escuela emotiva, que interpreta la escritura en la línea del “lapsus calami” o de la traición del inconsciente en la escritura, del todo equiparable al “lapsus linguae”. De ambos se ocupó S. Freud en su “Psicopatología de la vida cotidiana”.
Esta escuela ha podido realizar tests grafológicos, por medio de dictados que incluyen, en su texto, palabras estímulo, destinadas a provocar reacciones emocionales detectables en la escritura. Estos cambios grafológicos son paralelos a los que registra el detector de mentiras o la prueba de la higuera sagrada, entre los hindúes.
La grafología aplicada a las técnicas policíacas, en Brasil, ha permitido descubrir desfalcadores y criminales entre numerosos sospechosos. Sin violencia ni aparatos costosos, y con pocas horas de trabajo.
Eduardo de Rougemont, como perito grafólogo del Tribunal Supremo de París, dio auge al estudio de la grafología criminológica, ya iniciada por Crepieux-Jamin en un libro sobre la “escritura de los canallas”. Según los textos, esta rama de la grafología ha tenido dos pioneros en Hispanoamérica: el abogado colombiano Alberto Posada Ángel y el mexicano José Villalobos Franco, nacido en 1880 y formado en los EE.UU.
La grafología ha sido aplicada al estudio prematrimonial de la compatibilidad de caracteres, en la orientación vocacional y en la selección de personal. El catalán Augusto Vels, de Barcelona, ha resultado un buen expositor de esta rama.

El temperamento de los santos

El sacerdote franciscano Jerónimo Moretti, autor de la escuela italiana - fundamentada en la matemática aplicada -, ha consagrado sus energías al desarrollo de la Hagiografología o estudio de la escritura de los santos, con objeto de comparar sus tendencias innatas, reflejadas en la escritura, con los logros de la Gracia en el dominio de la naturaleza. Es autor de un libro traducido al castellano, titulado “Los santos a través de la escritura”.
En esta rama ha destacado también el español Mauricio Xandró, autor de una semblanza grafológica de San Pío X y de un estudio evolutivo de la escritura de San Ignacio de Loyola, a medida que se iba sublimando en su proceso de santificación.
Existen peritos grafólogos al servicio de la Santa Sede y del Tribunal de la Rota.

Escritura y sofrología

La escuela italiana de Marchesan, representada en España por Joaquín Alegret, ha correlacionado la investigación grafológica con la sofrología. Ésta es una ciencia fundada en España por el médico colombiano Alfonso Caycedo, que se ocupa de la “fenomenología de los estados de la conciencia”. Abarca por tanto el objeto de la antigua hipnosis médica, los estados de la conciencia derivados de las técnicas de relajación, las aportaciones orientales tales como el yoga, más la anatomía, fisiología y farmacología de los diversos estados de la conciencia psíquica.
El sujeto en trance hipnótico presenta escritura automática. Si en ese estado se le sugiere que viva supuestamente en etapas de su vida pasada, su escritura asume las características que entonces le eran propias.

La “personalidad motora”

Está demostrado que tanto las manos como los pies y la boca, son sólo instrumentos de la mente cuando escribimos. Así lo demuestra la escritura de los mutilados rehabilitados, una vez que el nuevo instrumento ejerce su función en forma automática. Entonces se reproducen las mismas características personales, proyectivas, de la escritura original.
La grafología médica fue fundada por el Dr. Georg Meyer, de Alemania, así como por el Dr. Rudolf Pophal (1893-1967), neuropsiquiatra, profesor de grafología de la Universidad de Hamburgo. El pionero en lengua castellana fue el psiquiatra español Dr. Emilio Mira y López, quien vivió muchos años exiliado, hasta su muerte, en Argentina y Brasil. En su “Tratado de Psiquiatría” explica sus principios fundamentales.
Mira y López es, además, autor de pruebas grafológicas y del “test mioquinético”, basados en el mismo principio científico de la grafología: la expresión motora de la personalidad y del estado de salud.
La “personalidad motora” depende de los centros corticales y subcorticales del cerebro; estos últimos, directores del llamado “sistema nervioso extrapiramidal”, el cual controla los movimientos involuntarios, en particular los de la mímica. La escritura, como se sabe, es una actividad expresiva que, aunque comienza voluntariamente, pronto se transforma en acto automático y proyectivo de los contenidos inconscientes.
La personalidad motora se manifiesta globalmente. Sus bloqueos en la tartamudez se caracterizan no sólo por trastornos verbales derivados de los músculos de la laringe, sino también por torpeza para el baile y otras actividades.
El psicoanálisis contemporáneo subraya el análisis del gesto. Algunos de sus practicantes escandinavos, y en particular noruegos, han desarrollado técnicas auxiliares de diagnóstico por la expresión muscular y de tratamiento mediante ejercicios de relajación.
El Dr. Juan Rolf Carvallo ha divulgado las técnicas para el diagnóstico de la propensión al infarto del miocardio y de su pronóstico, mediante el registro individual de la voz, expresión audible de la personalidad motora, localizada en los músculos de la laringe.
La personalidad motora permite un diagnóstico muy exacto del temperamento, a través de la escritura. El Dr. Amado J. Ballandras hace especial hincapié en el análisis grafológico de los cuatro temperamentos hipocráticos y de sus mezclas, como paso inicial para encuadrar, dentro de ellos, el diagnóstico grafopatológico. Director de un instituto de antropología médica, es partidario de la medicina de las constituciones y de las escuelas terapéuticas que las toman en cuenta.

Cuando la mano tiembla

En el terreno de la grafología patológica hay que destacar la aportación de Matilde Ras, autora de un libro sobre la materia. Su sobrina Silvia Ras y Angelina Ladrón de Guevara han seguido sus pasos. La primera ha hecho aportaciones sobre la grafología de los epilépticos, y la segunda, en la semiología de los temblores de la escritura. Mauricio Xandró trabaja en el terreno de la histeria y en las transformaciones de la libido.

¿Propensiones o síntomas ocultos?

El método de la grafología médica, más sencillo que el del “doble ciego” de la farmacología, consiste en el estudio de la escritura de por lo menos representativos, seleccionados y completamente estudiados, de una enfermedad, comparándolos con un muestreo representativo de la población en general.
Alfred Kanfer, grafólogo austríaco emigrado a los EE.UU., descubrió así, con ayuda del microscopio, los signos grafológicos de la alteración cancerosa, mismos que luego detectó en sujetos asintomáticos, en quienes el mal se manifestó hasta cinco años después.
Como el sistema nervioso constituye el instrumento principal de la expresión motora, es natural que los diagnósticos más finos y precisos se den, con frecuencia, en neurología y psiquiatría. Antes se creía que se trataba de propensiones; ahora se cree que se trata de alteraciones iniciales, asintomáticas, de la enfermedad.
Tal fue el diagnóstico de ataxia o incoordinación motriz de origen nervioso, en un sujeto entonces alpinista exitoso, cuyos trastornos apreciables aparecieron dos años más tarde.
La sífilis del sistema nervioso permite, asimismo, diagnósticos precosísimos de suma utilidad para un tratamiento eficaz, no meramente paliativo. Otro tanto ocurre con la disgregación esquizofrénica, mucho más precoz en la escritura que en el habla, y con las tendencias paranoides.

Bebés de 16 meses

En Paidopsiquiatría, el estudio del garabato, a partir de los 16 meses de edad, permite el diagnóstico del temperamento y de primitivos trastornos del comportamiento, tales como tendencias rebeldes o depresivas. El estudio del garabato o psicograma, durante el postoperatorio, permite un pronóstico sobre la recuperación de un paciente quirúrgico.
Las alteraciones metabólicas propias de los trastornos de las glándulas endocrinas o de los trastornos hepáticos y renales, las enfermedades que cursan con trastornos del pulso o de la respiración, o aquéllas que implican irritación en las terminaciones sensitivas de los órganos o en la contractilidad muscular, pueden ser detectadas grafológicamente antes de que aparezcan los síntomas.
Así, v.g., las cardiopatías que alteran el pulso y las que se acompañan tarde o temprano con insuficiencia cardíaca y el correspondiente “encharcamiento pulmonar” y los trastornos gastroenterológicos dolorosos, por leves que sean, se manifiestan grafológicamente antes de que se traspase el umbral que permite percibirlos.
También son evidenciables los trastornos de la lateralidad y de la inclinación sexual y los estados tóxicos de los que ya hemos hablado. El tipo de mal y su localización en el organismo se diagnostican por la diferente localización topográfica del trastorno de la letra en la escritura.
Un correcto diagnóstico en grafología médica sólo podría hacerse por un medio especializado en grafología, no sólo con formación teórica, sino con dedicación permanente de tiempo completo. O por un grafólogo especializado, colaborando en equipo con el grupo terapéutico.

Corrige rasgos perniciosos

La grafoterapia o tratamiento de rasgos del carácter mediante el análisis y la corrección de los trazos de la escritura fue iniciada por Bertlion, en Francia, con el apoyo del conocido psiquiatra Pierre Janet. En el mundo hispánico cuenta actualmente con seguidores como Amado Ballandras en Argentina y el padre La Cueva Lafraga en España.
La grafoterapia ha sido empleada sobre todo en niños, a través del garabato, y en escolares y adolescentes como tratamiento psicopedagógico. Así es como se emplea actualmente en el Liceo Claudio Bernard de París.
Es equiparable a las técnicas reeducativas de relajación muscular. Representa, asimismo, un recurso para lograr la relación afectiva terapeuta-paciente y para la concientización de hechos preconscientes e inconscientes, con el correspondiente esfuerzo voluntario de reeducación, hasta lograr un nuevo hábito -automático- sano.
Es por lo tanto, una técnica más de la psicoterapia, que sólo el médico psiquiatra o el doctorado en psicología clínica pueden emplear, dadas sus cualidades y preparación, sin las cuales valdría para poco.
Bien empleada la grafoterapia, siempre dentro del ámbito más extenso de la psicoterapia o del psicoanálisis, ha tenido éxitos notables, modificando actitudes de retraimiento, tendencias depresivas, hábitos perniciosos, etc.
Por su modalidad, encuentra especial indicación en el párvulo y en el escolar; aunque su ámbito puede ampliarse hasta cualquier persona y trastorno del carácter.

 

 

 

La Grafología como ciencia auxiliar de la Criminalística:
Una aproximación epistemológica


 © Derechos reservados - Julio Cavalli - Buenos Aires - Argentina

Introducción

Al presentar este trabajo sobre la Grafología como ciencia auxiliar de la Criminalística , es mi intención ofrecer un cuadro de situación actual de la misma, enmarcándola dentro del campo epistemológico, ratificando algunos conceptos propios de la grafología, (aceptados en general, pero muchas veces oscurecidos por su empleo fuera del campo situacional), y por ende, desterrando aquellos elementos que no forman parte de su campo de acción y su objeto de estudio.

Existe todavía mucha confusión respecto del término “ grafología ” y en general se mantienen algunas creencias y prejuicios que oscurecen su labor y desarrollo.

Sabemos, que todas las ciencias han tenido que vencer a lo largo de la historia, fuertes resistencias de su entorno inmediato. Máxime cuando esas ciencias tenían como objeto al hombre.(1) La Grafología no escapó a esta persecución.

Otras disciplinas como la biología, la fisiología ó la física, tuvieron la suerte de vencer esas resistencias gracias al trabajo mancomunado y sistemático de grandes hombres de ciencia que no claudicaron frente a un entorno escéptico y hostil.

Y si bien la Grafología tuvo defensores a ultranza que buscaron por todos los medios éticos posibles darle a esta rama desprendida de la psicología experimental su rango de ciencia, no pudieron vencer a sus detractores nucleados en el campo de las mancias que la veían como un arma extraordinaria para poder utilizarla con fines comerciales y esotéricos.

Así, durante muchos años, la Grafología durmió al lado del oscurantismo. Su campo científico de acción fue disminuyendo y el reconocimiento como ciencia se cubrió con un manto de niebla.

Un poco de historia

En la República Argentina, la Grafología, inicia su reconocimiento científico el domingo 17 de noviembre de 1929 . Ese día, en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de Buenos Aires, se inaugura la Sociedad Argentina de Grafología . El Dr. Julio Iribarne, decano de la misma, da la bienvenida a los científicos y docentes presentes en la Universidad y deja abierta la primera sesión oficial de la recientemente creada sociedad grafológica.

Preside la misma el Prof. Federico Aberasturi . Lo acompañan, Alfonsina Masi Elizalde, el Profesor de Medicina Legal, Dr. Nerio Rojas, el premio Nóbel Bernardo Houssay, Pablo Pizzurno, Arturo Capdevila y José Belbey entre otros.

Si bien esta Sociedad no se destacó por mucho tiempo como Institución frente a la comunidad científica argentina, sí lo hicieron sus integrantes, quienes empezaron a realizar importantes trabajos de investigación, grandes intercambios culturales y científicos con Europa y publicar gran cantidad de artículos y libros de excelente nivel científico. Crepieux-Jamin y Robert Saudek, para citar solamente algunos, fueron entusiastas colaboradores de la primera Sociedad Grafológica Argentina.

El 13 de abril de 1930 se realizó en Buenos Aires el primer ciclo de conferencias que poco a poco se extendería a diferentes Centros Culturales.

Otros dos investigadores que han trascendido la República Argentina por sus investigaciones, fueron los profesores Curt Augusto Honroth y Angel Zarza . Ambos trabajaron por muchos años en el Hospital Nacional Neuropsiquiátrico de Hombres de Buenos Aires, publicando varios libros grafológicos, especialmente sobre grafología emocional objetiva. Honroth, fallecido en1966, fue el continuador del austriaco Rafael Schermann , ambos científicos de la escuela emotiva.

En el año 1957, la Profesora Laura R.Cotta de Varela , escribe un pequeño libro titulado “La grafología en la escuela primaria” y es publicado por la Revista del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires.

Otro importante investigador, muy conocido en países de habla hispana, es el Dr . Amado J. Ballandras . Fundador del Instituto Superior de Humanidades y del Instituto de Antropología Médica , el Dr. Ballandras, ha hecho extraordinarios aportes a la grafología , especialmente en el campo de la Grafopatología .

Por mucho tiempo fue Jefe de equipo de investigación sobre cáncer de la Sala de Oncología del Hospital Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires, dirigida en ese momento por el Dr. Pereyra Quintana y colaborador en los servicios de rehabilitación del Hospital especializado “María Ferrer” dependiente del Ministerio de Salud Pública de la Nación Argentina.

En 1972, la escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid, a través del Dr . Bonifacio Piga , en ese momento Vicedecano en ejercicio del Decanato de la misma, invita al Dr. Amado Ballandras a disertar, dentro del marco del Intercambio Hispano Argentino, sobre Grafología y Grafoterapia , frente a un auditorio que nucleaba a los profesionales de España, Argentina, Italia y Francia.

Los profesores Augusto Vels, Mauricio Xandró, Silvia Ras y Angelina Ladrón de Guevara serán los encargados de darle la bienvenida a España.

Es interesante señalar que el Premio Nóbel de Literatura de 1969, el español Miguel Angel Asturias , en un artículo publicado en el diario ABC de Madrid el 28 de junio de 1970, titulado “ Ciencia Nueva ”, hace una referencia encomiástica a la Grafología argentina, especialmente al Dr. Amado Ballandras.

En 1971, 1972 y 1973 se realizan en Buenos Aires el Iº, IIº, IIIº Congreso Internacional de Grafología respectivamente.

Auspiciados por la Dirección General de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, grafólogos de Argentina y del exterior participaron de los mismos, algunos como oyentes y otros como expositores. Señalamos la presencia en esos Congresos de dos grafólogos argentinos de enorme respeto y prestigio: el Ingeniero Marcos Kellerñevich , representando a la Universidad Nacional del Sur, y al Dr. Francisco Bretones , representante de la Universidad Católica Argentina.

Muchos grafólogos hacían escuelas, formando excelentes profesionales. La Profesora María Elina Echevarría , quien viviendo en Buenos Aires, estudió muchos años con el Dr. Ballandras y posteriormente ejerció como docente en España, específicamente en Madrid, es un ejemplo de ello.

Es realmente imposible nombrar a todos los que ayudaron a la jerarquización definitiva de la Grafología en Argentina y por ende en todo el mundo. Sin embargo tengo la obligación moral de destacar a la Prof. Hilda Anziporovich , al Dr. Pedro D'Alfonso , al Prof. Manuel Kirschbaum , a la Prof. Encarnación Martí , y a los Profesores Pedro Foglia, Rodolfo Castro y Enrique Mosquera entre tantos otros.

Año 1995. Se inicia para la Grafología una nueva etapa epistemológica.

En junio de ese año, presento a la Dirección General de Educación de Buenos Aires un Proyecto Experimental de la carrera de Grafología para su aprobación y puesta en marcha en el ciclo lectivo1996.

El proyecto inicial, una Tecnicatura de 2 años, es aceptado por las autoridades educativas luego de muchas consultas académicas y trámites administrativos.

El Director General de Educación de ese momento, Profesor Jorge Bonapace , con mucha prudencia y objetividad analizó personalmente la propuesta y dispuso que el Proyecto de carrera oficial de grafología sea estudiado, revisado, criticado y evaluado por el Departamento Técnico Pedagógico de nivel superior. Se designa a la Lic. Zulema García como supervisora del proyecto, y en febrero de 1996 se autoriza a implementar el Plan experimental de Grafología, presentado el año anterior .

Antes de su aprobación el Proyecto fue elevado a diferentes Organismos para su consulta, inclusive al Ministerio de Salud Pública de la Nación.

El 5 de agosto de 1996 , el Director General de Educación, firma la Disposición 887 por la cual incorpora al sistema educativo formal argentino la carrera oficial de Grafología a través de un Plan de dos años de duración, dividido en 4 cuatrimestres, con 24 asignaturas y una carga horaria semanal de 18 horas cátedra.

Esta disposición es ratificada por la Secretaría de Educación , a través de la Resolución Nº 204/98 . Este acontecimiento que hemos señalado como histórico por ser la Argentina el primer país del mundo en ofrecer una carrera grafológica con título oficial habilitante en todo el territorio nacional , recibió un maravilloso epílogo el 11 de diciembre de 1997, cuando egresó la primera promoción mundial de Grafólogos argentinos.

Actualmente la Carrera se cursa en dos años en varios establecimientos Oficiales, posee un tercer año de especialización en Grafopatología, Grafología Infanto-Juvenil y/o Selección de Personal, y está articulada con las Licenciaturas en Psicología o en Criminalística.

Asimismo, se encuentra ya formado el Pro- Colegio de Grafólogos Públicos de la ciudad de Buenos Aires que tiene su sede en el Instituto Superior Binet (2) , una de las Casas de Estudios grafológicos oficiales más importantes de Argentina.

La Grafología : Su Objeto de estudio

Definimos a la grafología como la ciencia que estudia toda manifestación gráfica , la cual abarca:

  1. Los factores de expresión, comúnmente denominados géneros.
  2. Los factores de construcción, como el ángulo y la curva.
  3. Los factores de representación, como el dibujo y la pintura.

Es decir, los tres factores constitutivos de la estructura gráfica.(3) Ese es su objeto de estudio. Claro y concreto. No existe otro.

Mariluz Puente y Francisco Viñals, señalan: “ La grafología es la ciencia que estudia el grafismo. Por grafismo se entiende toda manifestación gráfica, en un sentido más amplio que el de escritura.” (4)

Esto es: no todos los grafismos son escritura. (5) Pero sí todo grafismo – incluyendo la escritura – es objeto de estudio de la Grafología.

La escritura, como acto voluntario, automatizado y resultante de la actividad cerebral, distingue dos aspectos íntimamente relacionados: significante y significado.

El significante es el signo gráfico en sí mismo. El significado el valor indicativo de dicho signo.

Viñals y Puente afirman que la escritura “ resulta una condensación de gestos físicos voluntarios que a través de un proceso semiinconsciente de aprendizaje, que se interioriza, se va automatizando, y personalizando debido a una serie de condicionamientos biológicos, y a la suma de experiencias socio-culturales, convirtiéndose en una manifestación motriz de la psique y de la personalidad… Es, por tanto, un acto neurofisiológico y psíquico que permite la representación de palabras e ideas a través de símbolos gráficos…”

Y los mismos autores agregan: “ La escritura es un acto neurofisiológico puesto que nace de la actividad neuronal, que se inicia en los lóbulos centrales (centro de elaboración psíquica) y occipitales (imágenes visuales), se dirige hacia el tálamo e hipotálamo (centro de coordinación de la mímica) y llega hasta la medula. Ésta transmite la orden de escribir a los músculos del antebrazo, brazo, codo, muñeca, mano y dedos – especialmente el pulgar e índice – que con movimientos de extensión (arriba), flexión (abajo), abducción (derecha) aducción (izquierda) y rotación ejecutan los distintos rasgos gráficos: perfiles, plenos, dextrógiros, sinistrógiros o levógiros” (6)

Max Pulver escribía en el año ‘50: “ Las letras terminan por perder su significado abstracto de medio convencional destinado a expresar sonidos o palabras. Representa más que otro elemento, un signo, una bandera, una cabeza, un arma, una cruz, en resumen un símbolo… La escritura tal como se presenta, se trata de un dibujo, de una comunicación psíquica de un significado simbólico, que se expresa con los gestos de la imagen gráfica…. Al escribir proyectamos inconscientemente nuestro ser. Escribir conscientemente es trazar inconscientemente el dibujo de sí mismo…” (7)

Toda representación mental tiende a objetivarse y una de las formas más espontáneas y frecuentes de esta objetividad es la motriz. Toda manifestación interior psíquica determina generalmente, un movimiento exterior muscular: un pensamiento se traduce por un movimiento.

Basta para probarlo la experiencia de las letras del alfabeto, que no pueden ser pensadas sin provocar imperceptibles movimientos en el sistema muscular de la palabra.

Siendo la manifestación gráfica el objeto de estudio de la Grafología, descartamos toda otra falsa materia de estudio de esta ciencia.

La Grafología como ciencia

Sabemos que toda ciencia es una estructura compuesta de conocimientos organizados en un sistema de ideas objetivas. Si bien la grafología es también un método de investigación para acceder al conocimiento de la personalidad humana y una técnica proyectiva utilizada ampliamente en psicología y recursos humanos, cumple igualmente los pasos necesarios para ser ciencia. Esto es:

•  Tiene su propio objeto de estudio

•  Posee un método experimental definido

•  Es verificable, ya que todas las hipótesis grafológicas son puestas a prueba.

•  Es metódica: planifica y utiliza reglas que se van actualizando permanentemente

•  Es sistemática, por ende no es un cúmulo de información, sino un sistema concreto de ideas.

•  Es legal, en el sentido que trabaja y aplica leyes.

•  Es abierta, no dogmática y cerrada.

•  Es falible, autocorrigiéndose permanentemente.

•  Es clara, planteando todos los problemas con absoluta precisión.

•  Es comunicable, gracias a la claridad y precisión científica.

•  Es registrable, trabajando con tablas, cuadros, fórmulas y porcentajes.

•  Es predictiva, no profética. Pone a prueba las hipótesis.

Volviendo a Viñals y Puente, en su referencia a la grafología como ciencia, escriben:

“... La grafología es una ciencia puesto que cumple con tres requisitos imprescindibles:

•  delimitar la materia en sí, su campo de acción, el grafismo;

•  definir el objeto de su conocimiento: el estudio sobre el individuo;

•  ser objeto de tratamiento científico…” (9)

Muchos años antes, Crepieux-Jamin señalaba: “No se puede rehusar sin injusticia el título de ciencia a la grafología puesto que ella tiene sus leyes, su método experimental, su clasificación y su técnica”

La Grafología, rama de la Psicología experimental

Al ser la Grafología una ciencia desprendida de la psicología experimental, su ámbito de aplicación es amplio y variado.

Partiendo de la manifestación gráfica como su objeto real de estudio, la grafología vuelve su mirada hacia el hombre a fin de indagar su estructura de personalidad y su relación con el medio.

El sujeto proyecta en su escritura manuscrita tanto un contenido intencional o manifiesto como así también un contenido latente.

Augusto Vels nos dice: “El grafólogo tiene que hacer abstracción del “contenido intencional” y considerar el grafismo exclusivamente bajo el punto de vista dinámico…” (10)

E l Dr. Pierre Janet al inaugurarse el 2° Congreso Internacional de Grafología , reunido en París, en junio de 1928, refiriéndose a la relación de la grafología con la psicología, expresaba: “ Los grafólogos tienen entre las manos un admirable instrumento de fijación y poseen extraordinarias ventajas en sus procedimientos de investigación: estudian un acto que al mismo tiempo que se realiza, registra por sí mismo su propio gráfico. En tanto que un psicólogo toma el cilindro de Marey para registrar un reflejo, el grafólogo tiene la escritura que registra la acción …”

La escritura es un gráfico, la fijación de un acto que se produce en el individuo, y se tiene en ella, en consecuencia, un admirable film obtenido sin trabajo y que representa un documento de más en más precioso para el porvenir.

Hay que reconocer, pues que los nuevos estudios de la psicología de la acción, del comportamiento y de la conducta, se aproximan, en suma, a los estudios grafológicos, y que a más, estos ofrecen sobre aquéllos una inmensa ventaja: el poder obtener la fijación inmediata de la acción que otras investigaciones obtienen tan difícilmente.

La investigación grafológica es, pues, análoga a la psicológica, pero, ¿Cuál es la relación que existe entre ambas?

Esta relación no es exactamente aquella que los grafólogos suponen. Se quiere establecer, que la ciencia psicológica es una especie de directriz y de maestra, que ella procura a la grafología principios definitivos, que determina funciones que luego el grafólogo no tiene más que aplicar en su correspondencia gráfica. Nada de eso.

La psicología busca esas funciones, y en esa búsqueda necesita más de la grafología que lo que esta última necesita de ella. Es la grafología la que le suministra el documento, le procura nociones preciosas, le pone en las manos la fijación ya perfectamente realizada de un acto; es su colaboradora y no su discípula.

Es bajo este punto de vista que hay que considerar a la ciencia grafológica. La grafología es una de las innumerables variedades del estudio psicológico, trabaja por su cuenta en la presentación de hechos, de observaciones y de hipótesis, y le es preciso poner constantemente esos resultados en contacto con los hechos y las hipótesis que han sido obtenidos por otros procedimientos. Bueno será que psicólogos y grafólogos comprendamos a fondo la realidad de esta situación.

El grafólogo no es solamente un aplicador; es uno de los tantos observadores que actúan bajo el método científico. Es preciso que posea -y que nos permita indicárselo- la modestia, la humildad de aquellos que trabajan en la organización de una ciencia.

No debe comenzar su labor con ideas preconcebidas sobre las pasiones humanas, que ignora, en suma, en la misma medida que el psicólogo, y limitarse a constatar ciertos hechos, ciertos detalles, a observarlos con precisión y a sacar modestas hipótesis sobre esas pasiones humanas a las cuales trata de llegar, pero que no son de ninguna manera su punto de partida.

Para que esos estudios sean fecundos, es necesario que no se los mantenga en el aislamiento. El grafólogo debe abandonar su torre de marfil y no quedarse cara a cara con sus escrituras sin considerar ni tener en cuenta otra cosa.

Las escrituras no son sino una de las innumerables expresiones de toda especie: en la fisonomía, en los miembros, en los movimientos. Las escrituras no son sino una pequeña parte de los movimientos del cuerpo humano, de las acciones tan complicadas que realizamos de tantas maneras.

La pluma es la palanca inscriptora de la actividad cerebral, silenciosa, invisible e impalpable, escribía Juan Carlos Landaburu. El pensar humano se entreteje de ideas, se esculpe con palabras, la emoción las templa y la pasión las enciende plenas de vida.

La actividad psíquica atraviesa la opacidad material y se reconoce la movilidad del alma por los estremecimientos de la carne y la sangre de nuestro cuerpo.

Los artistas imprimen, esculpen, colorean, armonizan en los teclados de sus obras, esos acordes silenciosos o desconocidos de otros hombres que movieron y estremecieron sus almas captando los mensajes de un mundo lejano.

La gesticulación de la escritura varía con la constitución morfológica del escritor. Rápida en los nerviosos y lenta en los flemáticos. Amplia, exagerada, móvil en los respiratorios o melancólicos. Firme, apoyada enérgica, en los musculares o biliosos. Los vaivenes de los estados anímicos se reflejan en la escritura. La alegría se expresa por la aceleración de los ritmos funcionales: circulatorio, respiratorio, glandular, muscular. La escritura asciende, la movilidad se exagera, la presión sobre la pluma carga el rasgo de las letras.

En cambio, en la tristeza, los cuatro ritmos cardinales se retardan, la escritura se hace lenta, la movilidad se aquieta, y el rasgo se debilita o se detiene la pluma. La movilidad del alma se registra en la gesticulación de la escritura.

El carácter personal, retrato psicológico, unidad psíquica es unidad trina, indivisible; de la vida intelectual, de la vida afectiva y de la vida activa de cada hombre.

La fisiología nerviosa y la neurología clínica penetran profundamente en este aspecto de la personalidad humana. El esquema poligonal de Grasset permite describir e ilustrar con sencillez el lenguaje articulado del hombre y señalar los dos estratos psicológicos: el psiquismo superior e inferior. También la grafología llega a reconocer estos paisajes interiores. El carácter superior, psiquismo superior rico, se delata en la escritura clara, simple, precisa, ordenada y graciosa. El psiquismo inferior activo o la inferioridad del carácter, con la ausencia de esas cualidades en las escrituras”.

La Grafología como Ciencia Auxiliar de la Criminalística

Como señalara anteriormente, desde el año 1996 las incumbencias propias del grafólogo se rigen por la Disposición 887 y siguientes de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Es imprescindible aclarar en este punto que en ningún momento estas incumbencias se mezclan con las del Calígrafo Público , regidas por la Ley 20.243 , específicamente en la de “ dictaminar sobre la autenticidad u origen de escritos, documentos, instrumentos públicos o privados, o cualquier otro elemento probatorio con caracteres gráficos, ya sean manuscritos, dactilografiados o impresos”.

Algunas de las incumbencias propias del grafólogo son:

•  A través del estudio o análisis grafológico, investigar profundamente la personalidad humana, determinando las cualidades características y los tipos temperamentales del ser humano.

•  Conocer a través de la escritura manuscrita el carácter y la personalidad de un individuo, su estado de salud física o mental, estados anímicos, sentimientos y tendencias.

•  Acceder - a través del manuscrito - al subconsciente del ser humano y descubrir las más insignificantes reacciones, explicando asimismo el porqué de las mismas.

•  Estudiar y explorar el hecho psicológico en las distintas etapas evolutivas del sujeto, abarcando los aspectos normales y anormales, a través de la letra manuscrita

•  Medir el grado de la fuerza de voluntad y constancia de un individuo, su inteligencia y su comportamiento.

•  Determinar los elementos que influyen en la formación de la escritura personal consciente habitual o transitoria.

•  Orientar grafológicamente mediante la utilización de métodos y técnicas propias de esta disciplina, promoviendo el desarrollo armónico de la persona.

•  Seleccionar personal de empresas o redistribución del mismo, estudiando profundamente la letra manuscrita de los candidatos, determinando así la idoneidad de éstos para promocionar a puestos de trabajo calificados.

•  Estudiar los signos gráficos proyectivos de las aptitudes de un sujeto para determinadas carreras, profesiones u oficios, dentro del área de la Orientación vocacional y profesional.

•  Aplicar la técnica grafológica analizando cualquier época pasada de la vida de una persona, de la que se tenga escritura manuscrita o de la que se pueda obtener en estado sofrónico.

•  Realizar asesoramiento y asistencia grafológica en el ámbito del Derecho Público y del Derecho Privado.

•  Intervenir en el proceso de enseñanza-aprendizaje tanto para favorecer su normal desenvolvimiento como para prevenir y diagnosticar sus perturbaciones, a través del análisis de la letra manuscrita del alumno.

•  Detectar rasgos gráficos compatibles con desarreglos patológicos a través de la letra manuscrita.

•  Determinar la patología de personalidad del autor de un escrito o su posible alteración psíquica en el momento de realizar el escrito.

•  Observar la mejoría o el deterioro producido en el curso de una enfermedad a partir de los rasgos escriturales de una persona.

•  Inferir sobre los estados de salud, tanto en el plano somático como psíquico, colaborando con el médico clínico o psiquiatra cuando éstos lo solicitaren.

La Criminalística , sabemos, recoge, como disciplina auxiliar del Derecho Penal, pruebas e indicios que contribuyen al esclarecimiento de los hechos delictivos. A saber:

•  Indicios lofoscópicos (huellas digitales, palmares...)

•  Indicios biológicos (sangre, esperma, pelos, células epiteliales...) que posibilitan la identificación del autor;

•  Vainas y balas con lesiones impresas que permiten determinar el arma utilizada;

•  Señales en superficies que llevan hasta la herramienta o útil empleados;

•  Billetes de banco cuya falsificación puede detectarse buscando las correspondientes medidas de seguridad;

•  Textos manuscritos que permiten identificar a su autor .

He aquí, en este último punto, la competencia exacta de la Grafología dentro del área Criminalística . Algunas de esas incumbencias propias son:

•  Realizar análisis grafofisiológicos escriturales a fin de precisar la forma de incidencia de agentes externos sobre el organismo (tóxico – químicos, psicotrópicos - alienantes).

•  Establecer la presencia de rasgos gráficos compatibles con tendencias criminales de sospechosos y/o probar las buenas cualidades de un culpable en el área criminológica.

•  Realizar análisis grafopsicológicos escriturales a fin de determinar la presencia de rasgos gráficos disfóricos, de disminución de los niveles intelectivos, tipos de alteración tímica u otros.

•  Realizar análisis grafopatológicos a fin de precisar si aparecen síntomas de bloqueo o inoperancia intelectual, alteraciones en el curso del pensamiento, propensión a desilusiones, angustia, ansiedad, depresión u otros.

•  Detectar, estudiar y prevenir conductas marginales, de reclusión o adicciones, utilizando instrumentos teóricos y técnicos adecuados e integrados, de carácter individual o grupal tanto en ámbitos particulares o institucionales.

•  Realizar grafodiagnósticos patológicos mediante los instrumentos específicos integrados de la grafología con el fin de satisfacer un requerimiento particular, o de remisión informativa interdisciplinaria o institucional

•  Elucidar los componentes conflictivos de la personalidad anormal, a fin de colaborar interdisciplinariamente, en la posibilidad de lograr conductas de integración superior según modalidades individuales o grupales

•  Realizar pericias grafopatológicas en el ámbito judicial.

La Grafología, con su increíble desarrollo, está aportando conocimientos inéditos para enfrentar la investigación de los delitos. Esto transforma la investigación criminalística en una disciplina cada vez más exigente y rigurosa. Saber ver con los ojos y con la razón, utilizar la grafología como auxiliar permanente y mirar a través de los instrumentos de última generación, constituirá la clave fundamental de los futuros investigadores.

Una pregunta final

Al llegar al final de esta breve exposición sobre la ciencia grafológica y su campo de aplicación en Argentina, siento la necesidad de preguntarme y preguntarles:

  1. ¿Seremos capaces de elaborar un proyecto sólido y coherente a fin de integrar definitivamente a la ciencia grafológica en el quehacer científico?
  2. ¿Podremos estructurar la grafología como campo científico respetando su objeto de estudio y su método experimental…?
  3. ¿Lograremos incluir a los grafólogos en el área de la Psicología y de la Criminalística no como terceros numéricos sino como terceros discriminados…?

Ojalá que así sea. Muchas Gracias.

Notas

(1) Bleger, José: “Psicología de la conducta” – Ed. Paidós - Bs. As. 1996.

(2) www.institutobinet.com.ar

(3) DÁlfonso, Pedro: “La personalidad humana en los símbolos gráficos”- Buenos Aires, 1996

(4) Viñals-Puente: “Pericia caligráfica y Judicial” – Ed. Herder, Barcelona, 2001

(5) Meyniel Royán: “Tratado de Grafocrítica” – Ed. Trivium, Madrid, 1992.

(6) Viñals-Puente: “Pericia caligráfica y Judicial” – Ed. Herder, Barcelona, 2001

(7) Pulver, Max: “Symbolik der handschrift”- 1950

(8) Aberastury, Federico: “Método, alcance y utilidad de la grafología” – Buenos Aires, 1930.

(9) Viñals-Puente: “Pericia Caligráfica judicial” – Ed. Herder, Barelona, 2001

(10) Augusto Vels: “Escritura y Personalidad” – Ed. Herder- Barcelona, 1991.

 

 

 

LOS MECANISMOS DE DEFENSA Y LA SELECCIÓN DE PERSONAL

 

© Julio Cavalli  Buenos Aires – Argentina

MECANISMOS DE DEFENSA O CONDUCTAS DEFENSIVAS

Cuando una persona se encuentra ante una situación de estrés, miedo o angustia, lo más usual es que erija ante si un escudo, un mecanismo de defensa para protegerse de dicha situación, aumentando su sensación de seguridad, efectividad o utilidad. Esto es: una negociación con esos sentimientos tratando de no sentirlos. La manera de hacerlo es a través de la psicología del autoengaño a fin de no sentir lo que realmente se siente. Se escoge la anestesia parcial para lograr un determinado grado de seguridad.

Cuando la persona está autoprotegiéndose de esos sentimientos es muy difícil que tenga el coraje de buscar su verdad interna porque prefiere no sentir, por ende, desvía su atención y distorsiona su propia verdad. Prefiere reducir su conciencia y aislar su dolor creando un punto ciego que bloquea la información. Los mecanismos de defensa se pueden convertir en un estilo de sobrevivencia que paraliza la cognición y el desarrollo personal.

Freud decía que la idea latente ó inconsciente no es una idea débil y la represión se castiga con la repetición. Por eso las sobrereacciones perturban tanto, porque no son fáciles de manejar hasta que no surja el porqué.

Claro que un mecanismo de defensa no es un absoluto, sino que estará condicionado por diferentes situaciones y edades. Así por ejemplo, en la infancia, los niños utilizan habitualmente mecanismos como la negación y la proyección, siendo estas dos características menos usuales cuando la persona ha alcanzado una edad más adulta.

En términos psicoanalíticos, las conductas defensivas o mecanismos de defensa, ayudan a “mitigar el dolor”, aislar e incluso vaciar todo en la “papelera de reciclaje” de nuestro “ordenador psíquico”. Básicamente los mecanismos de defensa cumplen cuatro funciones en el ámbito cognoscitivo:

a. Sirven de censura en la memoria contra información dolorosa o desagradable.

b. Sirven para aislar con una mentira vital el núcleo de determinados problemas.

c. Sirven para crear una coraza psíquica, una especie de “callo emocional” ante determinadas informaciones.

d. Sirven para proteger al grupo de informaciones que ponen en cuestión su cultura o estilo de vida.

Sabemos que el mayor problema de salud en el mundo de hoy en día nos es el cáncer, el HIV ó las enfermedades del corazón, sino la represión . La represión es la fuerza oculta detrás de toda enfermedad. Se podría decir que prácticamente no hay enfermedad, mental ni física, sin la represión.

Por analogía, los mecanismo de defensa equivalen a los genéricamente denominados en medicina, sistemas efectores (la neutralización, la fagocitosis, reacciones citotóxicas o la apoptosis celular).

Algunos autores establecen un orden en cuanto a dicha gravedad, situándose de mayor a menor en las siguientes líneas:

1. Represión : Mediante este mecanismo todo lo que le molesta al sujeto a nivel consciente se reprime, es decir, se repliega al inconsciente. No hay una introvisión. Hay un “olvido” de lo que se siente.

2. Negación: Es una forma de atraer miradas. Se utiliza aquí la técnica de decir no a todo lo que se propone. Este negativismo es una forma de reafirmarse y enfrentarse al mundo, quedando satisfechos al decir no, rehusando a reconocer los problemas.

3. Regresión: Las personas utilizan este mecanismo de defensa cuando ante un acontecimiento frustraste para ellos regresan, inconscientemente a etapas anteriores. Esto suele ocurrir en los niños que ven como su primer puesto en la familia queda relegado por la llegada de un hermanito, regresando a una etapa que ya tenían superada.

4. Aislamiento: Lo que se intenta mediante este mecanismo de defensa es huir de las situaciones de tensión. Ante una situación conflictiva se separa la situación misma de los sentimientos que provoca. Este mecanismo es muy frecuente en los psicópatas, los cuales no sienten pánico ante ninguna situación

5. Proyección: Se le atribuyen a otras personas cualidades propias.

6. Fantasía: Soñar despierto. Se da cuando la persona, ante la insatisfacción que siente, recurre a la imaginación y experimenta a través de los sueños, lo que no puede experimentar en la realidad (como por ejemplo el éxito).

7. Compensación: Consiste en silenciar un sentimiento de inseguridad exagerando un rasgo real o deseable. El ser bajo o verse poco atractivo conlleva quizás a compensarlo con muchas horas de gimnasio, hasta conseguir un cuerpo escultural.

8. Búsqueda de atención: Sería aquel mecanismo que las personas que no se resignan a quedar en segundo lugar utilizan. Así, actos como marearse en público pueden ser utilizados para llamar la atención de forma inconsciente.

9. Identificación: La persona establece aquí una relación entre ella misma y otro personaje o grupo (normalmente con más fama que la persona que utiliza este mecanismo) de forma que participa de la gloria de aquel. Así, cuando los niños llevan sus personajes favoritos en las camisetas, se identifican con ellos y se sienten más seguros teniendo un modelo a seguir.

10. Intelectualización: Consiste en buscar un lenguaje sofisticado para marcar diferencias con el resto de la gente. Se da con frecuencia entre personas intelectuales.

11. Racionalización: La persona se da a sí misma explicaciones que no son verdaderas, pero que le sirven para convencerse de algo y evitar aquello que le crea ansiedad o que de otra manera sería intolerable e irracional

12. Formación Reactiva: hacer lo contrario de lo que realmente se siente.

13. Desplazamiento: dirigir hacia otro, que no es el problema, las emociones negativas para liberar las energías intra-psíquicas. El famoso chivo expiatorio.

14. Sublimación: usar energía reprimida y expresarla en trabajo creativo.

15. Conversión: síntomas físicos por el traslado de actividad emocional negativa a través del cuerpo (enfermedades psicosomáticas).

16. Desatención selectiva: esquema de distracción que no ve lo que no le agrada (mini negaciones).

17. Automatismo: vivir sin tomar conciencia de lo que se piensa y lo que se siente.

En la Teoría de la Gestalt , las conductas defensivas, asumen una postura muy peculiar y creativa: antes que proteger al Yo de las pulsiones internas amenazantes o de las amenazas externas, son concebidas como formas de evitar el contacto, tanto interno como externo; es decir como autointerrupciones del ciclo de experiencia.

Sabemos que el organismo se regula a sí mismo a través de ciclos sucesivos de siete fases o etapas (reposo, sensación, formación de figura, movilización de energía, acción, contacto y reposo). En los diversos espacios que median entre las fases del ciclo se pueden producir las autointerrupciones, con la finalidad de evitar el dolor, el sufrimiento, no sentir, separarse de lo amenazante en uno mismo, huir del estrato fóbico, etc.

Fritz Perls, padre de la Teoría Gestáltica, describió hasta cinco mecanismos:

1. Introyección

2. Proyección

3. Confluencia

4. Deflexión

5. Retroflexión.

Tomado las variables de Goodman, Latner, Polster, Petit y Pierret, algunos autores han propuesto en general, los siguientes:

1. Desensibilización

Consiste en bloquear las sensaciones tanto del medio externo como del interno, no sentir lo que viene del organismo; esto estimula el proceso de intelectualización por el que se intenta explicar por medio de racionalizaciones la falta de contacto sensorial. Su frase característica sería "No siento".

2. Proyección

La proyección, se da entre sensación y formación de figura. Consiste en transferir lo que uno siente o piensa, pero que por diversos motivos (sobre todo por acción de los introyectos “no debes") no puede aceptar en sí mismo, a los demás.

3. Introyección

La introyección media entre la formación de figura y movilización de energía para la acción. Aquí el sujeto se "traga" todo lo que le dan sin masticarlo suficientemente. Las influencias externas son engullidas sin hacer la necesaria crítica y selección, de acuerdo a sus necesidades personales. El sujeto sufre un verdadero empacho de mandatos, órdenes, influencias, imagos, etc., incuestionables, que cumplen en sí una función parasitaria pero que el sujeto asume erróneamente como propios, como normas y valores morales. "Haz esto", "No hagas esto", "No debes", "Deberías", etc. Los introyectos impiden el libre flujo de los impulsos y la satisfacción de las necesidades: no seas agresivo, a la madre no se le dice eso...etc. Detrás de todo introyecto hay figuras importantes para nosotros y Gestalt inconclusas en relación a ellas. Su frase es "Debo pensarlo o hacerlo así".

4. Retroflexión

La retroflexión se da entre la movilización de energía y la acción. Es lo contrario a la proyección. El sujeto no se atreve a actuar sus deseos o impulsos por la acción nuevamente de los introyectos, así que se los dirige a sí mismo por ser esto menos peligroso: se autoagrede deprimiéndose; desarrolla trastornos psicosomáticos; se desvaloriza, etc. Su frase es "Me odio para no odiarte".

5. Deflexión

La deflexión se da entre acción y contacto. Consiste en establecer un contacto frío, inocuo, no amenazante; como si se tocaran las cosas con guantes o pinzas para no sufrir daño o quemarse. Es también la expresión atemperada de las emociones: hacerlo "educadamente". No se insulta...se ironiza o se hacen chistes. No se reclama o lucha por lo propio...uno se resiente. No se ama...se "estima". A nivel verbal es bastante claro; los eufemismos son una muestra evidente de la hipocresía deflexiva: falleció por murió; hacer el amor por fornicar, etc. Otras formas son hacerse el cínico, el indiferente, el intelectual, racionalizarlo todo. Su frase es "Tiro la piedra y escondo la mano".

6. Confluencia

Se da entre acción y contacto. El sujeto para ser aceptado o no entrar en discusión con figuras importantes simplemente se mimetiza a ellas; debilita los límites de su Yo para fusionarse al otro. Se adoptan así, sin crítica ni cuestionamientos, decisiones, ideas, estilos de viva ajenos. Se adopta una postura cómoda donde se abdica de la propia responsabilidad, de la capacidad de tomar decisiones, para siempre "estar de acuerdo". Los con-fluentes son personas "sin carácter ni personalidad", "pasivas", que practican la desesperanza aprendida o la identificación con el agresor temido. Su frase es "Acéptame, no discuto".

Las Conductas defensivas en Selección de Personal

Cuando un candidato se acerca a la primera entrevista (incluso a veces en la etapa previa, al recibir la comunicación de que fue pre-seleccionado) un universo en expansión se muestra ante sus ojos con toda su fuerza.

Durante este proceso de percepción y evaluación, se produce paralelamente la vivencia a nivel emocional de la situación por parte del sujeto. En estos casos veremos cómo se puede llegar a un grado de excitación emocional que inhabilita a las personas para tomar decisiones y ejecutar conductas de forma adecuada. Examinaremos en esta parte del proceso cómo se llega a la excitación emocional y su influencia sobre las conductas concomitantes.

En los animales, toda amenaza da lugar a un programa biológico establecido: son reacciones innatas, filogenéticamente antiguas y que van desde el reflejo de hacerse el muerto a la tempestad de movimientos, pasando por reacciones complejas de defensa, protección y evitación.

En el hombre el problema es más complejo. Uno de los componentes menos estudiados está relacionado con la orientación, que obliga al ser humano a prestar atención a lo que le está sucediendo y a explorar su reacción global. Esto va a producir distintas conductas: acercamiento, ataque, huida, evitación...

El hombre es capaz de analizar sus reacciones, lo que está ocurriendo en el momento determinado ante los peligros exteriores o esas amenazas internas mal dibujadas (ansiedad, miedo...), lo cual le va a llevar de algún modo a controlar mejor su respuesta general, recibiéndola entonces disminuida de intensidad. El aumento o la disminución de la ansiedad en estas situaciones tiene mucho que ver con la elaboración individual de la información que a ese sujeto le llega. Las condiciones son impuestas por la emisión de esas señales de temor y por la recepción de las mismas. Por ejemplo, una persona aprensiva tiende a incrementar todas las sensaciones que percibe, ya que existe un plus de miedos e inseguridades que matizan negativamente todo el procesamiento de la información que recibe y que se concreta en la hipertrofia global de la respuesta.

La excitación característica producida por una situación de selección es etiquetada emocionalmente como el miedo - ansiedad - pánico - fobia. Entre estas emociones hay una estrecha cercanía que se recorre como un camino de ida y vuelta. La gama de reacciones ante estas emociones puede ser de gran diversidad: desde la huida a las conductas de evitación, pasando por la búsqueda de protección, agresividad, depresión, etc.

Sobre las emociones que se pueden producir hay que aclarar algunos conceptos. La existencia de las mismas, su intensidad y duración, hace que sean probables en aparecer conductas inadecuadas para tal situación.

Como criterio cuantitativo en la gradación de fenómenos inquietantes cabe situar eslabones ordenados de menos a más: miedo, ansiedad, angustia, pánico...

Así, el miedo es el temor al peligro concreto, específico, claro, evidente, que es captable desde la posición en la que se encuentra el sujeto. Del miedo la persona se defiende con medidas racionales.

La ansiedad es una vivencia de inquietud y desasosiego donde se anticipa lo peor. Es un temor difuso, vago e inconcreto, sin referencias. La reacción que suele provocar es de perplejidad, asombro, de una especie de embotamiento confuso que hace que no se reaccione de ninguna manera. A esto le llamamos "estado de alarma". Aquí los mecanismos de defensa van a ser inconscientes y conducirán a manifestaciones de histeria, hipocondría, obsesiones, fobias, pánico..., mecanismos de defensa anómalos.

La fobia es un temor desproporcionado, terrible, superior a uno mismo, que se produce ante hechos, personas o situaciones.

Hay un elemento común en todas ellas, el temor . Así, la amenaza es procesada y vivida produciendo un sentimiento indefinido de inseguridad.

Llegados al punto, por la discrepancia ya comentada y la excitación emocional concomitante, diremos que la ansiedad que se genera en principio, es exógena (estado de amenaza inquietante producido por los estímulos exteriores que se dan en la situación crítica). Parece ser que existe un centro cerebral que es como el "centro de la alarma", responsable de este espectro de fenómenos que se intercalan entre el miedo y la ansiedad, sistemas cerebrales de ataque-huida, anticipación temerosa...

Hay por tanto desencadenantes externos que pueden ser objetivados con evidencia y desencadenantes internos constituidos por recuerdos, ideas, pensamientos, fantasías personales... que actúan como estímulos y que deben y pueden ser controlados.

El impacto de la emoción en esta situación distorsiona la respuesta del sujeto: fisiológica, conductual, cognitiva y asertiva. Gran parte de la población (20 % aproximadamente), por ejemplo, padece ya inicialmente de ansiedad.

Finalmente, se podría resumir en fases la actuación de los candidatos desde el punto de vista individual. Así, ante una situación crítica se presentan dos tipos de comportamientos inadaptados:

a. De conmoción - inhibición - estupor: el sujeto está inundado de emociones y estímulos y se ve incapaz de reaccionar ante la situación. Se queda como paralizado.

b. De agitación: el sujeto sufre tal excitación estimular que su sistema nervioso se "dispara", con las correlativas reacciones fisiológicas y cognitivas, de forma que le es muy difícil controlarse.

Elementos par tener en cuenta en el proceso de Selección

Normalmente la presencia de los mecanismos de defensa se asocia a la ansiedad.

Sin embargo ésta puede cobrar muy diversas formas, y a menudo se escapa a la percepción consciente de la persona. De esta manera, determinados bloqueos, tartamudeos, tics, explosiones de ira o sentimientos de desasosiego, pueden ser indicativos de que está obrando un mecanismo de defensa. Y es que un mecanismo de defensa, se asocia necesariamente a ideas que magnifican ciertos aspectos de la realidad. Esto es, que presentan las partículas: siempre, nunca, culpa, irresistible, inaguantable... Por ejemplo: Una persona se enfada por una pregunta obvia , dando una mala contestación y siente una ira desenfrenada y piensa en términos de: siempre pasa lo mismo.

En física, se puede prever exactamente, por ejemplo, la reacción de un material sometido a una presión exterior. En las ciencias del comportamiento no existe un criterio simple que permita predecir al detalle la reacción de un individuo ante una situación crítica.

Las variables a considerar son extremadamente numerosas y las reacciones ante estas situaciones estimulares son diversas y además, están en función del contexto en el que se presenten. Por otra parte, si ante un mismo estímulo dos sujetos reaccionan de forma distinta, esto puede provenir de otra/s variable/s que de una diferencia objetiva de sensibilidad a la causa perturbadora. Puede ser debido, por ejemplo, a la percepción distinta de la intensidad de la causa. Sería la noción de amenaza experimentada, de gran importancia en el estudio del comportamiento humano frente a amenazas exteriores.

Así, para poder realizar un trabajo eficaz, tendremos que detectar las variables que pueden determinar semejantes comportamientos, y conocer las reacciones humanas ante estas situaciones.

La siguiente es una lista de algunos factores y mecanismos sicológicos básicos que si son entendidos por el Selector, le pueden ayudar en la preparación y conducción de las entrevistas:

Factor A

Al ser afectado por emociones el candidato trata de adaptarse utilizando mecanismos de defensa. El selector debe estar pendiente a estos mecanismos y estar preparado para explotarlos. Algunos ejemplos de estas defensas:

1. Racionalismo: Es la mas que se utiliza. El candidato formula en su mente razones por la cual hace o deja de hacer algo. Esto lo hace inconscientemente. Son capaces de hacer algún acto que normalmente no lo harían, siempre y cuando ellos mismos lo pueden justificar.

2. Identificacion: El candidato se identifica a si mismo con otra persona o grupo, uno que el admira o respeta.

3. Compensación : El candidato intenta compensar la frustración con la sobre-gratificación en otro área.

4. Proyección: El candidato culpa a otros por sus propios errores, defectos, y fechorías, y atribuye sus propios deseos, impulsos, y pensamientos inmorales a otros.

5. Exhibicionismo: Esto lo hace el candidato con el solo fin de llamar la atención. Alardeando sus hazañas (exagerando), desobedeciendo consignas con tal de llamar la atención

Factor B : (Los Mecanismos de escape)

1. Reclusión: Timidez, modestia.

2. Fantasía : Se conoce como sonar despierto. El selector debe tener cuidado cuando interroga un candidato que usa este mecanismo.

3. Negativismo: El candidato se rehúsa a cooperar del todo, hace lo contrario de lo que se le pide.

4. Retroceso : El candidato regresa en su mente a tempranas etapas en su vida, la niñez y hasta la infancia. Todo es para escapar la responsabilidad de la realidad.

5. Represion: Es una accion involuntaria que tiende a borrar sucesos de la memoria o negar acontecimientos pasados. Afecta el recuerdo de sucesos violentos, repulsivos, ilegales o vergonzosos.

El cómo una persona está constituida, a nivel de estructura o rasgo de personalidad, determina un grado de predictibilidad en las reacciones personales.

Se destacan tres rasgos de personalidad que deben tenerse en cuenta por la reacción que pueden tener:

• Histérico: Este rasgo se caracteriza por producir conductas escandalosas, exageradas, infantiles y primitivas. Su nocividad reside en el riesgo de contagio que hacia los demás posee. Se reconoce por la hipercoloración de la piel del rostro, una gesticulación exagerada, verborragia, distonía en la emisión de la voz (aparecen chillidos y susurros de manera alternativa) y agitación o parálisis absoluta.

• Depresivo: Presenta conductas pesimistas y desmoralizantes para sí mismo y para otros. La nocividad es el riesgo de las conductas suicidas (explícitas e implícitas) como única vía, pudiendo sugestionar a otros. Se reconoce por su motricidad lenta, conductas apáticas, poca gesticulación, susurros y gimoteos.

• Obsesivo : es de ideas fijas e irrechazables. Su nocividad en situaciones críticas depende de la idea que presente (de salvación o destrucción), aunque pueden ser útiles para tareas organizativas.

La edad es una variable importante ya que las reacciones son muy variables según la misma. Si se trata de jóvenes hay más probabilidad de que se produzcan conductas desinhibidas y desordenadas. Pasan del desconcierto al miedo muy rápidamente, con reacciones más frecuentes de pánico. En cambio en los individuos maduros se da más autocontrol y más cooperativismo. Con personas de edad avanzada, obviamente, hay que tener en cuenta su menor capacidad de reacción, lentitud, inseguridad, etc.

Las condiciones físicas también es un factor que merece una especial consideración en el momento de la selección.

Ventajas de la Grafología como Técnica de Selección

Seleccionar, es elegir a partir de criterios preestablecidos con el fin de conservar entre una serie de personas u objetos, aquellos que tienen un valor particular, satisfaciendo de esta manera las necesidades de una empresa que busca contratar o promover empleados.

Antes se empleaba por títulos obtenidos, hoy hay que demostrar esos conocimientos. Antes el carácter y personalidad no se tenían muy en cuenta; hoy es fundamental. Ayer, se ingresaba con una motivación óptima al inicio que día a día mermaba. Hoy, las motivaciones del candidato son evaluadas minuciosamente.

Cuál es el método de selección más preciso y el más confiable: la entrevista, el test o el análisis grafológico?

En 1988 Marcelle Desurvire planteó esto mismo en un Congreso de Psicología laboral, señalando la ventaja de la entrevista sobre los Tests y la importancia de la grafología.

Los Test son estáticos, aportan datos cifrados, se muestra como un elemento de poder frente al candidato. La entrevista es más enriquecedora, anima el perfil teórico de los tests pero no es tan objetiva ya que la afectividad, quiérase o no, queda comprometida al establecerse o no corrientes de simpatía que influyen en los juicios.

La grafología, sin ser exacta, proporciona sin embargo, un grado de probabilidad mucho más efectivo. Pero carece también de otras posibilidades: el “know how”, por ejemplo, es decir los conocimientos que se tienen para desarrollar un determinado trabajo ó la experiencia en esa misma demanda laboral que no son detectables en la escritura.

Todo test que se quiera aplicar en el proceso de selección produce en el candidato una actitud defensiva. La grafología evita estas situaciones estresantes, ya que en general, prescinde del entrevistado.
Es una técnica no invasiva. Veamos sintéticamente, las ventajas de la técnica grafológica sobre los Test y sobre la Entrevista:

  1. El Test provoca temor. Enviar una carta manuscrita es una actividad indolora.
  2. La escritura nos permite analizar múltiples situaciones y pronosticar amplias posibilidades de reacción frente a una circunstancia laboral determinada, que en un test se perderían por lo estático y en la entrevista pudieran pasar desapercibidas.
  3. El uso del tiempo: la rapidez de la grafología sobre los test y la entrevista es invalorable.
  4. Con el análisis grafológico podemos descartar lo esencial de lo accidental en forma rápida y segura. Hay un ojo activo permanentemente en el trabajo del grafólogo que se fija en las partes fundamentales de un escrito, yendo del conjunto al detalle.
  5. La objetividad del análisis grafológico es innegable. Siempre en la Entrevista como en los Test, la subjetividad está latente.

Los Mecanismos de defensa y su correlación gráfica

Para finalizar, señalamos algunos signos escriturales que hacen referencia a los mecanismos de defensa, sin hacer de ello una teoría. Recordemos que en grafología ningún signo aislado representa una certeza. Lo que buscamos es siempre un síndrome gráfico para poder concluir exitosamente.

•  Represión : Escritura filiforme, angulosidad, muchos blancos en la escritura, omisiones, disociación de óvalos, movimientos en arcadas, uso de la zona izquierda, escritura rígida.

•  Negación: Blancos en la escritura, escritura vertical, finales de ocultamiento, hampas infladas, firma ilegible, óvalos cerrados con doble vuelta, escritura suspendida.

•  Regresión: Escritura estrecha y/o pequeña, escritura inflada, barras de la letra “t” bajas, escritura lenta e inflada.

•  Aislamiento: Escritura yuxtapuesta, mucho espaciamiento, óvalos separados del palo, firma con tendencia a zona izquierda.

•  Proyección: Mayúsculas grandes, líneas rígidas, barras descendentes, acerados.

•  Fantasía: escritura desligada, zona superior y media inflada.

•  Identificación: Letra inclinada hacia la derecha. Escritura grande y acerada. Jambas tendientes a la zona izquierda.

•  Intelectualización: Escritura pequeña, estrecha , acerados, óvalos estrechos, “isolée”.

•  Racionalización: Escritura rígida, estructurada., clara. Jambas simplificadas.

•  Formación Reactiva: Escritura rígida, grande o mediana, compacta, mayúsculas grandes, cola de zorro.

•  Desplazamiento: Escritura filiforme, lanzada, gladiolada.

•  Sublimación: Escritura armónica, fluida, uso de la zona superior en desmedro de las otras, escritura simplificada, proyecciones cubrientes.

•  Conversión: Escritura inflada, ligera con triángulos en zona inferior

Bibliografía

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•  Gomez Llera y Pin - "Dirigir es educar" Editorial Mc Graw Hill

•  Koontz Y Wehrich - “Administración, una perspectiva global”,Ed. Mc. Graw Hill

•  Maristany, Jaime - “Administración de Recursos Humanos”.

•  Quiroga, Ana. - Enfoques y Perspectiva en Psicología Social. Desarrollado a partir del pensamiento de Pichón-Riviére. Bs. As, Ediciones Cinco. 1997.

•  Richino, Susana V. - "Selección de personal". Editorial Paidós. Buenos Aires. (1996)

•  Sherman, A. Y Bohlander, G. - “Administración de los Recursos Humanos”

•  Tutusaus, Jaime - Los Mecanismo de defensa en la escritura –.Boletín AGC N° 28 – Barcelona – España. 2002.

•  Vels, Augusto – “La Selección de Peronal y el problema humano en las empresas” – Herder, Barcelona.

•  Viñals-Puente –Psicodiagnóstico por la escritura – Herder – 1999.

•  Xandró, Mauricio – “Grafología Elemental” – Madrid. España

 

 

 

UNA VISIÓN GRAFOPATOLÓGICA DE LA PSICOSIS

 

Prof. María del Carmen Doyharzábal

 

 

El estigma de la psicosis

 

Pitágoras dijo: “Si se os pregunta: ¿qué es la muerte? Responded: La verdadera muerte es la ignorancia. ¡Cuántos muertos entre los vivos!”

Generalmente, en la sociedad aquello  que se ignora tiende a ser rechazado,  y muchas veces discriminado.

Este estigma es el que han portado los pacientes psicóticos con el transcurrir de los siglos, y por qué no decir, hoy aún, mucho más de lo que  nos gustaría admitir.

Este rechazo está producido mayoritariamente por el desconocimiento general del origen y de las posibilidades de curación de muchas enfermedades mentales y  genera una prejuiciosa actitud no sólo hacia los enfermos, sino también  hacia sus familiares.

¿Pero por qué se produce este efecto?

Porque la psicosis es la pérdida del juicio de realidad y de las fronteras del Ego,

donde el sujeto puede presentar diferentes síntomas que implican disfunciones cognitivas y emocionales, incluyendo la percepción, el pensamiento y el lenguaje entre otros. Su capacidad está menoscabada, no permitiéndole reconocer la diferencia entre la realidad y las experiencias subjetivas, y  esta realidad se ve muchas veces sustituida por sus delirios o alucinaciones.

La marcada desorganización de su personalidad lo incapacita para un efectivo funcionamiento social y afectivo apropiado.

 

 

Etiopatogenia de las psicosis

 

 Las psicosis pueden tener como origen diferentes etiologías. Algunas escuelas las dividen entre las que tienen  origen endógeno como las psicosis maníaco depresivas, las psicosis esquizoafectivas y las psicosis esquizofrénicas y las de origen  exógeno que pueden ser exógenas orgánicas – intracerebrales como las que se evidencian en la PGP, las epilepsias  del lóbulo temporal, las vasculopatías, las neoplasias, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, las producidas por virus, entre otras. Las exógenas extracraneales – intracorporales como las producidas por deshidratación intensa, insuficiencia hepática o renal grave, anemias graves, etc., y las exógenas extracorpóreas provocas por traumatismos encefalocraneanos, alcohol, anfetaminas, cocaína, LSD, entre otras causas.

Otras escuelas marcan sus diferencias entre las que pertenecen a alteraciones anatomopatológicas específicas - que es posible determinarlas a través de una autopsia sin conocimiento de la historia clínica,  como son las psicosis sifilíticas, la parálisis general progresiva, la demencia senil,  la encefalitis, las psicosis aterosclerósicas y algunas formas de oligofrenias entre otras -, de las que evidencian  alteraciones más o menos típicas que pueden no surgir al comienzo de la enfermedad, pero sí después de cierto período que puede ser relativamente largo, como el que se evidencia en  algunas psicosis tóxicas o infecciosas de curso crónico o la epilepsia y la esquizofrenia, y de las que no poseen modificaciones anatomopatológicas comprobables como por ejemplo las psicosis maníaco depresivas, las psicosis reactivas, las neurosis y las  psicopatías.

Podríamos así seguir enumerando diferentes formas de clasificación, orígenes y características que determinan a unas y otras, pero lo destacable en todas ellas es que ante un primer episodio psicótico, generalmente se hace muy difícil poder determinar exactamente de qué tipo de psicosis se trata.

 

 

La importancia de la detección precoz en la psicosis

 

Muchas veces en los inicios de una psicosis la actividad del proceso puede estar tan encubierta que al médico psiquiatra le resulta difícil poder diferenciar  una psicosis  de las perturbaciones neuróticas o psicopáticas, sobre todo en los estadios de inactividad donde puede producirse una superposición parcial entre síndromes neuróticos - psicopáticos y las psicosis endógenas u orgánicas,  incluso porque las alteraciones neuróticas o psicopáticas pueden ser frecuentemente estadios prepsicóticos que por muchos años precedan a un episodio psicótico.

De acuerdo a lo expresado por el catedrático José Luís Vázquez-Barquero, de la Universidad de Cantabria, en la l Reunión Nacional sobre las Fases Tempranas de las Enfermedades  Mentales, se hace relevante la investigación y asistencia en las fases iniciales de las enfermedades mentales por un doble motivo “El primero está dirigido a garantizar que la precoz identificación y tratamiento de estas patologías mejore su pronóstico y curso evolutivo. El segundo propósito persigue profundizar, desde sus primeras manifestaciones, en el conocimiento de los procesos que pudieran estar implicados en el origen y curso evolutivo de dichas enfermedades”.

Y si bien es de considerar que esto debe aplicarse a toda enfermedad mental u orgánica, es de fundamental relevancia ante la patología psicótica, ya que como indica el catedrático “Con respecto a ella, los modelos etiopatogénicos preventivos y terapéuticos actuales insisten en la relevancia de incidir sobre las fases iniciales de la enfermedad, y de incorporar una perspectiva que incluya variables psicopatológicas, neuropsicológicas y neurobiológicas, para identificar mejor la enfermedad, prevenir el deterioro, facilitar la integración en la comunidad y alejar el estigma”.

De todas las perturbaciones psicológicas  conocidas, la esquizofrenia  es una de las psicosis más estigmatizadora, devastadora e incapacitante, no sólo para quien la sufre sino también para su grupo familiar, ya que generalmente ante el avance de la misma no sólo deben brindar al paciente apoyo emocional y cuidados, sino también apoyo financiero debido a su imposibilidad de valerse por sí mismo, habida cuenta de los altos costos  que implica el tratamiento y las eventuales recaídas y reinternaciones.

 Sin embargo, de alguna manera esto no tiene por qué ser así, ya que en la actualidad la aplicación de un tratamiento adecuado en las fases iniciales de la enfermedad, permite  no sólo alcanzar una mayor estabilidad psicopatológica de los síntomas, sino evitar  el avance deteriorante de la misma, reducir las recaídas y necesidades de internación,  brindándole al paciente y su familia una calidad de vida mejor.

 

 

El quehacer del grafopatólogo

 

La pregunta es entonces: ¿Cómo podemos colaborar  los grafopatólogos  en la evaluación de estos pacientes?

Y la respuesta es que es aquí donde el grafopatólogo, como  auxiliar del médico psiquiatra, puede contribuir con su conocimiento aportando datos relevantes que permitan clarificar el panorama, acotando  las posibilidades y ayudando a establecer la identidad de la patología, acelerando las posibilidades diagnósticas y evitando mayores dilaciones ante el avance de la enfermedad.

Pero, ¿cómo nos orientamos para efectuar  este análisis y poder determinar cuál es la enfermedad, alteración o trastorno por el cual nos consultan?

 En síntesis, podríamos decir que lo que hacemos a través de un escrito es seguir los mismos pasos que da un médico psiquíatra para realizar un diagnóstico, y esto es agrupar los signos con significación semiológica, relacionarlos con un síndrome y ubicar ese síndrome respecto de un grupo de pertenencia

 Para ello, procederemos a evaluar el escrito de acuerdo a la intensidad, predominio positivo o negativo del nivel del grafismo, determinando los aspectos y subaspectos gráficos de acuerdo a sus correspondientes determinaciones.

Agruparemos los signos gráficos de significación patológica, determinando o descartando – en cotejo con escritos anteriores – la proyección emocional que el sujeto pudiese haber plasmado en el escrito y las alteraciones gráficas que pudieran surgir en el mismo como consecuencia de la influencia medicamentosa, o tratamientos que le hayan sido aplicados. Cotejaremos si los signos detectados en el escrito actual ya estaban presentes en los anteriores y, de ser así, si  han aumentado en intensidad.

Esto nos permitirá realizar una cronología de las modificaciones y evolución de los síntomas y a la vez obtener un amplio panorama de los trastornos de la consciencia en donde evaluaremos el grado de claridad de la misma, la orientación temporoespacial, la memoria y  la afectividad, asimismo nos orientará respecto de los trastornos del pensamiento y trastornos actuales del comportamiento.

Una vez logrado esto podremos  establecer si nos hallamos ante  lo que puede ser un trastorno actual de adaptación ante una experiencia del momento o si se ha  producido una modificación más profunda del sistema de la personalidad y  una patología del carácter, que es lo que habitualmente se observa al comienzo y acompañando a las psicosis.

Luego, tomando en cuenta que muchos de los signos gráficos detectados pueden ser un factor común a diferentes cuadros psiquiátricos, procederemos a ubicarlos de acuerdo a las actuaciones o alteraciones de orden psíquico o físico que representan, para ir acotando las posibilidades hasta llegar a la identificación de la enfermedad, ubicándolos dentro de las patologías psíquicas o físicas reconocidas por la psiquiatría, psicología o medicina.

Vemos entonces que a través de este método se diluyen marcadamente las posibilidades de confundir patologías psiquiátricas, que a una primera impresión pueden  asemejarse a la esquizofrenia  como por ejemplo los desórdenes de la personalidad,  el trastorno esquizoafectivo, la depresión mayor, los desórdenes por pánico o el trastorno bipolar.

 

 

Conociendo a la esquizofrenia

 

Hasta aquí hemos mencionado la necesidad, enunciada por los especialistas, de la realización de un diagnóstico temprano como una forma de evitar las consecuencias deteriorantes del avance del desarrollo las psicosis, y entre ellas las de la esquizofrenia.

Conozcamos entonces un poco más respecto de las verdaderas causas y efectos  de  la misma, y de las posibilidades que tenemos los grafopatólogos de identificarla.

Lejos estamos ya del antiguo concepto de las posesiones diabólicas a las que se atribuía la enfermedad. Hoy, gracias a los avances científicos, sabemos que la esquizofrenia es una patología psiquiátrica que se reconoce como principalmente genética, donde la transmisión del riesgo de la enfermedad predispone al sujeto a padecerla, aunque no en forma condicionante y en donde la influencia de los factores ambientales y psicosociales desempeñan un rol importante en su desarrollo. 

 En forma muy general, diremos que a través de las técnicas de neuroimágenes sabemos que en la esquizofrenia se presentan diferentes alteraciones estructurales del cerebro, en las que se ven involucrados principalmente el lóbulo frontal y el temporal y los sistemas neuronales y neurotransmisores que regulan el funcionamiento  de estas áreas. Los estudios actuales sugieren que la principal causa de estas anomalías estructurales se debe a una alteración en el neurodesarrollo.

Pero para nosotros, más allá de las investigaciones neuropsiquiátricas que no son muestra especialidad,  para poder determinar por dónde debemos empezar a investigar, lo importante es saber cómo puede comenzar, qué es lo que sucede con el esquizofrénico, y por qué actúa y piensa en la forma en que lo hace.

Para eso debemos remitirnos a los inicios  de la enfermedad, a esa etapa en donde no han surgido aún las manifestaciones más claras como sería el delirio, porque, como ya decía Clérambaut, cuando aparece el delirio la psicosis ya es vieja.

El período de comienzo de la esquizofrenia  está desprovisto de especificidad. Sus  formas de inicio pueden ser variadas evidenciándose diferentes modos de ingreso a la misma.

Puede iniciarse en forma lenta e insidiosa, adoptando diferentes modalidades evolutivas donde progresivamente se va instalando el delirio.

Otra forma de presentación es la que se denomina aguda, donde se instala en forma abrupta, pudiendo  evidenciarse  a través de estados melancólicos, estados hipomaníacos, estados catatónicos, estados delirantes y alucinatorios.

Comenzar de forma cíclica, donde sobre una base esquizoide o esquizoneurótica la esquizofrenia va evolucionando por medio de brotes agudos, hasta que generalmente después del tercero se instala en forma crónica. O presentarse bajo la denominada forma monosíntomática donde a través de comportamientos impulsivos realiza actos criminales, fugas, agresiones, desenfrenos sexuales, tentativas de suicidio o autocastración, para los que el enfermo generalmente no tiene ninguna explicación.

De ahí que los rasgos escriturales de los cuales partamos en la investigación inicial, en cronología, pueden ser variables, pudiendo presentar características esquizoides, o bien aparentemente histéricas, depresivas, maníacas o psicopáticas entre otras.

Dentro de las cuatro formas de presentación clínica más clásicas de la esquizofrenia, la forma paranoide es una de las más típicas y frecuentes. Aquí la presencia de los delirios y las alucinaciones mayoritariamente auditivas y relacionadas con el contenido delirante tienden a ser características  si bien, en algunos casos, las alucinaciones pueden faltar. El enfermo presenta mayoritariamente los síntomas considerados positivos y  poca tendencia a los síntomas negativos, resaltando sobre todo las alteraciones intelectuales.

 Existe otra forma clínica de presentación denominada  esquizofrenia simple,  que es crónica, insidiosa y lentamente progresiva. Aquí se acrecientan  las tendencias esquizoides que el enfermo ya evidenciaba anteriormente, y  generalmente tiende a cursar sin los denominados síntomas positivos como son las alucinaciones, delirios o síntomas catatónicos, basándose fundamentalmente en un progresivo empobrecimiento de la vida afectiva en primer lugar, para luego quedar sometida toda la actividad psíquica en general.

Otra forma de presentación es la hebefrénica o desorganizada, de comienzo más precoz y que en sus inicios pueden ser fácilmente confundida con la psicosis maníaco depresiva o con trastornos psiconeuróticos. Se caracteriza por la presencia de una pronunciada alteración del pensamiento, una marcada regresión hacia un comportamiento primitivo, desorganizado e inhibido, con un pobre contacto con la realidad y un deterioro cognitivo manifiesto, evidenciando alucinaciones e ideas delirantes mal estructuradas. Si bien suele estar activo, lo hace de forma no constructiva. Aquí resaltan las alteraciones afectivas, faltan generalmente los síntomas productivos y la enfermedad avanza a través de brotes frecuentes, pudiendo el enfermo presentar una alternancia de hipo e hiperactividad, si bien lo más común es que curse hacia una apatía progresiva con indiferencia.

La cuarta forma clínica es la esquizofrenia catatónica, cuyo comienzo tiende a ser más tardío que el de la esquizofrenia hebefrénica. En este tipo de esquizofrenia predominan las perturbaciones psicomotoras y el comportamiento del enfermo oscila entre la excitación y la inhibición, alternando los períodos de hipocinecia y estupor con los períodos de agitación motriz violenta. Las alteraciones sensoriales que puede evidenciar son, sobre todo, las alucinaciones de tipo auditivo.

Si bien  en la práctica real se observa la posibilidad de que cada esquizofrénico, durante el curso del proceso,  puede cambiar una forma clínica determinada por otra,  la predominancia de un tipo determinado de síntoma sobre los demás es lo que permite efectuar el diagnóstico.

 

Los síntomas positivos y negativos

 

Como podemos ver, las formas de inicio pueden ser heterogéneas y particulares a cada uno, al igual que sus formas de evolución, donde una vez instalada la patología  pueden presentarse o predominar en mayor o menor grado los denominados síntomas deficitarios o negativos  como son la pobreza afectiva, la alogia, la abulia y apatía, la anhedonia, la asociabilidad, los problemas cognitivos de la atención; o los denominados síntomas productivos o positivos como las alucinaciones, las ideas delirantes que componen el delirio y el trastorno formal del pensamiento. Otros síntomas positivos son los del ámbito de los sentimientos como la angustia y la excitabilidad, los síntomas positivos vegetativos como el insomnio, las palpitaciones, sudores, mareos, trastornos respiratorios o gastrointestinales y los trastornos positivos de la motricidad como el comportamiento agresivo y /o agitado, la inquietud corporal, los movimientos extraños y absurdos, y la conducta repetitiva que dan lugar al comportamiento extravagante.

 De todas maneras, todos los esquizofrénicos presentan  un punto en común que es la ambivalencia, la extravagancia y la impenetrabilidad.

 

 

La irrupción de la esquizofrenia, cómo reconocerla

 

Generalmente lo que el esquizofrénico evidencia al comienzo es la aparición en el campo de la consciencia de algo desconocido. Es una sensación de cambio, de que algo le sucede, pero no puede saber de qué se trata; es algo que no  puede identificar, pero sabe que está.

Es por esto que los autores dicen “….irrumpen situaciones nuevas, distintas, absolutamente no conocidas por el paciente…”

Y al igual de lo que sucedería con cualquiera de nosotros al enfrentarnos a una sensación desconocida, el no saber le genera incertidumbre y la incertidumbre le genera inseguridad, tensión y miedo.

 Se produce aquí para él una doble incógnita, por un lado vivencia el hecho de no poder determinar de qué se trata esto nuevo que le sucede y por otro no puede  ubicarse a sí mismo frente a ello. Esto es  lo que se denomina perplejidad. Surge entonces como consecuencia el displacer como repercusión afectiva.

Por lo tanto, necesita buscar una explicación, algo que le permita saber qué es lo que le pasa o  por lo menos, y eso es lo que hace, generar una  hipótesis tranquilizadora sobre  eso nuevo que siente.

 Por algún motivo desconocido, el esquizofrénico, desde el primer momento, siente que no lo puede consultar con los otros, porque en la esquizofrenia, desde el inicio, ya existe una básica desconfianza hacia el otro, ya se ha producido la ruptura con el otro y por lo tanto se produce lo que el Dr. Hugo Marietán  llama el despegue del consenso, porque al haberse roto el patrón de confianza hacia los demás sabe que no puede buscar una explicación en ellos y sale a buscar,  él solo, la respuesta a su incógnita, produciéndose aquí en él una reverberación psíquica que lo lleva a estar tenso,  introvertido y aislado, mientras busca una respuesta.

 La conducta de aislamiento se produce entonces para evitar el ingreso  de nuevas informaciones y poder elaborar su propia hipótesis sobre ésta situación nueva ante la que se encuentra.

Esta situación nueva e intranquilizadora lo conduce a  la convicción de que algún peligro se cierne sobre él,  lo que se denomina la sensación de amenaza al Yo.

Es aquí, entonces, donde la escritura comienza  presentar o a incrementar los rasgos regresivos, indicando con este  movimiento de defensa una actitud defensiva del Yo ante el sentimiento de inseguridad o amenaza que presiente, marcando también el comienzo  o aumento de la introversión y la introyección. El margen izquierdo retrocede por el aumento de la introversión.

El margen derecho retrocede como un indicador del alejamiento por parte del sujeto de aquello que siente como amenazante y peligroso, de aquello que no conoce pero presiente y que es generador de ansiedad. Aquí el mayor o menor alejamiento será indicador del mayor o menor sentimiento de inseguridad que lo invade y del nivel de angustia evidenciado, siendo al mismo tiempo significante del proceso regresivo. 

La escritura contenida evidencia la inhibición y la introversión.

La escritura constreñida indica la reducción de la capacidad de comunicación y ocultación de las cosas que observa y de la inhibición producto de la ruptura con el consenso.

La escritura suspendida marca el freno y la inhibición, producto de la angustia que lo invade.

El aumento de la angustia comienza a alterar la legibilidad de la escritura, siendo esta tendencia a la ilegibilidad indicadora de la confusión mental y del comienzo del proceso de  disgregación del pensamiento.

La escritura se vuelve desigual por la discordancia entre lo que percibe de su propio mundo interior y el entorno, y la cohesión comienza a ser desigual demostrando el caos interior, producto de las luchas internas que sostiene sumergido en la duda, la vacilación y la pérdida de la espontaneidad.

La forma discordante denota el desconcierto o perplejidad en lo que su Yo evidencia respecto a su relación con los otros y con el mundo en general, marcando la falta de adaptación y de equilibrio.

La presión desigual con profundidad desigual y predominio del trazado superficial indica las fallas  de las defensas ante un medio ambiente que le resulta angustiante.

La tensión o flojedad en sentido vertical con aumentos esporádicos de la tensión evidencia la inseguridad del Yo, al no saber qué actitud tomar y la incapacidad para poder sostenerse, y los intentos de reafirmación y defensa de un Yo claudicante, en cuyo caso el trazado puede presentarse inseguro y torcionado por el deseo de protegerse frente a lo desconocido, denotando la ansiedad y angustia que vivencia como producto de la permanente lucha que sostiene consigo mismo.

La escritura ligera y sin presión demuestra las dificultades para enfrentar la realidad y  una voluntad que ya no se puede sostener.

La escritura desnutrida, donde se puede ver afectada gravemente la tensión, la profundidad, el calibre y el dinamismo del trazado, que en esos casos tiende a ser delgado, denota el sentimiento de inseguridad que lleva al sujeto a ponerse en guardia ante aquello que presiente como peligroso, y la incapacidad para enfrentar a la realidad.

La dirección de líneas irregulares indica la inestabilidad emocional, anímica y de la voluntad frente a los cambios que experimenta y que afectan la  vitalidad de su Yo.

Las hampas deformadas son indicadoras de la necesidad de defenderse de un medio ambiente que considera hostil  o peligroso.

La escritura vacilante es el reflejo de la vulnerabilidad interna y de la inseguridad y angustia que lo invade.

Las letras a / o pueden cerrarse con bucles en una posición de defensa  o reducir su tamaño original indicando la retracción del medio.

Este repliegue sobre sí mismo, producto de la necesidad de poder trabajar sobre la incógnita, lo observaremos  en la escritura regresiva, que nos indicará el retorno o fijación de la afectividad hacia etapas anteriores.

La escritura concentrada denotará la reconcentración del pensamiento, la desconfianza,  la susceptibilidad y el recelo.

La escritura apretada  nos indicará la reacción de defensa instintiva frente a la angustia que le genera el mundo exterior.

La escritura contenida  reflejará la inhibición, la introversión, la angustia y ansiedad que lo llevan a sostener una actitud de coartación frente a los problemas reales de la vida, señalando a la vez el freno excesivo de las pulsiones instintivas.

Los gladiolados serán los representantes de la disminución de la energía en el momento de contactarse con el exterior, como asimismo la depresión que por momentos lo invade.

Y la escritura arqueada puede en estos casos presentarse  como una reacción de defensa instintiva frente a la angustia que le genera el mundo exterior.

Esta nueva conducta, y el alejamiento, son  las que hacen que los demás lo vean como raro, diferente y digan que ya no es como antes, que nada le interesa, que vive encerrado en su habitación, que se ha vuelto poco sociable. Este alejamiento de la familia y de las amistades, el abandono de los estudios o del trabajo, o la realización de los mismos con una marcada dificultad o distraídamente, son los signos que mejor reflejan las  graves alteraciones de la conducta y de la actividad psíquica.

La  pronunciada alteración de la sociabilidad, que en el esquizofrénico  constituye un síntoma, muchas veces puede ser confundida, sobre todo en los adolescentes, como una época de crisis ya que generalmente después de los primeros  cuatro o cinco meses el enfermo tiende a recuperarse algo, sin embargo, años después la esquizofrenia hace su aparición con toda su virulencia conduciendo a pensar al mal observador que ese es el primer brote, cuando en realidad el primero a pasado desapercibido. 

En estos casos, la observación del escrito de la primera época, y el cotejo con otros anteriores, puede mostrar, además de los signos ya señalados, los indicadores del verdadero inicio a través de una presión desigual que en el movimiento horizontal señalará  la inseguridad en la relaciones sociales, y en el  vertical evidenciará un Yo poco seguro, demarcando a la vez, de acuerdo a las características del trazado, una tendencia a la agresión explosiva. Si esta presión desigual se presenta con irregularidades en la profundidad, fuerza y relieve, conformando un trazado inestable, nos confirmará los cambios de actitudes por inexistencia de equilibrio interno. 

La  mayor desigualdad de los trazos finales indicará la variabilidad de los comportamientos frente a las diferentes personas o situaciones que debe enfrentar.

La presión vertical incrementada mostrará la obstinación e intransigencia que registra en su necesidad de defenderse de los supuestos embates exteriores. Las fragmentaciones del trazado serán indicadoras de la desintegración de la personalidad. En la letra m, la fragmentación total de los tres arcos será representante de la dificultad para  integrarse socialmente y de la disociación que se produce entre el Yo del sujeto, la familia y la sociedad; la separación del tercer monte indicará un Yo que se recluye y su ruptura con el resto del mundo. En la letra a, la separación del óvalo (representante del Yo) del trazo final (el nexo con los demás) , será la separación del Yo del mundo exterior inmediato (familiar, social y profesional) y su tendencia al aislamiento. Mientras que la fragmentación de la letra d, como representante de los demás, los deseos, la fantasía y la imaginación del sujeto, demuestra la separación o elaboración, por parte del mismo, de un mundo aparte del de la realidad que le toca vivir.

Los barrados inútiles en los trazos finales señalarán la tendencia a limitar o evitar los contactos con el medio ambiente.

La irregularidad del tamaño,  la inclinación  y la presión irregular o desigual mostrarán el desajuste y desequilibrio pulsionar, mientras que  la presencia, en mayor o menor grado, de una escritura monótona marcará la mayor o menor tendencia a el estancamiento y paralización de la sensibilidad emocional, indicando la tendencia al automatismo mental.

La escritura pequeña o que se empequeñece de acuerdo a la cronología, será indicadora de la reducción de la tendencia expansiva y de la comunicación, como también de la introversión,  siendo un indicador de la sociabilidad compleja del enfermo.

La inclinación que muchas veces tenderá a ser invertida puede variar en los grados  mostrando, en caso de ser moderada, la dificultad para relacionarse socialmente, la angustia ante la presión ejercida por el medio ambiente y su necesidad de refugiarse en su mundo interior, replegándose en sí mismo, en una posición de retirada del mundo. A su vez marcará la tendencia a un pensamiento subjetivo, tendencia que confirmaremos por la presencia de una escritura condensada entre letras, los adosados, las letras superpuestas, una escritura que tiende a ser desordenada  y las barras de la letra t instaladas altas.   

La inclinación invertida entre los sesenta y cuarenta y cinco grados, denotará la dificultad que presenta para contactarse debido al aumento de la desconfianza y de la retracción, siendo ya ésta indicadora de la dificultad de adaptación producto del desequilibrio psicológico; en esta situación el sujeto ya no logra integrarse al medio y su  Yo se retrae derrotado frente de la realidad.

Cuando la inclinación invertida supera los cuarenta y cinco grados, la posición defensiva y la retracción son máximas y se siente impelido a sostenerlas de cualquier manera; en este caso  la desconfianza hacia el otro ya es muy intensa y la agresividad que hasta ese momento puede estar reprimida podría en estas circunstancias orientarse incluso sobre sí mismo a través de actitudes suicidas, si existen en el escrito otros rasgos que lo confirmen.

La velocidad se evidenciará lenta por la limitada capacidad para relacionarse y su necesidad de vivir en su propio mundo.

El margen derecho se presentará en retroceso o muy amplio marcando la disminución de la sociabilidad y la posición de retirada para evitar la invasión del medio ambiente a su Yo, y en caso de ser irregular indicará que la sociabilidad puede ser alterante y tener reacciones imprevistas, mostrando a su vez que los mecanismos de defensa del Yo comienzan a evidenciar fisuras importantes.

El margen izquierdo en retroceso confirmará la posición de retirada, y de presentarse en zigzag, la lucha interior  que sufre y que  da origen a  cambios permanentes de conducta ante los demás, mientras que si es inexistente, mostrará la retracción, la total insociabilidad  y la tendencia a la apatía.

Las letras mayúsculas independizadas de la letra siguiente serán, en este caso, debidas a la desconfianza que siente hacia todos los demás, marcando la introversión por la necesidad de analizar lo que siente.

La escritura que puede presentarse como seca o rígida será indicadora del bloqueo de la sensibilidad, de la imposibilidad que presenta de identificarse con los otros y de las actitudes inmodificables respecto de su capacidad de comprensión hacia las posiciones o sugerencias de los demás.

Las letras condensadas confirmarán la dificultad de adaptación al medio por la imposibilidad de elaborar juicios en forma objetiva. Pueden  presentarse palabras crecientes o en aumento que corroborarán la dificultad para adaptarse sobre todo a situaciones nuevas o a cambios y  la reticencia a relacionarse. Es aquí donde el coligamento será una guía indicadora de las diferentes formas que puede adoptar ante su problemática para socializar, el coligamento en ángulo corroborará la marcada tendencia a aislarse y la tendencia a oponerse y contradecir, mientras que si este coligamento se acompaña con movimientos lanzados la tendencia a oponerse será intensa, en cambio si el coligamento en ángulo se presenta en conjunto con una escritura apretada con inclinación recta, señalará que el sujeto está permanentemente analizando la situación. Los aumentos bruscos de tamaño nos permitirán prever la tendencia a una marcada irritabilidad que puede estallar a través de inesperadas pérdidas de control. 

En el esquizofrénico, el comportamiento de la atención y de la concentración es variable. La atención  esta disgregada, es decir que a veces la puede ejercer y otras no, y que puede hacerlo con prontitud o sin ella, es por eso que los rasgos de la escritura que determinan a la misma pueden ir  variando de acuerdo a los tiempos entre un escrito u otro.

En los episodios agudos, donde le resulta prácticamente imposible sostenerla, los puntos de letras se ubican en diferentes lugares, adquiriendo diferentes formas y tamaños, demarcando la incapacidad para poder  concentrarse. Los puntos irregulares acompañando a letras deformadas, desproporcionadas y una escritura agitada y movida demarcarán las fallas de la atención y la dispersión.

 Las fallas en la concentración se evidenciarán en la falta de puntos en las letras i, y/o ausencia de barras en la letra t, pudiendo también hallarse letras  o palabras repetidas o faltantes, aumentos irregulares del tamaño de las letras, y un aumento de la ilegibilidad sobre todo en las zonas inconscientes del escrito.

Estas fallas que se presentan se deben a que el tiempo que puede ser mantenida la concentración atentiva está en relación al vigor psíquico de la persona y tal como dice Ribot “la atención tiene siempre por causa estados afectivos”; y la esquizofrenia, precisamente, se caracteriza por la desorganización de la vida afectiva del sujeto, donde las perturbaciones cuantitativas de la afectividad, como la atimia (falta de afectividad o indiferencia afectiva), y las perturbaciones cualitativas, como las paratimias o neotimias (formación de sentimientos nuevos o aparición de sentimientos inadecuados), y la ambivalencia afectiva, afectan profundamente la afectividad del enfermo.

Estas patologías de la afectividad la detectaremos de acuerdo a los grados que presente la inclinación, cuya oscilación nos permitirá  evaluar el grado de sensibilidad del enfermo. Una inclinación vertical rígida señalará una receptividad retardada, la falta de empatía y la imposibilidad de poder comprender las emociones de los demás y de reaccionar afectivamente. La inclinación invertida moderada indicará la retracción afectiva, la inversión entre sesenta y cuarenta y cinco grados evidenciará la desconfianza y la resistencia al intercambio afectivo, y las inclinaciones que superen los cuarenta y cinco grados denotarán la insensibilidad absoluta.

En estos casos, la dirección de líneas será otro elemento orientador respecto a la estabilidad psíquica  y emocional. Una dirección horizontal rígida confirmará  la apatía y la indiferencia afectiva.  Mientras que los cambios del coligamento que puede ser discordante reflejará los cambios de conducta irrazonados y el conflicto que  evidencia en la esfera afectiva.

 

 

Un aporte más a la ciencia

 

Estos y otros más, serán  los signos gráficos orientadores que, relacionados entre sí, nos permitan evaluar algunas de las características que identifican los comienzos  de una esquizofrenia.

De la misma manera, nos será posible detectar las características de las diferentes etapas, las alteraciones del curso del pensamiento, de la  afectividad y de las emociones, de la volición y del vivenciar del Yo, las alteraciones de la sensopercepción y la motricidad,  como asimismo  orientarnos respecto al subtipo clínico al que pertenecen.

Vemos entonces que los grafopatólogos, con nuestros  conocimientos, y como auxiliares del médico psiquiatra, podemos aportar a la exploración psicopatológica una idónea herramienta que  permita acelerar los tiempos diagnósticos,  en beneficio de una mejor calidad de vida del paciente.

O al menos esta es nuestra esperanza, ya que al igual que Lubbock pensamos que “El hombre necesita ciencia, no sólo para asegurar su vida, sino para vivir”.-

 

Muchas Gracias.

 

 

 

 

 

 

LOS APORTES DEL DR. JULIÁN DE  AJURIAGUERRA A LA GRAFOLOGÍA INFANTIL

 


Prof. Eduardo Levigne

 

 

 

Dice Ajuriagerra:  “La escritura es una forma de expresión del lenguaje que implica una comunicación simbólica con ayuda de signos escogidos por el hombre, signos que varían según las civilizaciones”.

 

La escritura, actividad convencional y codificada, es el fruto de una adquisición. Necesita de un largo aprendizaje. Con el ingreso a la Escuela General Básica, se evidencian no solamente la capacidad de adaptación sino también la madurez de las diversas funciones psicológicas. Cuando caracterizamos madurez nos referimos al momento evolutivo en el cual el niño puede aprender el contenido específico con cierta facilidad, a pesar de la tensión emocional que conlleva. Por lo tanto supone un factor que no depende de la ejercitación sino que es el emergente resultante de la confluencia de desarrollos previos.

La madurez para el aprendizaje de la escritura no implica necesariamente una edad cronológica determinada, aunque en general se consideran a los 6 años como momento conveniente para el inicio sistemático.

Cuando nos referimos al aprendizaje sistemático estamos frente a una de las 4 categorías que conforman el aprendizaje. Desde el nacimiento hasta la muerte, las personas no dejan de conducirse; sin embargo, no toda conducta es aprendizaje aunque todo aprendizaje sí es conducta. En otras palabras, el aprendizaje es un fenómeno que opera en el nivel de integración psicológico pero presenta diferencias con la conducta dado que ésta no necesita cumplir con el requisito de estabilización que es propio del aprendizaje.

Desde el nacimiento en adelante se inicia un proceso de aparición y estabilización de conductas cuyos sucesivos niveles de organización permiten definir categorías. Uno de ellos y donde se engarza el aprendizaje de la escritura el aprendizaje sistemático. El aprendizaje sistemático es el que se opera por la interacción con las instituciones educativas, mediatizadoras de la sociedad como órgano especializado para transmitir conocimientos, actitudes y destrezas que la sociedad estima necesarias para su supervivencia capaces de mantener una relación equilibrada entre identidad y cambio. Estas instituciones van a permitirle al sujeto de los aprendizajes instrumentales que van a permitirle el acceso a niveles más elaborados. Y es precisamente en este nivel en el que se configuran los síntomas del aprendizaje sistemático que comentaré más adelante.

La escritura como aprendizaje- señala Ajuriaguerra - entra en el dominio de la pedagogía, pero los psicólogos y fisiólogos deben interesarse por el mecanismo de esta función expresiva y por su modo de organización.

Ajuriagerra continuando la obra inconclusa de Hélène de Gobineau, ha sentado su investigación, abordando el origen de la escritura, sus dificultades y métodos de reeducación.

 

Quiero que juntos analicemos los factores del desarrollo de la escritura.

 

La escritura es el producto de una actividad psicomotriz muy compleja que requiere:

 

  1. Organización perceptivo- motora y mnémica:

-         Madurez motora en general, coordinación visomotora, coordinación audiomotora.

-         Memoria visual y auditiva. Capacidad para retener figuras y frases.

 

  1. Aparato fonador.

 

-         Capacidad para articular y pronunciar palabras.

 

  1. Organización simbólica:

 

-         Capacidad conceptual-

-         Capacidad para establecer relaciones entre el lenguaje hablado y escrito

-         Uso de reglas lingüísticas.

 

Con el ejercicio y el desarrollo motor los niños comienzan la escolarización primaria con algunos conocimientos y pre-nociones que facilitan el aprendizaje:

 

  • Orientación de la escritura de izquierda a derecha, propia de nuestra lengua.
  • Uso del renglón
  • Cierto dominio del espacio gráfico
  • Diferencia entre letras y números
  • Utilización o reconocimiento de algunas letras.
  • Presión adecuada del lápiz de acuerdo a su desarrollo
  • Garabateo y práctica del dibujo
  • Observación de la lectura y la escritura en el medio social y familiar.

 

Así como el niño desde los 12 meses a los 36 meses accede al lenguaje hablado, desde los 5 o 6 años se vincula con la palabra escrita.

Luego de una rigurosa investigación, Ajuriagerra explica que esta génesis pasa durante enseñanza primaria por 3 grandes fases:

 

  1. Precaligráfica.
  2. Caligráfica.
  3. Poscaligráfica.

 

La fase precaligráfica comprende entre los 5/6 años a 8/9 años

El niño se esfuerza por conseguir el canon caligráfico.

Sus trazos rectos continúan rotos, arqueados, temblorosos, recatados, sus curvas abolladas, angulosas y mal cerradas..

Presenta desigualdades en la inclinación, el tamaño es fluctuante.

Los márgenes no son respetados, pudiendo estar ausentes golpeando los bordes, desordenados, excesivos o irregulares.

En el plano simbólico, a medida que el niño lee, se representa los sonidos a través de los signos que los fijan y ejecuta relaciones exactas gráfico-fonéticas.

 

La fase caligráfica comprende entre los 9/10 años a 12 años.

El apoyo es más seguro sobre el instrumento, el movimiento de traslación más suelto, las uniones más hábiles permitiendo al niño una escritura aplicada, redondeada, equilibrada, cual es la caligrafía infantil y que será la suya durante dos o tres años.

Por consecuencia la escritura se hace más proporcionada.

Recordemos que a los 6 años los músculos finos de los brazos y las manos aun no han completado su proceso de maduración, de modo que le resultan más dificultosas las actividades escriturales que demandan precisión motora.

En este período de madurez infantil el ritmo de la maduración es más gradual, dado que se consolida lo ya alcanzado. Es decir, que en esta etapa el crecimiento es más lento en comparación con la primera infancia, la preadolescencia y la adolescencia.

La escritura caligráfica infantil manifiesta cierto dominio grafico, está adaptada a un determinado nivel de exigencia y da prueba de cierto nivel de evolución, pero a partir de los 12 años las exigencias cambian produciéndose una crisis de la escritura observada entre los 12 y los 16 años.

 

La fase poscaligráfica continúa a la caligráfica. Afirma Alfred Tajan: “Es un tiempo fuerte. El movimiento cursivo, al acelerar el caudal, al regularizar la progresión, al mejorar las uniones, da mas intensidad interna al grafismo en su desarrollo espacio-temporal”.

Es el tiempo para poder desarrollar una escritura más original y evolucionada. Llegar a esta fase implica el haber pasado por la anterior.

La escritura expresa aspectos caractericiales del individuo por la personalización de las formas. El sujeto busca el modo de unir mejor llevándolo a modificar sus formas primeras.

Es entonces importante señalar que luego de su evolución en las diferentes fases la escritura expresa ciertos aspectos del individuo.

 

Este importante aporte de Ajuriaguerra esta inserto dentro del trabajo de investigación  comenzado, como ya hice referencia, por Helene de Gobineau con la colaboración del psicólogo Roger Perron.

Ajuriaguerra retoma la obra inconclusa realizada por Gobineau y comienza a dirigir una investigación en el Hospital Henri Rousselle A elaborar una escala, llamada E que permite calcular la edad grafomotora y poderla comparar con la norma correspondiente a su edad real, indicada en la escala.

No quiero omitir al respecto a Jacqueline Peugeot donde en su libro “El conocimiento del niño por la escritura” realiza una muy clara exposición al tema.

Considero que el aporte que hace Ajuriaguerra con la elaboración de la escala es de gran valor agregado para la ciencia grafológica. Es de vital importancia para cualquier profesional grafólogo quiera profundizar en la escritura infantojuvenil.

El equipo del Hospital Henri Rousselle, redujo a 30 los componentes iniciales, eliminando de la misma los componentes no genéticos.

Quiero aclarar que cuando el autor hace referencia al término genético, lo hace desde la perspectiva de Piaget y Wallon. Ambos plantean un enfoque genético en cuanto a la adquisición de funciones enfatizando la participación activa del hombre en todo aprendizaje y el carácter cualitativo de los cambios en el desarrollo es decir que la escritura se desarrolla o sea que sufre desde su “génesis” una serie de transformaciones que manifiestan su crecimiento y marcan sus fases.

 

La escala está hecha sobre la base de dos variables: Forma (F) 14 ítem y Motricidad de 16 ítem. Los baremos están diferenciados por sexo, por la razón de que las niñas están adelantadas desde el punto de vista grafomotor.

Los baremos se han construido por edades y por sexo. La estandarización permite comparar la producción escrita de un niño de determinada edad, con respecto a la población comprendida en los baremos. Esta escala es confiable ya que los puntajes que arroja son consistentes, casi  hasta hoy en día, ya que a pesar de las variaciones posibles los niños de hoy se siguen correspondiendo con las fases descriptas anteriormente.

La validez es alta porque esta escala mide lo que se propone: determinar la edad grafomotora. Sería interesante actualizar los baremos al día de hoy y a nuestra cultura.

Esto es, hacer émicos, los conceptos éticos, en otras palabras, regionalizar los baremos.

Es tarea de la Ciencia Grafológica revisar la producción de Ajuriaguerra constituyendo equipos de trabajo que investiguen en forma objetiva la población de las diferentes regiones.

Es un desafío para continuar la obra comenzada por Gobineau, seguida por Ajuriaguerra para sentar las bases de una grafología infantojuvenil científica

 

Recordemos que la ciencia no es un método o un conjunto de verdades reveladas, hechas de unas vez para siempre. La ciencia se construye. Esto quiere decir que tanto el conocimiento como los medios instrumentales para obtenerlo son cambiantes y constituyen en su totalidad un proceso muy complejo, que dista de ser lineal y unidireccional.

 

En tercer lugar la obra de Julián de Ajuriaguerra aborda el estudio de las disgrafías, es decir, de los trastornos de la escritura que se dan en los niños intelectualmente normales que no presentan ninguna lesión neurológica pronunciada. Según esta teoría no se trata un retraso en el desarrollo de la escritura, sino de dificultades específicas. Se comprobó que la escala E se mostraba insuficiente para el diagnóstico de las disgrafías que las anomalías de la presión y las discordancias no se advertían. Por tal motivo Ajuriaguerra  intentó una escala de disgrafía compuesta por 25 ítem (D) permitiendo clasificar una escritura ya que la disgrafía puede presentar diferentes grados.

Marguerita Auzias propone que  el examen de la escritura tiene como objetivo diagnosticar y analizar:

 

  1. la rapidez de la escritura.
  2. el nivel de la escritura.
  3. el grado de disgrafía.
  4. la motricidad grafica (posiciones, movimientos gráficos, soltura, etc.), su grado de evolución o de sus perturbaciones.

 

Este examen, continua la autora, se hace partiendo de pruebas normalizadas preparadas por Gobineau, Perron y el Equipo del Hospital Rouselle.

Sin embargo, son necesarios otros exámenes para ampliar el campo de las investigaciones.

 

  • Anamnesis. Tomando todos los aspectos de la historia vital del consultante.
  • Pruebas de lectoescritura
  • Praxis.
  • Inteligencia y procesos operatorios
  • Estructura de la personalidad.

 

La tarea de Ajuriaguerra  se puede observar hoy, desde varias perspectivas diferentes .Una de ellas lo configura el cuerpo teórico de la neuropsicología, que aborda las disgrafías, junto a otros criterios como la dislexia, en trastornos asociados como el ADD. Otra perspectiva  nos la dan los manuales estadísticos de salud mental, el DSM-IV y el CIE-10.  Estos son una agrupación sindromática de diferentes  patologías, sobre la base de criterios profesionales

 Tomaré como ejemplo de la problemática estudiada  por Ajuriaguerra, el  abordaje  que hace  el DSM-IV, describiéndolo como Trastornos en la escritura o disgrafía del desarrollo.

“Las habilidades en la escritura, medidas mediante una prueba estandarizada, están sustancialmente por debajo de lo esperado de acuerdo con su edad cronológica, su inteligencia y la educación propia de la edad.”

Para cerrar esta ponencia, quisiera hacer una síntesis desde la idea  central que atraviesa a la ciencia grafológica, la letra es el reflejo de la conducta humana, desde esta noción  la tarea de Ajuriaguerra  en su afán por establecer normativas que permitan medir los desfasajes  en la escritura  constituye un aporte valioso  en la historia de la grafología,  fue un comienzo de abordar  lo que hoy desde las neurociencias, conocemos como ADD, trastornos específicos de aprendizaje, trastornos de la escritura.

 El objetivo que nos convoca en este congreso es la interdisciplina,, para que cada una de las disciplinas contribuya  desde su recorte específico en el abordaje  integral del ser humano que tienda a mejorar su calidad de vida, siendo la meta  de las ciencias y su praxis.

 

 

 

     

    Actualizado el 25/11/2009          Eres el visitante número                ¡En serio! Eres el número         

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