El móvil perpetuo (en latín, perpetuum mobile) es una máquina
hipotética que sería capaz de continuar funcionando eternamente, después
un impulso inicial, sin necesidad de energía externa adicional. Su
existencia violaría teóricamente la primera ley de la termodinámica, por
lo que se considera un objeto imposible.
Dado que los principios de la termodinámica son algunos de los más
comprobados y estables a lo largo de siglos de la física, las propuestas
de movimiento perpetuo serias son siempre desdeñadas. Con frecuencia, este
tipo de máquinas son utilizadas por los físicos como una forma de poner a
prueba sus conocimientos, demostrando, sin utilizar la termodinámica, que
no puede funcionar. Además, es frecuente la aparición de "paradojas", al
imaginarse experimentos mentales que parecen mostrar móviles perpetuos;
invariablemente se trata de errores de comprensión de las leyes de la
física, por lo que resultan muy instructivas.
Clasificación
Se dividen en dos categorías, según la ley de la termodinámica que violen:
Móvil perpetuo de primera especie
Los móviles perpetuos de primera especie violan la primera ley de la
termodinámica, que es la que afirma la conservación de la energía. Así,
producen más energía de la que consumen, pudiendo funcionar eternamente
una vez encendidos. Muchos de estos diseños utilizan imanes como fuente de
energía libre, y asumen que no hay rozamiento. Así, aunque estos inventos
no puedan funcionar eternamente, son a veces capaces de funcionar por sí
mismos por largos períodos, siempre que no se les obligue a realizar
ningún trabajo sobre su entorno.
Móvil perpetuo de segunda especie
El móvil perpetuo de segunda especie es aquel que desarrolla un trabajo de
forma cíclica (indefinida) intercambiando calor sólo con una fuente
térmica. También es llamado móvil de Planck, y es imposible de construir
bajo la Segunda ley de la termodinámica.
Experimentos
mentales
Un experimento mental es un recurso de la imaginación empleado
para investigar la naturaleza de las cosas. En su sentido más amplio es el
empleo de un
escenario
hipotético que nos ayude a comprender cierto razonamiento o algún aspecto
de la realidad. Existe una gran diversidad de experimentos mentales, sin
embargo todos emplean una
metodología
racional
independiente de consideraciones
empíricas, en el sentido de que no se procede por
observación
o experimentación física (otra forma de realizar la misma distinción sería
entre lo
a priori
y lo a
posteriori).
Famosos ejemplos de experimentos mentales son el
demonio de
Maxwell y el
gato de
Schrödinger.
Gran parte de la
ética, la
filosofía del
lenguaje y la
filosofía de la
mente están fundamentados firmemente en los resultados de experimentos
mentales: el
violinista de
Thompson,
la
habitación china
de Searle, la
tierra gemela
de Putnam, las
personas que se
dividen como una ameba de Parfit.
Puede mencionarse su importancia para campos tan variados como la
filosofía,
el
derecho,
la
física
y la
matemática.
En filosofía se han empleado por lo menos desde la
Antigüedad
clásica,
algunos anteriores a
Sócrates,
y eran igualmente bien conocidos en el
derecho romano. El siglo XVII fue testigo de algunas de sus puestas en práctica
más brillantes en
Galileo,
Descartes,
Newton y
Leibniz. Y en nuestros tiempos, la creación de la
mecánica
cuántica
y la
relatividad
son casi impensables sin el papel crucial jugado por los experimentos
mentales.
Witt-Hansen estableció que
Hans Christian
Ørsted fue el primero en utilizar el término latino-germano
Gedankenexperiment (lit. experimentos conducidos en los pensamientos)
circa 1812, y fue también el primero en emplear el equivalente alemán
Gedankenversuch en 1820. Tiempo después
Ernst Mach
empleó el término Gedankenexperiment de forma diferente para
denotar exclusivamente la conducción imaginaria de un experimento
real que de forma subsecuente sería un experimento físico real
llevado a cabo por sus estudiantes, y de allí el contraste entre la
experimentación física y mental. El término inglés experimento mental
fue empleado por primera vez en la traducción de 1897 de un ensayo de
Mach, y anteriormente las personas no tenían forma de categorizarlo o
denominarlo.
En física teórica, es frecuente la utilización de experimentos mentales
para comprobar los límites del conocimiento de las leyes físicas. Algunos
de estos experimentos llevarían a un móvil perpetuo, y son:
-
El
demonio de Maxwell: se trata de violar
la segunda ley, al separar dos gases mezclados, introduciendo un
hipotético demonio que fuera moviendo las moléculas de los gases hacia
el lugar apropiado. Sirve para entender mejor la relación entre entropía
e información.
-
El
trinquete de Brown de Richard Feynman:
un "móvil perpetuo" que extrae trabajo a partir de fluctuaciones
térmicas, aparentando funcionar eternamente, aunque realmente sólo lo
haga mientras el entorno esté más caliente que el trinquete.
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