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La L es la duodécima letra del alfabeto español, duodécima del orden latino internacional y es la décima consonante. Su nombre es femenino: la ele, (pl. eles). En español el sonido de la l se describe fonéticamente como una consonante alveolar lateral, que se produce al apoyar la punta de la lengua contra los alvéolos o las encías y dejar pasar el aire por los lados de esa barrera. Así se pronuncia en términos generales la l de ‘lado’, ‘mal’ y ‘doble’. En español existe un dígrafo constituido por dos eles seguidas, ll, que representan el sonido de otra consonante, la elle. Este sonido se produce al apoyar la parte central de la lengua curvada en el centro del paladar, mientras se deja pasar el aire por los lados que configura esa barrera, en una ligera implosión. Ese sonido es el de las palabras ‘calle’, ‘lluvia’ y ‘cuello’. Existen diferencias importantes en la pronunciación de esta consonante, dependiendo de las diversas zonas dialectales. También existe un uso bastante extendido de pronunciar igual la elle y la y griega. A este fenómeno se le llama yeísmo. En catalán existe la posibilidad de escribir l.l, para representar el sonido de dos eles, que a pesar de estar juntas cada una pertenece a una sílaba distinta, como en la palabra il.luminació; a este diágrafo se le llama ele geminada.
HistoriaCorresponde a la letra L del alfabeto latino o romano, y gráficamente a la letra lambda griega arcaica, que proviene de la letra lamed fenicia. Su origen es un signo de la escritura jeroglífica egipcia representado por una leona: labo, transformándose cuando pasó a la escritura hierática y demótica. Representaciones alternativas
Significados
LLEl dígrafo Ll, en castellano, asturiano, aymara, catalán, gallego, leonés, quechua y euskera, representa tradicionalmente un fonema lateral palatal (AFI (IPA) /ʎ/); su nombre es femenino: la elle, (pl. elles). En el abecedario castellano era considerada la decimocuarta letra hasta 1994. A partir del Diccionario de la lengua española, 4ª edición (1803) de la Real Academia Española, este dígrafo se alfabetizó en castellano entre la L y la M como si de una letra sola se tratase; práctica abolida (al igual que con la CH), en el X Congreso de Academias de la Lengua Española (celebrado en Madrid en abril de 1994), volviéndose de este modo al uso originario de las tres primeras ediciones (no siendo pues una medida revolucionaria, como algunos la calificaron, sino, si acaso, reaccionaria). PronunciaciónEn la actualidad, en buena parte de España y de América Latina, el fonema lateral palatal representado originalmente por este dígrafo se ha perdido y ha convergido con el fonema palatal lateral representado por la consonante Y. Éste cambio fonológico se denominada yeísmo, y ha avanzado notablemente en España en las últimas décadas entre las generaciones más jóvenes debido a la influencia de la radio y la televisión (emitidas principalmente desde Madrid, que es un área históricamente yeísta). Algunos autores han establecido el origen del yeísmo en Andalucía, así como muchos otros fenómenos fonéticos supuestamente heredados por el castellano americano (aspiración de la /s/ implosiva, /n/ final velarizada, etc). Dicho esto, difícilmente puede afirmarse que el yeísmo sea, bien en origen o en la actualidad, un andalucismo fonético. En ambos lados del Atlántico el yeísmo continúa propagándose en la actualidad sin que podamos establecer una relación directa de la innovación en España y América. Muy seguramente el yeísmo ha surgido de forma espontánea en muchas zonas del castellano debido al escaso rol fonológico del fonema /ʎ/. En España la pronunciación tradicional como lateral palatal ha quedado así relegada hoy casi por completo a las generaciones más mayores y a áreas rurales principalmente de Castilla, Navarra, Aragón y Murcia. Pese a la creencia de que toda Andalucía es yeísta aún quedan restos de distinción en las cercanías de Sevilla, norte de Huelva y zonas de la Serranía de Ronda (provincia de Málaga). En América los países que mejor conservan la distinción de /ʎ/ y /y/ son Paraguay y Bolivia. Antaño la distinción estaba muy viva en las tierras altas de Perú, Ecuador, Colombia y zonas del norte de Argentina, hoy en día tan sólo observamos restos de /ʎ/ en estas regiones. En estas zonas de la América latina podemos constatar que la mejor conservación de la palatal lateral se ha debido a la influencia de otras lenguas que articulan el fonema /ʎ/ como en el caso del quechua y el aymara. En España también es notorio el influjo del catalán y el euskera en la mejor conservación de la palatal lateral. Por ejemplo, en catalán, como se acaba de apuntar, la pronunciación como lateral palatal se mantiene con vigor, pues en el Català Central el yeísmo está socialmente estigmatizado. El catalán distingue además a la LL de la ele larga o geminada (IPA /lː/), que se representa como ĿL (con un punto entre ambas eles), p.ej. col·legi, paral·lel. Así como el contacto con algunas lenguas favorece la conservación de la palatal lateral (catalán, aymara, quechua), también encontramos el caso contrario: el castellano exporta el yeísmo a otras lenguas en zonas bilingües. El caso más llamativo es el del gallego, lengua que está generalizando la confusión de LL e Y pese a que el portugués, dialecto más extendido de la lengua gallego-portuguesa, no conoce el yeísmo en ninguno de sus dialectos peninsulares. En italiano, LL representa una ele larga o geminada (ĿL catalana), p.ej. alla, della. Mientras que GLI representa un sonido de lateral palatal (LL catalana), que entre vocales se alarga a elle geminada (TLL catalana), p.ej. gli, taglio (en catalán se escribirían: "lli", "tatllo"). En albanés, el dígrafo LL representa a una lateral coronal velarizada (IPA /ɫ/), que suena como la característica L catalana o como la ele dura del ruso. Mientras que L en albanés representa a una lateral coronal palatalizada (IPA /lʲ/), como la ele suave del ruso y similar a la lateral palatal catalana. Así pues, los sonidos que representan L y LL en albanés y en catalán están intercambiados: L catalana = LL albanesa = L dura rusa; LL catalana ≈ L albanesa = L suave rusa. En galés, LL representa a una lateral fricativa (IPA /ɬ/), sonido a mitad de camino entre una sh, una h aspirada y una ele (representado en zulú como HL y en navajo mediante la misma letra que en IPA). Reglas de uso
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Actualizado el 25/11/2009 Eres el visitante número ¡En serio! Eres el número |