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Loc. lat.: literalmente, de
entre los libros de, es decir, libro procedente de entre los libros de...
(Inglés: Bookplate; Alemán: Bücherzeichen)
Un ex libris es una marca
de propiedad que normalmente consiste en una estampa, etiqueta o sello que suele
colocarse en el reverso de la cubierta o tapa de un libro, y que contiene el
nombre del dueño del ejemplar o de la biblioteca propietaria. El nombre del
poseedor va precedido usualmente de la expresión latina ex libris (o
también frecuentemente ex bibliotheca, o e-libris), aunque podemos
encontrar variantes (p. ej. "Soy de..." o similares).

Características
Además de la leyenda que acredita
la pertenencia del libro a una biblioteca personal o institucional, por lo
general el ex libris exhibe también alguna imagen. Los ejemplos más antiguos
emplean escudos heráldicos; posteriormente predominan imágenes de contenido
alegórico o simbólico (muchas veces acompañadas de algún lema). La tipología de
las imágenes se ha ido diversificando mucho: abundan por ejemplo las
relacionadas con la profesión, actividad, gremio o afición del dueño, también se
encuentran muchos de contenido erótico (que habitualmente señala la pertenencia
del ejemplar a una colección especializada en esa temática), de tema "macabro"
(con esqueletos o calaveras alusivos al paso del tiempo y a la muerte),
monogramas, etc. Son frecuentes también los motivos relacionados con el mundo
del libro y las bibliotecas.
En cuanto a la elaboración de los
ex libris, las técnicas empleadas han ido evolucionando y son muy variadas:
antes de la invención de la imprenta los ex libris consistían sólo en una
anotación manuscrita; desde el siglo XV se han venido usando las diversas
técnicas de grabado o estampación relacionadas con las artes del libro
(xilografía, calcografía... y después también litografía, serigrafía,
fotograbado, etc.); a estos procedimientos tradicionales se añaden hoy el diseño
e impresión por ordenador o la reproducción fotográfica. También se emplean
sellos de caucho o en seco (producen una estampación en relieve).
Una variante es la conocida como
superlibros: en esta ocasión la marca escrita de propiedad y la imagen
(usualmente heráldica) figuran en la encuadernación del ejemplar (estampados por
gofrado sobre la encuadernación en piel, bordados sobre una encuadernación en
tela...).

Historia
Suele citarse como primer
antecedente una placa de barro cocido esmaltada en color azul con inscripciones
jeroglíficas, conservada en el Museo Británico de Londres, que perteneció al
faraón egipcio Amenhotep III (s. XV a. C.) y que habría sido utilizada como
marchamo de propiedad en los estuches de los rollos de papiro de su biblioteca.
Durante la Edad Media hay ejemplos
de marcas de propiedad en códices, que consistían en anotaciones manuscritas.
Es a partir de la introducción de
la imprenta y el uso de las técnicas de grabado cuando podemos hablar ya de ex
libris en el sentido que le damos actualmente al término. Como se ha señalado,
predominan en una primera etapa (del siglo XV al XVIII) los de tipo heráldico; a
partir del siglo XVIII comienzan a prevalecer las alegorías, símbolos o
emblemas.
A finales del siglo XIX e inicios
del XX, los ex libris conocen un gran florecimiento propiciado por el
Modernismo. Es asimismo en esta época finisecular, la del auge de la bibliofilia
cuando crece el interés por esta afición (exlibrismo), aparecen los primeros
coleccionistas, empiezan a surgir asociaciones y comienzan a celebrarse
congresos y concursos. Surgen también en esta etapa los primeros estudios sobre
el tema y las primeras publicaciones especializadas. En España, el primer
tratadista sobre ex libris fue el Doctor Thebussem (seudónimo del erudito
Mariano Pardo de Figueroa).


Ex libris y Ex
webis
De José
Manzano en su página
http://www.exlibrisexwebis.es/Castexwebis.htm
Los ex libris
Un ex libris consiste en una etiqueta o sello de contenido
artístico que se ha reproducido con cualquiera de las técnicas de grabado
existentes y que algunas personas o instituciones acostumbran a colocar en una
de las primeras páginas de sus libros como marca de propiedad.
Su origen es latino y proviene de una indicación que se insertaba
al final de los códices medievales para dejar constancia de quién era el dueño
de la copia.
Para ser considerado como ex libris esta pequeña obra artística
ha de contener las siglas en latín ex libris, o indicación similar, seguidas del
nombre del propietario de los libros en los que se va a insertar. Acostumbra a
constar también la firma del artista y la fecha de su realización. El contenido
artístico del mismo es habitual que identifique alguna de las cualidades o
aficiones de su titular.

También se realizan tiradas que no acaban colocadas en los
libros, sino que se destinan exclusivamente a ser intercambiadas entre
coleccionistas.
En los países anglosajones al ex libris se le denomina "bookplate".
Desde el Renacimiento hasta nuestros días muchos pintores,
dibujantes y artistas gráficos han contribuido a engrosar el número de ex libris
haciendo las delicias de los coleccionistas. Se estima que se han creado más de
500.000 originales y se conocen coleccionistas que atesoran miles de ellos.
Hasta el siglo pasado dominaban en los mismos los temas heráldicos. Fue durante
el primer tercio del siglo XX cuando se desplegó la mayor creatividad en este
campo abarcando todo tipo de temas y diseños, criterio que se ha mantenido hasta
la actualidad.
Hoy en día los ex libris se confeccionan de muy diversas maneras
que van desde las más artesanales técnicas de grabado hasta su elaboración
mediante programas informáticos de diseño gráfico y se convocan concursos
internacionales que los premian y divulgan.

A pesar de ser profano en el mundo exlibrista, me he visto
tentado a elaborar esta introducción sobre el tema en Internet ya que no he
encontrado información en la red sobre el mismo ni en castellano ni en catalán,
mis idiomas, a pesar de que existen Asociaciones de exlibristas que realizan
labores divulgativas, como la radicada en mi ciudad, Barcelona, la cual edita
una excelente revista casi artesanal cuya última portada se reproduce en la
página de enlaces en la que encontraréis conexiones con otras webs e información
complementaria sobre el mundo de los ex libris.
Hacia un nuevo
concepto
Fue mi buen amigo Jaume Carbonell quien me introdujo en el mundo
de los ex libris. De eso hace ya bastante tiempo. Jaume es un reconocido pintor
que también dibuja y domina las diversas técnicas de grabado, entre otras
actividades artísticas.
Hace unos días me ofrecí a Jaume para elaborarle un sitio web con
una muestra retrospectiva de su obra. Iba a ser mi estreno en este tipo de
labor. (Estrenada en julio del 2.000:
Enlace)
Jaume lleva elaborados muchos ex libris y, por tanto, una muestra
de estas pequeñas obras va a constituir una de las partes de su sitio web, el
cual va a tener una breve reseña explicando en qué consisten los mismos.
A pesar de que a mi no me atraía el hecho de publicar una web
propia, al pensar en la reseña sobre los ex libris y teniendo en cuenta que
siempre había sentido cierto interés por los mismos, se me ocurrió la
alternativa de confeccionar este sitio por separado y en su gestación brotó la
idea de que lo que para un libro es un ex libris para un sitio web podría ser un
ex webis.

Del ex libris al
ex webis
El ex libris se coloca en los libros para indicar de una manera
artística el nombre de su propietario.
Cuando estaba pensando sobre el diseño de este sitio web, se me
ocurrió que en éstos se podría incorporar un toque de arte singular para
identificar a su titular.
Así nació la idea de que lo que un ex libris es para un libro, un
ex webis podría serlo para un sitio web. ¿Porqué no?.
Sería la manera de incorporar una pincelada de arte personalizada
en algunos sitios web, de añadirles un sello de identidad de la mano de un
artista. Podría contemplarse como una evolución hacia el mundo del ciberespacio
de un elemento enraizado en la cultura latina como es el ex libris.
Reconozco que muchos sitios web ya son por sí mismos verdaderas
obras artísticas pero el ex webis sería como una marca de distinción y, al
igual que hay quien colecciona ex libris, también podría haber quien
coleccionara ex webis, con la ventaja de que éstos estarían al alcance de todo
el que navega por la red.
El ex webis podría ser elaborado en papel, como el ex libris, y
luego, digitalizado e incorporado en la web o webs de su propietario o,
asimismo, podría crearse directamente de forma digital utilizando algún programa
informático de diseño. En este caso, sería posible elaborar incluso ex webis
animados.
Este elemento debería estar compuesto, al igual que el ex libris,
de una imagen con un contenido artístico incluyendo las siglas ex webis
acompañadas del nombre del titular de la página web y, opcionalmente, de la
fecha de su confección y de la firma del autor. Su significado sería “web de
nombredeltitular”.

Si bien la gracia del ex libris o del ex webis es que los cree un
artista del grabado, del dibujo, de la pintura o del diseño gráfico, nada nos
priva de que cualquiera de nosotros activemos nuestra vena de artista y nos
lancemos a crear nuestro propio ex webis o el de un amigo o familiar, o que
motivemos a aquel conocido que sabemos que tiene dotes artísticas para que nos
confeccione uno, aunque no se dedique profesionalmente a ello.
Por mi parte solicité a mi buen amigo y artista, Jaume Carbonell,
para que realzara este sitio web con el ex webis que habéis podido contemplar.
Así pues, desde Barcelona, ciudad del Mediterráneo, aprovechando
este fantástico nuevo mundo virtual que es Internet, os animo a que incorporéis
un ex webis en vuestras páginas.
Y para aquellos que hayan descubierto los ex libris mediante esta
web, les animo, asimismo, a que no se pierdan la gozada de obtener un original,
realizar un número determinado de reproducciones y pegarlas en cada uno de sus
libros.
Podéis, si os apetece, expresar vuestra opinión o comentarios
críticos o favorables en el “libro de visitas” o hacérmela llegar directamente
a través del e-mail que consta a pie de página.
No soy tan iluso como para pensar que va a haber una avalancha
creadora de ex webis, ya que, el ex libris, su inspirador, no deja de ser de
uso minoritario, no obstante, hay muchas personas o instituciones que los
utilizan y otras que los coleccionan. De hecho, existen asociaciones de
exlibristas en casi todos los países de Europa, así como en Estados Unidos,
Canadá, Japón y China, por tanto, no sería de extrañar que a algunas personas
les pueda agradar la idea de colocar un ex webis en su web. Así lo espero.
Lo anterior lo publicaba en mayo del 2.000. Ahora, a finales de
ese año ya hay varios artistas que han creado ex webis y algunos también los
han colocado en sus webs. Los podéis contemplar en la nueva página que abro con
el nombre de "Afloran los ex webis", en la que también se recogen algunos de los
apoyos recibidos a la idea del ex webis.


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