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EL PENDULO DE FOUCAULT Umberto Eco
Editorial Lumen Barcelona, 1989 ISBN: 8426411886 Traducción de Ricardo Pochtar, revisada por Helena Lozano
La novela completa en pdf: http://padron.entretemas.com/Documentos/PenduloDeFoucault.pdf
Sinopsis:
La obra
El péndulo de Foucault (Il pendolo di Foucault, 1988) es considerado un libro iniciático o quizás anti-iniciático y anti-esotérico, debido a los matices satíricos de la trama. Umberto Eco sigue su heterodoxia de dividir el libro no en Libros, Partes y Capítulos sino en secciones cuyo nombre o contenido esté relacionado con lo narrado en ellas. Así como en El nombre de la rosa se dividía el relato en días y los días en las horas monásticas, el relato de este libro se divide en ciento veinte -número que surge reiteradamente en la novela- capítulos agrupados en diez sefirot de la Toräh hebrea. Cada capítulo tiene por título el comienzo de un texto extraído de obras de nigromancia y ocultismo. La novela es un relato en primera persona de uno de los tres protagonistas, Casaubon. Al comienzo de la narración, se halla en el Conservatoire National des Arts et Métiers, donde está un Péndulo de Foucault, esperando un acontecimiento que ha de producirse en la noche inminente, del solsticio de Verano. Mientras espera, cuenta la mayor parte de la narración en forma retrospectiva, siempre recordando el pasado no muy lejano. Comienza contando su juventud universitaria en Milán, sus estudios de Filología e Historia y la tesis doctoral que realiza sobre el proceso de quema de los Templarios, época durante la cual repudia y se asquea ante las teorías de la conspiración al respecto. Narra su encuentro con los otros protagonistas de la novela, Jacopo Belbo y Diotallevi, trabajadores en la editorial universitaria Garamond. Ellos aprovechan sus conocimientos en una entrevista con un autor, Ardenti, "espontáneo" de una teoría conspiratoria sobre los templarios; pero el autor desaparece en la noche siguiente a la entrevista. Más adelante, cuenta los años de vida junto con Amparo en Brasil, donde la gran confusión ideológica socava sus convicciones. Allí conoce al cuarto protagonista de la novela, Agliè, anciano estudioso del esoterismo y el hermetismo que les lleva a conocer los cultos de origen primitivo de Brasil. Al regresar a Milán empieza a trabajar para Garamond y conoce a Lia, mujer con quien tendrá un hijo. Aprovechando la época de gran auge de estos temas, Garamond les implica en un vasto proyecto editorial sobre ocultismo y esoterismo. Durante las selecciones y críticas editoriales a estas obras decidirán, para diversión, realizar una gran síntesis de todas las teorías en el llamado "Plan", pero basándose en principio en un documento olvidado por un autor ocultista conocido como el coronel Ardenti. Sin embargo, lo que diseñan como un juego de chavales o un rompecabezas o un pasatiempo se convierte, a partir de un momento, en un dibujo cuyos siniestros personajes cobran vida, llegándose a la disolución entre lo imaginario y lo real tras la que personajes de su fantasía empiezan a aparecer en sus vidas para conducirlos a una cruel perdición cuyo momento máximo será en el Conservatoire. Anti-esoterismoLa novela puede ser considerada una gran crítica a todo el esoterismo. Por un lado, el gran plan es dibujado por tres editores que intentan superar a los escritores de textos ocultistas, a quienes desprecian, como mera forma de evitar su aburrimiento. En un punto aún más satírico, para resolver algunos enigmas del plan llegan a recurrir al uso de un computador personal para que genere secuencias aleatorias de las que extraer información. Además, presenta una crítica a la base del esoterismo. Umberto Eco desnuda en la novela el método de investigación que emplean todos estos escritores, basado en las analogías. De dos objetos cualesquiera, primero se les busca una analogía, se les otorga una explicación y se intenta que esa explicación se apoye en otras analogías ya mencionadas.
Novela totalizadora
El antídoto(Sobre El Péndulo de Foucault, de Umberto Eco) José Antonio Millán
En El péndulo de Foucault se reconoce una voluntad de "novela totalizadora", integradora de todo un universo de elementos. Además explota una veta muy propia de la narrativa de nuestro siglo: la paranoia. Estos dos elementos funcionan unidos, con una intención moral explícita, por cuyo éxito, entre otros factores, podemos juzgarla. En primer lugar, ¿qué es la "novela paranoica"? Podríamos trazar una línea que saliera de El hombre que fue Jueves de Chesterton (1908) y llegara hasta El péndulo de Foucault (1989), pasando por La subasta del lote 49 de Pynchon (1966). En ella encontraremos la figura del héroe individual luchando por descifrar las señales de un organismo opaco. Pero a la pregunta central del paranoico —"¿Quién está loco: yo o el mundo?"—, el policía infiltrado de Chesterton y la heroína de Pynchon responderán a coro: "¡El mundo!". Es el coletazo vengativo del héroe romántico arrojado al terreno demasiado movedizo de la sociedad contemporánea. A diferencia de ellos, los protagonistas de El péndulo… se sitúan, a priori en el campo de la locura, es decir: de la mentira. No es que se dejen engañar por las señales fragmentarias y complejas que reciben del universo, es que van a hilvanarlas en el juego de creación de un sentido que saben que no tiene. Y la vuelta de tuerca es que el mundo acoge, alborozado, su propuesta. Pero la novela, ese género esencialmente plástico, y por tanto resistente, puede ejercer también la función de archivo vivo de saberes, como ha recalcado especialmente la obra del alemán Arno Schmidt. Joyce aspiraba a que un lector pudiera reconstruir Dublín a través de la lectura de su Ulysses. Si hay novelas que son ciudades, paisajes, o incluso repertorios de habla popular para uso de extranjeros (nuestra Lozana Andaluza), ¿por qué no habríamos de encontrar novelas que son enciclopedias? Moby Dick es un compendio de datos fisiológicos, míticos y lingüísticos sobre las ballenas. Los Sertones, de Euclides da Cunha, comienzan por la geología de esa desolada región brasileña para, a través de la botánica, llegar a los hombres, su forma de vida, y sus luchas. Y El péndulo…, por fin, compendia siete siglos de saberes "ocultos". El lector que se sumerge en el libro de Eco encuentra datos sobre sectas y ritos, antiguos y modernos, de un lado y otro del Atlántico, desde la santería brasileña hasta los rosacruces. Leerá bellas oraciones y salmodias, largas enumeraciones de sustancias, invocaciones y personajes; encontrará una completa cronología que le ayudará a situar los hechos. Pero también se le dará la postura opuesta a esa visión: contraejemplos a la numerología de las pirámides, una deliciosa interpretación de los "símbolos corporales" en boca de un personaje femenino, o un análisis "místico" del automóvil, que es una de los pasajes más malintencionados de toda la obra. El péndulo… constituye, así, un auténtico vademécum de las Ciencias Ocultas, que, a diferencia de la lógica alfabética de la enciclopedia, o del rígido hilo conductor del tratado, supone más bien una "excursión guiada" por el territorio de lo Desconocido. El mecanismo que hace seguir al lector no es "saber más" sobre la historia del ocultismo, sino sobre todo —o también— el hecho de que se ha encadenado a la peripecia humana, y con frecuencia profundamente divertida, de los protagonistas. De modo que, tal vez, volvemos a estar en los dominios del "instruir deleitando". La técnica expositiva del diálogo platónico o renacentista, exhumada en las portentosas conversaciones didácticas del siglo pasado, ¿habrá encontrado en la novela contemporánea su último reducto? Y quizás no estemos tan lejos de ese mundo: a pesar de la presencia evasiva del ordenador, estamos ante una novela esencialmente decimonónica. Sus personajes deben más a los héroes didácticos y locuaces de Verne que a los arrebatados metafísicos de Chesterton, y la clave última de la obra (que, contraviniendo prácticas extendidas en nuestra crítica más reciente, no revelaré) tiene más que ver con la ciencia del XIX que con las leyes cuánticas que noveliza Pynchon. En suma: un entorno familiar para el lector, apoyado en un tratamiento narrativo también clásico, ¿al servicio, en último extremo, de qué? En la combinación de esoterismo y barniz "tecno" que tiene la obra de Eco, el lector reconocerá el estilo de muchos subproductos contemporáneos, como la torpe saga del Caballo de Troya. Pero lo que le dará El péndulo… es básicamente una divertida lección de cómo se puede crear una apariencia de orden a partir de la manipulación enfermiza de materiales degradados, y esto supone el mejor antídoto contra constructos como el de J.J.Benítez, al revelar el método que los generó. En esta actitud de Eco podemos reconocer las huellas de un feliz movimiento —explícito o no— de la actualidad, en el que algunas figuras intelectuales (como Martin Gardner en EE.UU., a traves de su Skeptical Inquirer) han reaccionado contra la poderosa ola de irracionalismo presente. Porque El péndulo de Foucault, con su deconstrucción paranoide de la Enciclopedia Oculta, está llevando a cabo, entre otras cosas, un elegante ejercicio de higiene semiótica. Y esta es una disciplina que no por poco practicada es menos necesaria entre nosotros...
Indice
1. KETER 1. Cuando la luz del infinito 2. Tenemos diversos y curiosos relojes 2. HOKMAH 3. In hanc utilitatem elementes angeli 4. El que trata de penetrar en la Rosaleda de los Filósofos 5. Veintidós letras Fundamentales 6. Judá León se dio a permutaciones 3. BINAH 7. No esperéis demasiado del fin del mundo 8. Vengo de la luz y de los dioses 9. En la mano derecha asía una trompeta dorada 10. Y por último lo que infiere cabalísticamente de vinum 11. Su esterilidad era infinita 12. Sub umbra alarum tuarum 13. Li frere, li mestre du Temple 14. También habría confesado que había matado a Nuestro Señor 15. Iría a pedir ayuda para vos al conde de Anjou 16. Cuando le habían detenido, él sólo llevaba nueve meses en la Orden 17. Así desaparecieron los caballeros del Temple 18. Una mole tremendamente horadada por grietas y cavernas 19. La Orden no ha dejado ni un instante de existir 20. El centro invisible e inviolable, el soberano que debe volver a despertar 21. El Grial… es un peso tan desmedido 22. Ya no querían que se les hicieran preguntas 4. HESED 23. La analogía de los contrarios 24. Sauvez la faible Aischa 25. Esos misteriosos Iniciados 26. Todas las tradiciones de la Tierra 27. Contaba que había conocido a Poncio Pilatos 28. Hay un cuerpo que rodea todo el conjunto del mundo 29. Por el hecho de que cambian y esconden su nombre 30. Y ya la famosa fraternidad de los Rosa-Cruces 31. Es probable que la mayoría de los supuestos rosacruces 32. Valentiniani per ambiguitates bilingües 33. Las visiones son blancas, azules, blanco-rojo claras 5. GËBURAH 34. Beydelus, Demeymes, Adulex 35. I´ mi son Lia 36. Entretanto permitirme que dé un consejo 37. A quienquiera que reflexione sobre cuatro cosas 38. Maestro Secreto, Maestro Perfecto 39. Caballero de los Planisferios 40. Los cobardes mueren muchas veces 41. En el punto en que el Abismo 42. Estamos todos de acuerdo 43. Personas con las que uno se cruza por la calle 44. Invoca las fuerzas 45. De esto surge una pregunta sorprendente 46. Te acercarás varias veces a la rana 47. Il senso svegliato et la memoria precosa 48. Una buena aproximación 49. Una caballería templaria e iniciática 50. Yo soy la primera y la última 51. Quando adunque un cervellone cabalista 52. Un colosal tablero de ajedrez que se extiende bajo tierra 53. Al no poder dirigir públicamente los destinos terrestres 54. El príncipe de las tinieblas 55. Llamo teatro 56. Sopló en su espléndida trompeta 57. En cada tercer árbol había colgada una linterna 58. La alquimia es una casta meretriz 59. Y si se engendran tales monstruos 60. ¡Pobre necio! 61. Este Vellocino de Oro 62. Consideramos sociedades druídicas 63. ¿Qué te recuerda este pez? 6. TIF´ERET 64. Soñar con una ciudad desconocida 65. Una estructura de seis metros de lado 66. Si nuestra hipótesis es correcta 67. Da Rosa, nada digamos agora 68. Que tus vestiduras sean cándidas 69. Elles deviennent le Diable 70. Recordamos las veladas alusiones 71. Ni siquiera sabemos con certeza 72. Nos invisibles pretendus 73. Otro caso curioso 74. Aunque la voluntad sea buena 75. Los iniciados están en el límite de ese camino 76. Diletantismo 77. Esta hierba, que los filósofos llaman Expulsadiablos 78. Yo diría que este híbrido monstruoso 79. Abrió su cofrecillo 80. Cuando aparece la blancura 81. Serían capaces de hacer saltar por los aires la superficie del planeta 82. La Tierra es un cuerpo magnético 83. Un mapa no es el territorio 84. El proyecto del Verulamio 85. Phileas Fogg. Un nombre que es una cifra 86. Y a ellos recurrió Eiffel 87. Es una coincidencia notable 88. El Templarismo es Jesuitismo 89. Se formó en medio de las más densas tinieblas 90. Todas las infamias atribuidas a los Templarios 91. ¡Qué bien habéis desenmascarado a esas sectas infernales! 92. Con todo el poder y el terror de Satanás 93. Mientras que nosotros nos mantenemos detrás de los bastidores 94. En avoit-il le moindre soupçon? 95. Es decir, los Judíos Cabalistas 96. Siempre se necesita una tapadera 97. Ego sum qui sum 98. Su gnosis racista, sus ritos 99. El guenonismo más las divisiones blindadas 100. Declaro que la tierra es hueca 101. Qui operatur in Cabala 102. Una muralla de enorme espesor y altura 103. Tu nombre secreto tendrá 36 letras 104. Esos textos no se dirigen al común de los mortales 105. Delirat lengua, labat mens 106. La lista número cinco 7. NESAH 107. ¿No ves ese perro negro? 108. ¿Se trata de varios Poderes? 109. Saint Germain… un hombre muy fino y agudo 110. Equivocaron los movimientos y caminaron hacia atrás 111. C´est une leçón par la suite 8. HOD 112. Para nuestras ceremonias 113. Nuestra causa es un secreto 114. El péndulo ideal 115. Si el ojo pudiera ver a los demonios 116. Je voudrais éter la tour 117. Tiene la locura un inmenso pabellón 9. YËSOD 118. La teoría social de la conspiración 119. Se incendió la corona de la trompeta 10. MALKUT 120. Pero lo malo es que se han convencido de que están en la luz
El autor
Umberto Eco (Alessandria, Piamonte; 5 de enero de 1932). Escritor y filósofo italiano. Se doctoró en Filosofía en la Universidad de Turín, con L. Pareyson. Su tesis versó sobre El problema estético en Santo Tomás (1956), y su interés por la filosofía tomista y la cultura medieval se hace más o menos presente en toda su obra, hasta emerger de manera explícita en su novela El nombre de la rosa (1980). Desde 1971 ejerce su labor docente en la Universidad de Bolonia, donde ostenta la cátedra de Semiótica. Distinguido crítico literario, semiólogo y estudioso del fenómeno de masas y del signo, Umberto Eco empezó a publicar sus obras narrativas en edad madura (aunque en conferencias recientes cuenta de sus experimentos juveniles, los que incluyen la edición artesanal de un cómic en la adolescencia). Hasta el momento ha publicado cinco novelas: El nombre de la rosa (1980) - Novela de misterio ambientada en la edad media. Versión cinematográfica interpretada por Sean Connery, Christian Slater y Ron Perlman. El péndulo de Foucault (1988) - Novela de complot, esoterismo y magia ambientada en la actualidad. La isla del día de antes (1994) - Historia de un noble del siglo XVII que naufraga en la línea de cambio de fecha. Baudolino (2000) - Historia de un joven labriego del Piamonte adoptado por el emperador Federico I Barbaroja y de sus increíbles aventuras. La misteriosa llama de la reina Loana (2004) - Esta novela esta dominada por la niebla. En la niebla se despierta Yambo, después de sufrir un incidente que le hace perder la memoria. Acompañándole en la lenta recuperación, su mujer le convence de volver a la casa de campo donde se conservan los libros que leyó de niño, los cuadernos de escuela y los discos que escuchaba entonces. Tras la publicación de La misteriosa llama de la reina Loana, Umberto Eco aseguró que no volvería a publicar más novelas. Libros sobre filosofíaUmberto Eco ha escrito principalmente en las áreas de semiótica, lingüística, estética y moralidad. Se pueden definir dos presupuestos clave en la amplia producción del autor: en primer lugar, el convencimiento de que todo concepto filosófico, toda expresión artística y toda manifestación cultural, de cualquier tipo que sean, deben situarse en su ámbito histórico; y en segundo lugar, la necesidad de un método de análisis único, basado en la teoría semiótica, que permita interpretar cualquier fenómeno cultural como un acto de comunicación regido por códigos y, por lo tanto, al margen de cualquier interpretación idealista o metafísica. Teniendo en cuenta este planteamiento, se puede comprender el porqué de la variedad de los aspectos analizados por Umberto Eco, que abarcan desde la producción artística de vanguardia, como en Obra abierta (1962), hasta la cultura de masas, como en Apocalípticos e integrados (1964) o en El superhombre de masas (1976). A la sistematización de la teoría semiótica dedicó, sobre todo, el Tratado de semiótica general (1975), publicado casi al mismo tiempo en Estados Unidos con el título de A Theory of Semiotics, obra en la que el autor elabora una teoría de los códigos y una tipología de los modos de producción sígnica. Durante los años del auge del estructuralismo, Eco escribió, enfrentándose a una concepción ontológica de la estructura de los fenómenos naturales y culturales, La estructura ausente (1968), que alcanza su óptima continuación en Lector in fabula (1979). En esta última obra, efectivamente, se afirma que la comprensión y el análisis de un texto dependen de la cooperación interpretativa entre el autor y el lector, y no de la preparación y de la determinación de unas estructuras subyacentes, fijadas de una vez por todas. Algunos conceptos básicos del Tratado, en cambio, fueron estudiados nuevamente, discutidos y, en ocasiones, modificados por el propio autor en una serie de artículos escritos para la Enciclopedia Einaudi y recogidos después en Semiótica y filosofía del lenguaje (1984). El concepto de signo, especialmente, abandonando el modelo propio "de diccionario" por un modelo "de enciclopedia", ya no aparece como el resultado de una equivalencia fija, establecida por el código, entre expresión y contenido, sino fruto de la inferencia, es decir, de la dinámica de las semiosis. A estas obras teóricas se añaden los volúmenes en los que Umberto Eco ha reunido escritos de circunstancia y artículos de actualidad, tales como Diario mínimo (1963), que contiene los conocidos Elogio di Franti y Fenomenologia di Mike Bongiorno; Il costume di casa (1973); Dalla periferia dell'impero (1976) y Sette anni di desiderio (1983). CuriosidadesEco es considerado también un bondólogo, expresión creada en Escandinavia para designar al experto en James Bond. Es, en efecto, un destacado estudioso del agente secreto 007, el famoso personaje creado por Ian Fleming. Sobre Bond ha escrito "Il Caso Bond" (The Bond Affair) (1966), con Oreste Del Buono. Eco es también Trascendente Sátrapa del Colegio de Patafísica (elegido en 2001). Con E. Raimondi y otros ha dado inicio a la Cacopedia. (!) En 1961 el artista Piero Manzoni firma 71 esculturas vivientes entre ellas, Umberto Eco. El personaje de Bobo del dibujante italiano Sergio Staino se asemeja a Umberto Eco. Le interesa profundamente Sherlock Holmes y participó en el libro que trata sobre la técnica deductiva del detective, El signo de los tres: Dupin, Holmes, Peirce, además encontramos diversas referencias a Arthur Conan Doyle y sus personajes en muchas de sus novelas, principalmente en El nombre de la rosa. Es también un admirador confeso de Jorge Luis Borges, del que ha escrito varios textos, y quien inspiró, inclusive, al personaje de Jorge de Burgos, de "El Nombre de la Rosa".
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Actualizado el 25/11/2009 Eres el visitante número ¡En serio! Eres el número |