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LITERATURA RENACENTISTA PORTUGUESA
Francisco Sa de Miranda
Antonio Ferreira
Luis Vaz de Camoens
Gil Vicente
Luís de Camões
La poesía
Las características de la poesía lusitana del siglo XV son la extinción de la
tradición lírica gallegoportuguesa y su sustitución por la influencia
alegórico-dantesca italiana, recibida a través de los poetas castellanos del
momento ( Santillana, Mena, etc.), a la que se unen elementos épicos
nacionales.
El Cancioneiro Geral (Lisboa, 1516), de García de Rezende, secretario y biógrafo
del rey Juan II, recoge casi toda la producción poética de esta época. En él
figuran 286 poetas portugueses, 29 de ellos con poesías en castellano. Los más
notables son: el propio García de Rezende, con unas trovas dedicadas a la
muerte de Inés de Castro; Joâo Rodrigues Castelo Branco, con una bella
Contiga Partindo-se; Duarte de Brito, autor de un largo poema a imitación
del Infierno de los enamorados de Santillana; el infante don Pedro; y
otros poetas posteriores, que adoptan ya los temas y el estilo de la plenitud
del Renacimiento, como Sá de Miranda, Bernardim Ribeiro y Gil
Vicente.
La tristeza, el amor y la muerte, sentidos a la manera neoplatónica, son los
temas predominantes que abren de par en par las puertas al Renacimiento.
Gil Vicente
El teatro
En el Cancioneiro General hay referencias a representaciones de momos, y García
de Rezende, en su Miscelánea, cita a Gil Vicente como inventor del auto.
Entre las rudimentarias exhibiciones teatrales de la época podrían establecerse,
con bastante reservas, las siguientes distinciones: el entremés sería el
conjunto de representaciones escénicas de la forma dramática más frecuente,
determinado momento y determinada solemnidad; el momo sería el episodio
particular y la acción común (en una misma noche, y con la misma escenografía,
se representaban sucesivamente varios momos); el breve era toda la parte
hablada, muy pequeña por cierto.
La prosa didáctica
Al ciclo joanino corresponden las últimas de entre las obras historiográficas
citadas más arriba y un grupo de obras didácticas que contribuyeron a fijar el
lenguaje literario portugués y a efectuar la transición entre la Edad Media y el
Renacimiento.
Estas últimas son las siguientes:
- El Livro da Montaria es un tratado venatorio, atribuido a Juan I, a quien
también se le atribuye la Côrte Imperial, compendio de materias religiosas
tratadas con gran aparato de erudición y escasa originalidad.
- El Leal Conselheiro, escrito por el hijo de aquél, don Duarte, es una obra de
edificación moral especie de enciclopedia de tipo medieval. Del mismo autor es
el Livro da Ensinança de bem cavalgar tôda a sela, enseñanzas y consejos sobre
el arte de la caballería y lecciones morales relacionadas con los altos ideales
que habían de inspirar la vida del "caballero".
- La Virtuosa Bemfeitoria, obra del regente don Pedro, duque de Coimbra, es un
profundo tratado de ética cristiana basado en Aristóteles; Plutarco, Cicerón y,
sobre todo, Séneca, "que tiene la primacía entre los filósofos moralistas-.
Escrito con gran equilibrio y perfecta composición. Es un claro y valioso
precedente del Renacimiento.
- El Fabulario contiene numerosas fábulas o isopetes en prosa, con sus
respectivas moralejas añadidas.
La influencia italiana es ejercida, directa e indirectamente a la vez, a través
de España. El impulso literario fue dado por Francisco Sá de Miranda (h.
1485-1558), que introdujo en Portugal la poética del dolce stil nuovo, como
Garcilaso la había introducido en España (adopción de ritmos nuevos y de la
octava rima; empleo del nuevo octosílabo nacional o media velha).
La escuela italo-clásica está representada en esta época por Antonio Ferreira
(1528-1569), autor, sobre todo, de una tragedia ( Inés de Castro) y de Poemas
lusitanos; por Pedro de Andrade Caminha, por Frei Agostinho da Cruz,
por André Falcâo de Resende y, sobre todo, por Luis Vaz de Camôes.
Camoens
Camoens (1525?-1580) nacido probablemente en Coimbra, donde estudio; durante su
juventud vivió en la corte donde escribió su amor por "Natercia", nombre bajo el
que se quiere identificar a Catalina de Ataide.
Considerado el más grande de los poetas portugueses. Ha cultivado todos los
géneros: el lírico, el dramático (Anfitrión, póstuma 593; Auto del rey Seleuco,
hacia 1546) y, sobre todo, el épico.
Con Los Lusíodas (1572), epopeya que narra la expansión portuguesa por las
Indias orientales, compuesta al modo de la Eneida, ha dado a Portugal su gran
poema nacional. Escrita en diez cantos en octava rima, se inspira tanto en la
Eneida ( Virgilio), como en Orlando furioso ( Ariosto). Aunque la obra ensalza
las hazañas de los hijos de Lusus o portugueses, también refleja la amargura con
respecto a los aspectos más crueles del colonialismo portugués. El mismo tono de
pesimismo impregna mucha de su lírica y las pocas cartas que nos han llegado.
Los discípulos de Camoens nunca alcanzaron la talla de su maestro. Entre ellos
puede citarse a Jerónimo Corte-Real (1530?-1588), autor de la Austríada
(epopeya sobre la batalla de Lepanto, escrita en castellano) y de una larga
narración en prosa titulada El segundo cerco de Diu (1574); a Luis Pereira
Brandâo (1540-1590), autor de Elegíada (1588), sobre el desastre de
Alcazarquivir-, a Francisco de Andrade (1540-1614), autor de Primer sitio
de Diu (1589), y a Vasco Mouzinho de Quevedo (muerto en 1627), a quien se
debe Alfonso el Africano (1611), poema épico.
La literatura dramática sigue, con menos brío, la misma evolución que en España.
Sá de Miranda introduce la comedia, sustituye el verso por la prosa y procura
imitar a Terencio, Sófocles y Eurípides. Escribió la primera comedia en prosa,
Los extranjeros (1528), cuya acción se desarrolla en Italia; y la primera
tragedia "clásica", Cleopatra (perdida).
La tragedia de António Ferreira Inés de Castro renuncia a la inspiración
italiana y logra un tema nacional a la manera de Sófocles.
Por último, recordemos que Jorge Ferreira de Vasconcelos (hacia
1515-1585) nos dejó una obra de estilo similar al de la Celestina: Eufrosina.
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