PRINCIPAL

MAPA WEB

VENATOR LIBRIS

FAVORITOS DE 10 EN 10

IMAGENES

ENLACES

BLOG

                  

 

 

Buscar en:

Google

Wikipedia

Real Academia

 

 

 

 

Logo de letraherido.com:

 

 

 

 

LITERATURA DEL S.XVII EN FRANCIA

 

 


 

Descartes, retratado por Frans Hals, 1648, óleo sobre lienzo en el Museo del Louvre. La filosofía de la época está dominada, como la literatura, por la claridad, el orden y el equilibrio

 

Descartes, retratado por Frans Hals, 1648, óleo sobre lienzo en el Museo del Louvre.

La filosofía de la época está dominada, como la literatura, por la claridad, el orden y el equilibrio

Preciosismo

El Preciosismo fue un movimiento social y cultural que precede al clasicismo francés y hasta cierto punto lo prepara, en la primera mitad del siglo XVII.

Vincent Voiture, retrato anónimo del Siglo XVII (Le Mans, museo del Tessé)

 

Vincent Voiture

Al principio, parece haberse aplicado a las personas que seguían de cerca la última moda y empleaban impropiamente la palabra précieux con el sentido del español «bonito, excelente», que no tiene en francés. Las preciosas, pues, fueron llamadas así por la frecuencia con que empleaban esta voz, como más tarde las incroyables o las merveilleuses de la época revolucionaria. Se ha dicho de las personas que concedían importancia peculiar a los buenos modales, en literatura así como en la vida social; luego, por extensión normal (como en existencialista), de las personas que exageraban estas preocupaciones con ridícula afectación. En ambos sentidos, el presiocismo representa las mismas tendencias que el culteranismo o el gongorismo español, el marinismo italiano, el eufuismo inglés, todos ellos movimientos sincrónicos. Debe tenerse en cuenta que la última acepción de la voz es secundaria, en lo que supone de intención satírica y peyorativa, y se refiere sólo a las exageraciones de la moda.

Las preciosas contribuyeron al refinamiento de la vida social, a la penetración de los intelectuales y de los artistas en los círculos aristocráticos culturales y, en definitiva, a la implantación del nuevo estilo de vida que caracteriza el clasicismo francés. Los preciosos de ambos sexos solían reunirse en salones, tanto en París como en provincias. Sus diversiones más acostumbradas consistían en juegos de sociedad, a menudo con matiz literario, y de ahí el desarrollo de ciertos géneros literarios que se prestaban más a aquellos juegos, tales como las máximas, los retratos morales, los versos improvisados sobre rimas o sobre temas dados; en discusiones libres sobre la actualidad, de ahí el desarrollo, a lo largo de ese siglo, de la crítica literaria moderna; en cartas escritas o recibidas, de ahí el auge de la literatura epistolar. Todo ello explica la moda de los salones literarios.

Madeleine de Scudéry

 

Madeleine de Scudéry

 

La corriente preciosista ha producido resultados importantes en la literatura francesa. Se le debe una revisión cuidadosa de los valores lingüísticos, con una nueva clasificación de las palabras, según conceptos de corrección o de dignidad estilística; este escrúpulo, traducido luego en la actividad lingüística depuradora de Vaugelas (1595-1650) y en el Dictionnaire de l'Académie Francaise (1694), dominaría la época clásica y constituye el esfuerzo colectivo más importante en cuanto a la creación de una lengua literaria pura y refinada.

La vida de salón, característica de la sociedad preciosista, será otra constante de la vida literaria francesa, hasta muy entrado el s. XIX, y ha contribuido no sólo a la formación de una literatura especialmente matizada por esta convivencia social, sino a su centralización exclusiva en París. De esta vida de salón, el primer resultado ha sido la Academia Francesa, que fue en sus comienzos un salón más, formado en su mayoría por preciosos. Los otros resultados fueron la idea de que la literatura se dirige a las élites sociales e intelectuales de una nación; la importancia cada vez mayor que se ha ido atribuyendo a la mujer, como juez de la literatura, como protagonista, y luego como autor; en fin, debido a las conversaciones, normalmente de matiz cortesano y galante, la propensión de esta misma literatura a la preocupación moral, al análisis psicológico y a la confesión. Además, el hecho de presentarse las obras literarias en círculos más o menos competentes, que las discuten antes de que adquieran su forma definitiva (tal fue el caso característico de las Máximas de La Rochefoucauld, somete a la crítica las expresiones impropias, propone a la deliberación en común las variantes posibles y las formulaciones diferentes y conduce de este modo al cuidado estilístico de la justesse o acierto de la correspondencia entre la imaginación y su expresión, que es el mayor descubrimiento estilístico de la época clásica y sigue siendo la mayor virtud del idioma francés `Frente a este cuadro positivo, los errores del p. son las mismas exageraciones que cunden por toda Europa en la literatura y en el arte y han sido ridiculizadas por Moliére en su comedia Las Preciosas, desprestigiadas por los usos que de los mismos procedimientos hizo, con intenciones diferentes, el arte burlesco.

El centro más representativo del preciosismo ha sido el célebre Hótel de Rambouillet de París, de 1618 a 1653 aprox.; presidido en su casa por Catherine de Vivonne, marquesa de Rambouillet, y frecuentado por F. Malherbe, iniciador de la poesía clásica en Francia; por Racan (15891670), su discípulo preferido, autor de pastorales dramáticas; el crítico literario Chapelain (1595-1674), Georges de Scudéry (1601-1667) y su hermana Madeleine (1607-1701), Rotrou (1609-50), y sobre todo por el animador de los juegos y de las diversiones, Vincent Voiture, que fue el mejor representante de la poesía festiva. Casi todos los escritores de la época pasaron por este salón, entre ellos Corneille y Bossuet, así como el oráculo de la prosa literaria y epistolar, Jean-Louis Guez de Balzac (1594-1654). La Academia Francesa empezó por la reunión, en casa de Valentin Conrart (1624), más o menos de las mismas personas; el apoyo que le concedió Richelieu, a quien se debe su estatuto oficial (1635), se explica probablemente por el deseo del ministro de quitar importancia a las reuniones del Hótel de Rambouillet, que le resultaba más difícil vigilar. Hubo salones literarios, de matiz más o menos precioso, en casa del filólogo Gilles Ménage (1613-92), del burlesco Scarron (1610-60), de la señora de Sablé y sobre todo de Madeleine de Scudéry, célebre novelista preciosa, que recibía ayudada por Pellisson y en donde nació la moda de los gráficos literarios (Mapa del País de Tendre). Somaize, autor de un Dictionnaire des Précieuses (1661), cuenta en París 800 preciosas; Michel de Pure, en La Précieuse, ou le mystére des ruelles (1656), ha hecho una apología del preciosismo y ha dado una pintura de sus salones, de sus tipos y de sus preocupaciones. Ciertos críticos modernos llaman preciosismo a cualquier manifestación literaria recurrente de refinamiento amanerado; lo cual produce una confusión más alrededor de este término, ya bastante vacilante entre su significado positivo y el peyorativo.

 

Clasicismo francés

No obstante, en la segunda mitad del siglo Francia se convirtió en defensora de un ponderado y sereno clasicismo, basado en principios radicalmente opuestos a los del barroquismo. A través de los programas políticos y artísticos del Antiguo Régimen, la literatura francesa se convirtió en dominante en las letras europeas del siglo XVII. Los reyes estimularon y protegieron la creación artística. La monarquía absoluta impone reglas precisas en literatura, siendo trascendental, a este respecto, la creación de la Academia Francesa para la Lengua y la Gramática, por Richelieu en 1635.

Boileau, cuadro de Rigaud

 

Boileau

Todos los escritores se sometían a unas mismas reglas, derivadas de Aristóteles y Horacio. El estilo evitaba excesos, aspirando a la naturalidad y sencillez. El tema preferido es el estudio del carácter del hombre. No se trata de una literatura popular, sino que el público era la corte y la aristocracia. Nicolás Boileau sistematizó las reglas literarias siguiendo precisamente la preceptiva aristotélica en su Arte poética.

Pierre Corneille

 

Pierre Corneille

El clasicismo francés destaca sobre todo por su teatro. Los géneros se separaban, debía respetarse la regla de las tres unidades y, además, cumplir una función moral. Por un lado, la tragedia clásica, creada por Corneille y llevada a su perfección por Racine, en un estilo noble y elevado trataba temas de la antigüedad grecolatina o asuntos bíblicos. Corneille tiene un estilo más bien retórico, centrándose en los conflictos que se producen dentro del alma de los personajes, en obras como El Cid o Cinna. Racine destaca por su realismo psicológico, pudiendo mencionarse, como obra más destacada, Fedra.

Jean Racine, dramaturgo francés

 

Jean Racine

 

La comedia viene representada magistralmente por Molière, escritor y actor, protegido por Luis XIV. En sus obras satiriza a la aristocracia y la alta burguesía de su tiempo, pero a través de personajes universales como el hipócrita (Tartufo), el vanidoso nuevo rico (El Burgués gentilhombre) o El avaro.

Jean Baptiste Poquelin Molière

La prosa francesa del siglo XVII destaca por su claridad y orden. Así, en su obra filosófica Discurso del método, Descartes resulta un modelo de claridad expresiva. Madame de La Fayette cultivó la prosa de ficción, adaptando el modelo de las novelas españolas al gusto francés, ahondando en la psicología de los personajes. Dado que la Europa del siglo XVII está dominada por las controversias religiosas, la literatura de controversia también se cultivó, destacando en Francia la figura de Bossuet, obispo que atacó el protestantismo e interpretó la historia en sentido providencialista (Discurso sobre la Historia Universal). Dentro del propio catolicismo, el movimiento jansenista preconizaba soluciones parecidas a las de los protestantes, lo que hizo que fuera condenado por el papado; la figura que más destaca fue el matemático e inventor Blaise Pascal, con sus Cartas Provinciales en defensa del jansenismo, además de unos Pensamientos de gran profundidad filosófica y mística. De Fénelon se recuerda sobre todo Las aventuras de Telémaco, en la que el tema mitológico sirve de excusa a reflexiones morales y políticas.

Marie-Madeleine de La Fayette                    Retrato de Bossuet por Hyacinthe Rigaud

                                                        Marie-Madeleine de La Fayette                                 Bossuet

 

 

                François Fénelon.

                                                                     Blaise Pascal                                      François Fénelon.

 

La poesía no destacó en el clasicismo francés. No obstante, siempre puede mencionarse a François de Malherbe y a La Fontaine, que aprovechando fuentes clásicas compuso una serie de Fábulas.

 

François de Malherbe          Imagen:La Fontaine par Rigaud.jpg

François de Malherbe                                            La Fontaine

 

Se conservan de este siglo epistolarios (Madame de Sévigné) y memorias (Louis de Rouvroy, duque de Saint-Simon).

Marquesa de Sévigné                     El duque de Saint-Simon por Perrine Viger-Duvigneau, Versalles

Marquesa de Sévigné                                   El duque de Saint-Simon

 

 

 

 

 

     

    Actualizado el 25/11/2009          Eres el visitante número                ¡En serio! Eres el número         

ip-location